Especulaciones sobre la posible marcha de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España, se dirigió a la ciudadanía española a través de una carta publicada en redes sociales en la que señaló que necesitaba “parar y reflexionar” durante un tiempo ante el revuelo generado por la presentación de una denuncia contra su mujer, Begoña Gómez, a la que se señala por presunto tráfico de influencias y supuesta corrupción en los negocios.
Todo arrancó con la denuncia presentada por el sindicato Manos Limpias, tildado de ultraderecha desde diversos sectores, en la que se acusa a Begoña Gómez de supuesto tráfico de influencias y presunta corrupción en los negocios. Tras la presentación de la denuncia, un juzgado de Madrid ha abierto diligencias de investigación sobre la mujer del presidente. Algo que, según ha asegurado Pedro Sánchez, son unos hechos “tan escandalosos” como “inexistentes”, y ante lo que su mujer ya ha emprendido acciones legales, como han informado diversos medios como Infobae. Una denuncia que seguramente tiene pocos visos de prosperar.
Pedro Sánchez fue cuestionado por esto en el Congreso y se limitó a decir que él confía en la justicia española y la respeta incluso en estos momentos. Posteriormente, llegó el anuncio de que necesitaba parar y reflexionar, deteniendo su agenda pública. Una situación de la que informó también al rey Felipe VI, como confirmaron fuentes de Radio Televisión Española.
El presidente del Gobierno ha pedido un tiempo para reflexionar y ha detenido su agenda pública durante cuatro días; seguirá desempeñando su cargo y funciones, aunque sin actos públicos. Todo ello hasta el próximo lunes 29 de mayo, día que ha señalado para realizar un anuncio público.

Escenarios que se abren
El próximo lunes podría anunciar que, a pesar de lo acontecido, se queda, con lo cual todo continuaría como hasta ahora. En este caso, el tiempo de reflexión habría servido de aviso ante la crispación instalada en la política española durante los últimos años.
También podría darse el hecho de que el presidente del Gobierno convoque elecciones para ver qué decida nuevamente el pueblo español. Aunque esto no se podría hacer efectivo hasta el 23 de julio porque este procedimiento requiere que se disuelvan las Cortes y debe pasar un año desde la anterior disolución que dio lugar a la celebración de las pasadas elecciones, tras las cuales se conformó el actual Gobierno dirigido por Pedro Sánchez. La última disolución de las Cortes se produjo el pasado 29 de mayo y la posterior convocatoria de elecciones el 23 de julio.
Por otro lado, también podría dimitir ante la situación de presión generada. En este caso, el Gobierno quedaría en funciones con la vicepresidenta María Jesús Montero a la cabeza hasta la convocatoria y celebración de elecciones para conformar un nuevo Ejecutivo. El Gobierno en funciones tendría una capacidad de maniobra muy limitada y no se podría recuperar la normalidad hasta la formación de un nuevo Ejecutivo tras la celebración de comicios.
Y, por último, el presidente del Gobierno podría plantear una cuestión de confianza para reforzar su figura en el Congreso ante la situación generada. Para tener el apoyo de la Cámara Baja solamente necesitaría el apoyo de una mayoría simple del hemiciclo, algo que en principio tendría asegurado con los socios de Gobierno que tiene actualmente.
Trayectoria de confrontación
Desde que accedió al poder, tras la moción de censura que desalojó de la Presidencia al anterior líder del ahora opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha sufrido varios momentos de tensión política relativos a una crispación generalizada durante sus mandatos.
El principal foco de fricción es el enconamiento entre el partido en el poder, el Partido Obrero Socialista Español (PSOE) y el PP, potenciada desde la moción de censura que llevó al poder a Pedro Sánchez.
Un Pedro Sánchez que se hizo con el control total en el PSOE tras una fuerte crisis interna en el partido que discurrió entre el fin del mandato del anterior líder José Luis Rodríguez Zapatero y la sucesión de este en la Secretaría General del principal partido de izquierdas español.
Pedro Sánchez resistió muchas luchas internas y se hizo con el apoyo mayoritario dentro del aparato del partido para convertirse en secretario general del mismo. A partir de ahí, se convirtió en el principal líder de la oposición al PP gobernante y logró tener el apoyo del Congreso para llevar a cabo la moción de censura contra Mariano Rajoy y convertirse en presidente del Gobierno español en 2018. En un contexto de crisis económica y con un PP acuciado por diversas acusaciones de corrupción.
Desde entonces, han sido seis años de enfrentamientos políticos duros y de unos mandatos complicados para Pedro Sánchez con problemas globales como la pandemia de COVID, la guerra de Ucrania, la guerra de Gaza o la persistente crisis económica e inflacionaria mundial.
Vicisitudes ante las que siempre se han mantenido firme aplicando el lema de su libro: “Manual de resistencia”. Un título ajustado a su capacidad para resistir y sobreponerse a todos los contratiempos en su partido y en el Gobierno.

Otro punto delicado en su trayectoria es su excesiva dependencia de los partidos nacionalistas e independentistas, en los que se ha apoyado tanto en su anterior Gobierno como en el actual, ya que no le daban los números para gobernar en solitario. Los partidos nacionalistas e independentistas tienen sus reclamaciones, incluso llegando al soberanismo y la posible celebración de un referéndum de independencia, en Cataluña, por ejemplo, algo con lo que ha tenido que lidiar Pedro Sánchez en los últimos tiempos. Cuestión que ha supuesto un duro desgaste para su Ejecutivo.
Cabe recordar incluso que, tras las últimas elecciones de 2023, el PP ganó las elecciones en número de votos y escaños, pero Pedro Sánchez logró aglutinar los apoyos necesarios para conformar Gobierno, junto a partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes y otras formaciones de izquierda como Sumar, escisión del defenestrado grupo de Podemos.
Ahora queda por ver qué anuncia Pedro Sánchez este próximo lunes. Si abandona tras la última fuerte polémica por los negocios de su mujer después de la denuncia del sindicato Manos Limpias o si sigue aplicando su “Manual de resistencia” y se mantiene en el poder o fuerza la situación para que el Congreso le vuelta a otorgar su confianza y llenarse de respaldo para continuar con su legislatura.
Veremos cuál es el siguiente giro de guion, a los que Pedro Sánchez ha sido muy dado durante su actividad política, como cuando convocó elecciones generales anticipadas la última vez después del descalabro del PSOE en elecciones autonómicas, algo que no le pasó finalmente la factura esperada, llegando incluso a renovar su cargo de presidente del Gobierno de España.