Diferentes líderes de la región coinciden en que deben centrar sus esfuerzos en negociar si quieren alcanzar una situación de estabilidad

La estabilidad de Oriente Medio pasa por sentarse en una mesa de diálogo

AFP/KARIM SAHIB - Anwar Gargash, asesor de Exteriores del presidente de Emiratos Árabes Unidos

Puede parecer algo lógico, pero si uno echa la vista atrás ve que el diálogo entre países de la región de Oriente Medio ha brillado por su ausencia cuando más se ha necesitado. Eso sí, conflictos armados no han escaseado. Desde Yemen hasta Irán, pasando por la aparentemente incombustible amenaza terrorista. Lejos de sentarse a acercar posturas, se ha apostado por el enfrentamiento y la disputa que no ha acabado – ni lo va a hacer nunca – con las diferencias que arrastran los países que comparten la zona geográfica desde el mar Rojo hasta el Golfo. 

Uno de los conflictos que más controversia ha generado, y sigue generando, es el que implica a Israel y Palestina. Durante esta semana de ponencias organizada por Brookings Foreign Affairs bajo el nombre de “Oriente Medio y la nueva Administración de Estados Unidos”, ha sido uno de los temas más recurrentes desde que comenzara el pasado lunes 22 de febrero. Ya el ex primer ministro de Palestina Salam Fayyad lo dijo en ese primer día de encuentros: “El objetivo de Biden debe ser restaurar la confianza con la que Trump arrasó”. Y es una tarea que el nuevo Gobierno de Estados Unidos está convencido de poder lograr. Por supuesto, no resultará fácil, pero la visión de los países que rodean Israel es clara: la situación es insostenible y el cambio debe ser inminente. 

Abdullah Il ibn al-Hussein, rey de Jordania, ha sido el primero en hacer referencia a un conflicto que no podría resultarle más cercano. Lo ha hecho con una visión más crítica que optimista. El hartazgo del pueblo jordano es claro: “La frustración de los que vivimos en medio del conflicto palestino es absoluta”, declaraba el rey de Jordania. Por otra parte, quiso mostrar en todo momento la postura de su país acerca del conflicto. Cree que se debe ser claro, y más en un asunto que lleva agitando la estabilidad de Oriente Medio desde hace tantos años como lo es el de Palestina. Mostraba su firme apoyo al pueblo palestino: “Los palestinos tienen derecho a una independencia real y a vivir en paz con Israel”, y añadía que se debe encontrar la vía del diálogo no sólo por su propia estabilidad, sino porque “le deben al mundo una solución pacífica a sus conflictos”. 

Oriente Medio

Como no podía ser de otra manera, Dina Kawar, embajadora de Jordania en Estados Unidos, ha mostrado una percepción muy similar a la de Al-Hussein, siendo incluso algo más clara en cuanto a la posición de su país, puesto que cree que “Palestina sufre una ocupación israelí”. Añade que es tarea del Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu realizar un primer acercamiento y poner de su parte para hallar la vía del diálogo: “Es Israel la que debe dar un paso al frente”. A pesar de contar Israel con el apoyo de Estados Unidos, desde Jordania agradecen la nueva posición que adoptado la Casa Blanca tras la llegada de Joe Biden al poder, ya que, dicen, “están muy contentos con la posición de la Administración Biden respecto a Oriente Medio”. Es más, creen que el camino seguido por Donald Trump durante los últimos cuatro años era insostenible y que la llegada de los demócratas supone “un respiro para todos”. 

La visión expuesta por los representantes de Jordania no fue la única presente en este tercer día de ponencias en referencia al conflicto entre Israel y Palestina. Anwar bin Mohamed Gargash, asesor diplomático del presidente de Emiratos, Khalifa bin Zayed al-Nahyan, también habló de la importancia que puede tener su país en este asunto: “Creemos que podemos ser una gran ayuda en el conflicto Israel-Palestina”. No es el primero ni posiblemente sea el último que se presta a arrimar el hombro en este conflicto. Si algo está claro es que los intereses en esa zona del mapa son máximos, y cualquier país que pueda sacar tajada del problema de un tercero lo va a hacer. Sin embargo, coincide con los puntos de vista del rey de Jordania, Abdullah Il ibn al-Hussein, y la embajadora jordana en Estados Unidos: “Palestina tiene un derecho legítimo de ser independiente”. 

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Gargash admite que ellos no son un actor principal en este conflicto, pero a la vez muestra la doble cara de la moneda. Por un lado, manifiesta abiertamente el apoyo a la independencia que consideran legítima del pueblo palestino, pero, por otro, hablan de los puentes que han ido creando durante varios años con Israel y el apoyo que “siempre le van a mostrar”. Es ahí donde entra la posición mediadora de un país en pleno auge, como es Emiratos Árabes Unidos, que quiere demostrar los frutos de sus buenas relaciones diplomáticas con sus vecinos israelíes. 

El asesor del presidente de Emiratos no se quiso quedar ahí y mostró su preocupación por otro de los conflictos más preocupantes de la actualidad internacional, el del pacto nuclear de Irán. Destaca que “la Administración Biden hace bien en priorizar el diálogo en Irán”, ya que las posiciones parecen inamovibles y no descarta en ningún momento que la situación de tensión desemboque en consecuencias más graves. Por eso destaca la vital importancia de que “la solución que se encuentre debe ser una solución estable”. No pueden ni quieren seguir aguantando momentos de tensión ni parches temporales que lo único que hagan sea seguir alargando una situación de “estabilidad falsa”.  Y que hay que mirar más allá de encontrarla. Irán debe tener un futuro próspero, aunque es evidente que eso no puede ser un objetivo a corto plazo, debe estar siempre presente a la hora de aplicar políticas como las que se tienen entre manos. 

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Buen ejemplo de ello es el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés). Con una visión tremendamente crítica se mostraba Amos Yadlin, director ejecutivo del Instituto de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv: “La diplomacia con Irán fracasará, se deben aplicar sanciones”. Ya desde la presidencia de Barack Obama existía una tensión que ha ido aumentando con el paso de los años hasta alcanzar el punto en el que se encuentra hoy, y del que Israel se siente amenazado. No es Europa o Estados Unidos los países que deben sentir preocupación por las posibles acciones nucleares de Irán, según Yadlin, es en Israel donde tienen puesto el punto de mira. 

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“Es la preocupación número 1 para Israel en estos momentos”, afirmaba el director ejecutivo del Instituto de Seguridad Nacional de la Universidad de Tel Aviv. Incluso se atrevía a ir un paso más allá: “La opción de la acción militar sería un absoluto desastre que, por otra parte, no debemos descartar”. Una advertencia ya no sólo para su país sino para toda la sociedad internacional que, si quiere empezar a ver la luz en territorio de Oriente Medio, sólo puede apostar por el diálogo y el entendimiento.

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