Mustafa al-Kazemi, primer ministro iraquí, acababa de realizar una visita de Estado a Washington cuando Reham Yaqoub, una joven y famosa médica de Basora, fue asesinada por un grupo de hombres armados. Yaqoub era conocida por sus críticas al comportamiento de las milicias chiíes proiraníes en Basora, y había pedido públicamente fortalecer los lazos con Occidente, Estados Unidos y los países del Golfo.
Al-Kazemi respondió con contundencia a la amenazada que representan las milicias iraquíes leales a Irán.
La delegación iraquí que viajó a Washington aseguró que el primer ministro iraquí se había comprometido con el presidente Donald Trump a trabajar para detener la “destructiva influencia iraní”.
El asesinato de Yaqoub no ha sido el único en los últimos meses a manos de milicianos proiraníes que han creado un clima de terror en Bagdad y Basora a través de los llamados ‘escuadrones de la muerte’, que actúan contra los activistas que se oponen al control iraní en materia política, de seguridad, económica y toma de decisiones del Gobierno iraquí.

Hisham al-Hashemi, un destacado experto e investigador de grupos religiosos iraquíes fue abatido a tiros en frente de su casa en Bagdad por hombre armaros que estaban afiliados a la milicia Kataieb Hizbulá, cercanos a Irán. Junto con el asesinato del joven Tahseen Oussama, estas tres muertes han reavivado la violencia en Irak y las protestas contra el Gobierno en Basora para poner fin a este clima no se han hecho esperar.
Públicamente el primer ministro responsabilizó a las milicias proiraníes y ha formado un comité especial para investigar estos ataques.
Como muestra de acercamiento hacia la población iraquí, Al-Kazemi se aproximó a la casa de Reham Yaqoub, para acompañar y ofrecer sus condolencias a los familiares de la joven.
Según fuentes política iraquíes, dijeron a The Arab Weekly que “después de haber visto toda forma de comportamiento arrogantes practicado contra los ciudadanos por parte de los partidos, milicias e instituciones religiosas, el primer ministro ha dado un paso en la dirección opuesta, actuando como un funcionario estatal que está con la gente en su capacidad oficial y aborda los problemas desde una posición que conecta con sus preocupaciones”.

Othaman al-Ghanimi, ministro del Interior, anunció el envió de un destacamento de las fuerzas de seguridad para detener a los asesinos de activistas en la ciudad de Basora, mientras que la Policía de la ciudad aseguraba que durante las últimas 72 horas habían llevado a cabo una importante campaña para la detención de sospechosos.