La Policía turca ha iniciado este martes una operación, ordenada por la Fiscalía de Estambul, para detener a 294 militares por sospechas de pertenecer a la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, al que el Gobierno turco acusa de haber instigado el fallido golpe de Estado de 2016.
La operación se extiende a 41 de las 81 provincias del país, informó la agencia semipública Anadolu.
Entre los sospechosos se encuentran cuatro coroneles, un teniente coronel, ocho capitanes y cinco sargentos. El resto son funcionarios de escuelas militares que fueron clausuradas anteriormente por supuestos vínculos con la cofradía gülenista.
El pasado 19 de enero, 238 militares y funcionarios turcos fueron detenidos en otra gran operación por sospechas de tener vínculos con los presuntos golpistas.
Tras la fallida y polémica intentona, cuyos máximos dirigentes militares nunca han confesado públicamente su adhesión a Gülen, el Gobierno turco lanzó amplias purgas en la administración estatal y el sector educativo, en las que despidió a más de 130.000 empleados y detuvo a más de 100.000 personas.
Alrededor de 50.000 personas, la inmensa mayoría civiles, pasaron a prisión preventiva, de las que 28.000 estaban encarceladas el año pasado.
En diciembre pasado, un tribunal de Ankara condenó a cadena perpetua a 333 militares y cuatro civiles por su participación en la asonada.