La tensión continúa aumentando y desde Washington hablan de la amenaza que suponen los hutíes para los civiles

Estados Unidos condena los ataques de las milicias hutíes contra Arabia Saudí

photo_camera PHOTO - Presidente de Estados Unidos, Joe Biden

Las milicias hutíes apoyadas por Irán han llevado a cabo un nuevo ataque contra Arabia Saudí. Lejos de intentar llegar a un acuerdo de paz, la situación en la frontera entre el Reino y Yemen es cada vez más tensa. Desde Estados Unidos se ha criticado enérgicamente estos ataques por parte de los hutíes. El Departamento de Estado norteamericano ha manifestado a través de un comunicado que “estos ataques no solo amenazan a civiles inocentes, sino también a las perspectivas de paz y estabilidad en Yemen”

La milicia que, cabe recordar, dejó de ser considerada una organización terrorista en una de las primeras decisiones de la Administración Biden, realizó un ataque contra los centros de población de Arabia Saudí con misiles y aviones no tripulados. No obstante, las fuerzas de la coalición árabe lograron interceptar la ofensiva hutí. En el comunicado oficial emitido por el Departamento de Estado piden a la milicia que “ponga fin a estos atroces ataques y se comprometa constructivamente con el Enviado Especial de la ONU, Martin Griffiths y el enviado especial de EE. UU. Tim Lenderking con el objetivo de llevar paz, prosperidad y seguridad al pueblo yemení”. Este último se encuentra en la región desde hace unos días en los que ha mantenido conversaciones con representantes yemeníes, saudíes y de Naciones Unidas.

La nueva perspectiva estadounidense respecto a la guerra de Yemen arroja algo de esperanza para lo que para muchos ya es una causa perdida. Gregory Johnsen, escritor de El último refugio: Yemen, al-Qaeda y la guerra de Estados Unidos en Arabia, compartió su percepción durante la semana de ponencias organizada por Brookings Foreign Affairs en la que se trató especialmente la crisis yemení que para Johnsen “no podrá ser reconstruido en un solo estado, ni siquiera en dos”. También destacaba uno de los aspectos que más dificultan el alcanzar la paz, como es la presencia de tantos estados en el conflicto. Desde Estados Unidos hasta Irán, pasando por Arabia Saudí o, incluso, Turquía.

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Estados Unidos reafirma su “inquebrantable apoyo” a Arabia Saudí y que defenderán al Reino contra cualquier amenaza. Tampoco hay que olvidar que las relaciones entre el país presidido por Joe Biden y los saudíes se han visto perjudicadas desde la salida de Donald Trump de la Casa Blanca, con quien Riad mantenía una muy buena relación. Entre otras cosas, el veto por parte de Estados Unidos a la venta de armas a Arabia Saudí, precisamente para la guerra de Yemen, han enfriado enormemente los lazos con los liderados por el príncipe heredero Mohamed bin Salman.

La condena por parte de del país presidido por Joe Biden se produce pocos días después del ataque perpetrado por fuerzas norteamericanas sobre las milicias chiíes, en esta ocasión situadas en Siria. Una ofensiva que dejó, al menos, 22 muertos y que fue calificada por Irán como “ilegal y agresiva”. El propio país liderado por Hasan Rohaní ha rechazado sentarse a negociar de forma informal con Estados Unidos respecto al Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés) firmado durante la presidencia de Barack Obama y del que Estados Unidos se salió en 2018. Ambos países siguen esperando que sea el otro el que dé el primer paso hacia la reconciliación y la vuelta al cumplimiento del pacto, mientras que ninguno de los dos da su brazo a torcer.

“Teniendo en cuenta las recientes acciones y pronunciamientos de Estados Unidos y tres potencias europeas, Irán no considera que este sea el momento para realizar reuniones informales con estos países”, afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Saeed Khatibzadeh. Además, añaden que Joe Biden no ha abandonado la línea de presión que siguió durante su mandato Donald Trump y tampoco han anunciado sus compromisos. 

La condena por parte de los estadounidenses en defensa de las perspectivas de paz en Yemen contrasta con los bombardeos acometidos tan sólo unos días antes por sus fuerzas armadas en Siria. La Administración Biden hace ahora frente a una situación cada vez más enrevesada y con cada vez más intereses por todas las partes implicadas en un conflicto que, todo apunta, aún está muy lejos de concluir. 
 

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