El secretario de Estado, Antony Blinken, advierte a Moscú desde una cumbre en la capital kazaja de Astaná

Estados Unidos amenaza a China con castigar a empresas y particulares si envía armas letales a Rusia

photo_camera CHUCK KENNEDY/US DEPARTMENT OF STATE - El secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aterriza en Astaná

La Administración Biden ha asegurado este martes que si China proporciona armas letales a Rusia tendrá un grave problema no solo con Estados Unidos, sino con otros países en todo el mundo, al tiempo que advirtió que no dudará en castigar a empresas chinas o individuos que violen las sanciones o apoyen de otra forma el esfuerzo militar ruso. 

“Lo que puedo decir es que advertimos muy claramente a China sobre las implicaciones y las consecuencias de proceder con el suministro de tal apoyo [letal]”, señaló el secretario de Estado, Antony Blinken, durante una rueda de prensa tras mantener una reunión con cinco países centroasiáticos en el formato C5+1 en Astaná.  

“No dudaremos por ejemplo a la hora de apuntar a empresas chinas o individuos que violen nuestras sanciones o se involucren de otra manera en apoyar el esfuerzo bélico de Rusia”, recalcó el jefe de la diplomacia estadounidense en la capital kazaja, quien reiteró que Washington hace estas advertencias en base a “información que tenemos de que Pekín está evaluando pasar del apoyo no letal que algunas empresas proveen al esfuerzo bélico ruso en Ucrania a un apoyo material letal”. 

Antony Blinken

Blinken, que ahora viajará a Uzbekistán antes de proceder a la India para participar en la reunión ministerial del G20, enfatizó que China no puede estar en misa y repicando cuando se trata de la agresión de Rusia en Ucrania. “No puede presentar propuestas de paz por un lado mientras que alimenta las llamas del fuego que Rusia inició por otro. Espero que China se tome muy en serio lo que dijimos”, insistió.  

El jefe de la diplomacia estadounidense sostuvo que si China da el paso de enviar material letal a Rusia ello “no sería solo un grave problema para las relaciones de China con nosotros, sino también un grave problema para sus lazos con países de todo el mundo”. Así lo ha escuchado Blinken de otros socios con los que ha abordado la preocupación estadounidense, por lo que le ha transmitido las posibles consecuencias directamente a su homólogo chino, Wang Yi, durante su reunión en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich. 

Putin promulga la suspensión del New Start

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó este martes la suspensión de la participación rusa en el START III o Nuevo START, el último tratado de desarme nuclear vigente aún con EEUU. La información correspondiente fue publicada en el portal oficial ruso de información legal, con lo que la decisión entra en vigor.  

Previamente, la medida, anunciada por el jefe del Kremlin en su discurso sobre el estado de la nación el pasado 21 de febrero, recibió el visto bueno de ambas cámaras del Parlamento ruso. Putin anunció en su mensaje que Rusia se veía obligada a congelar su participación en el tratado debido a la política de Occidente. De acuerdo a la nueva ley, será el jefe del Kremlin el que decida en el futuro si Moscú retorna al cumplimiento de sus obligaciones en el marco de ese tratado de control de armas. 

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El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, señaló la semana pasada que la suspensión del tratado es una “decisión difícil”, pero “la única correcta”. “En estas condiciones, es imposible interactuar (con los Estados Unidos) como antes en un área tan clave e importante como el control de armas”, dijo. 

Mientras, el embajador ruso en EEUU, Anatoli Antónov, culpó a Washington del incumplimiento sistemático de sus obligaciones en el marco del tratado, lo que también llevó a su suspensión. El Departamento de Estado informó esta semana de que aún no había recibido la notificación oficial sobre la suspensión del Nuevo START.  

El Nuevo START fue firmado en Praga el 8 de abril de 2010 por los entonces presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Dmitri Medvédev. El tratado limitó el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1.550 cabezas nucleares y 700 sistemas balísticos para cada una de las dos potencias en tierra, mar o aire. 

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