Estados Unidos: el Pentágono se muestra inquieto por los últimos envíos de uranio ruso a China

La reciente entrega de material radioactivo utilizable en la elaboración de armas nucleares por parte del Kremlin a China ha planteado serias dudas en el seno del Pentágono. El escenario en la región de Taiwán sería la más damnificada debido al alto nerviosismo que milita al sur del gigante asiático. Mientras los diplomáticos chinos y estadounidenses dijeron que mantuvieron discusiones constructivas para reducir la tensión militar entre los dos países en diciembre pasado, los ingenieros rusos trasladaban un ingente cargamento de combustible nuclear a una isla remota a 220 kilómetros de la costa norte de Taiwán.
Tal y como informó el Pentágono el pasado martes, se espera que China al menos duplique el número de sus ojivas nucleares en los próximos 10 años, y esté cerca de poder lanzar acometidas nucleares terrestres, aéreas y marítimas, una capacidad distinguida como “Trinidad”. Esto se produjo a la luz de la escalada de tensión entre China y Estados Unidos, y los esfuerzos de Washington para instar a Pekín a unirse a un significativo tratado entre Estados Unidos y Rusia sobre armas atómicas. El reactor chino CFR-600, llamado reactor rápido, está situado en la isla de Changbiao y es una de las infraestructuras nucleares más monitoreadas del mundo.

Funcionarios del Pentágono expresaron que la compañía nuclear de pertenencia rusa Rosatom había provisto a China de 6.477 kilogramos de uranio, un envío que podría facilitar combustible para un programa atómico que podría desequilibrar la mesura militar en Asia, donde las tensiones son altas sobre Taiwán y el control del mar de China Meridional. Esto consentiría a China equiparar los arsenales atómicos actualmente desplegados en Rusia y Estados Unidos. Los secretarios norteamericanos evalúan que cuando el reactor chino CFR-600 esté operativo podría ayudar a China a cuadriplicar su reserva de ojivas nucleares en apenas un año.
Actualmente, China tiene capacidades definidas para aumentar sus reservas de plutonio manipulado para fabricar armas nucleares, luego de que echara el cierre a su programa de producción en la década de los noventa del siglo pasado, según Bloomberg. La progresiva capacidad de China para expandir sus armas nucleares concuerda con la suspensión por parte de Rusia del último compromiso que limita las reservas nucleares estratégicas de Rusia y Estados Unidos, el tratado “Nuevo START”, que está al borde del colapso. El 21 de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció la suspensión de Rusia de su colaboración en el tratado, decisión penada por el presidente estadounidense, Joe Biden, al considerarla un “gran error”.

Según la Agencia Internacional de Energía, desde 2012, China se ha convertido en el país más grande del mundo en términos de capacidad de acopio de energía nuclear y se ha esforzado desde entonces para agrandar su capacidad nuclear en cerca de un 85%, para adquirir un nivel de volumen de alrededor de 2011 gigavatios, lo que equivale a una cuarta parte de la capacidad global. En cuanto al tamaño del arsenal de armas nucleares de China, no se anuncia oficialmente, pero las informaciones indican que posee entre 260 y 300 ojivas nucleares, de las cuales 190 están activas y listas para usar en este momento.
Según apreciaciones estadounidenses, China posee al menos 6 tipos diferentes de instalaciones militares con carga útil nuclear, además de unas 150 ojivas nucleares tácticas para usar en misiles balísticos de corto alcance. Global Times, respaldado por el Partido Comunista Chino, informó que Pekín necesitaba aumentar el número de sus ojivas nucleares a 1.500 en un período relativamente corto. A la luz de esta creciente capacidad nuclear china, Estados Unidos está presionando para que el gigante asiático participe en conversaciones tripartitas junto con Rusia para limitar las armas nucleares.

Los chinos decidieron emparejarse con los Estados Unidos y Rusia, de facto, en términos de número y vigencia de las armas nucleares. Rusia se ha tornado en una subalterna de China desde que Putin lanzó su invasión de Ucrania el año pasado, lo que incitó una ola de sanciones sin precedentes contra Moscú. China ha demostrado que no tiene intención de abandonar a su socio diplomático frente a su enemigo común, Estados Unidos, incluso cuando Pekín se ha presentado como un jugador neutral en la guerra de Ucrania. Como parte del “club de los cinco” y signatarios formales del Tratado de No Proliferación Nuclear de 1970, China y Rusia no tienen el compromiso de comunicar sobre sus reservas y cualquier detalle que pueda ayudar a determinar si el reactor CFR-600 está siendo utilizado para aumentar las reservas nucleares chinas.
Coordinador América: Jose Antonio Sierra