El Gobierno marroquí impulsa reformas tras las críticas del Rey a los partidos y la Administración

Paco Soto

Pie de foto: El Rey de Marruecos, Mohamed VI.

El Gobierno de coalición del islamista moderado Saad-Eddine El Othmani se ha visto en la obligación de acelerar algunas medidas reformistas poco días después de que el Rey de Marruecos, Mohamed VI, pronunciara duras críticas contra los partidos políticos y la Administración pública con motivo de la Fiesta del Trono. El monarca acusó a políticos, altos cargos y funcionarios del Estado de sabotear el desarrollo económico y social del país, no estar a la altura de las demandas ciudadanas y ser un freno para la transición democrática. La mayoría de los dirigentes políticos no entraron a valorar las palabras del Rey. El Othmani, que es número dos del Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD) y dirige un gabinete de seis formaciones de derecha, centro e izquierda, tuvo que aprobar seis medidas que podrían satisfacer las demandas populares y las expectativas defendidas por el jefe del Estado en la Fiesta del Trono. Las medidas fueron anunciadas en rueda de prensa por el ministro delegado encargado de las Relaciones con el Parlamento y portavoz del Ejecutivo, Mustafá El Khalfi. La primera consiste en impulsar una reforma global de la acción de los Centros Regionales de Inversión (CRI) y formar una comisión ministerial para supervisar este objetivo. La segunda reforma plantea la creación de una comisión a favor de la buena gobernanza y una profunda modernización de la Administración pública marroquí, anquilosada por décadas de burocratismo, ineficacia y corrupción.

En tercer lugar, el Gobierno plantea que cada ministerio asuma plenamente el discurso real y someta a El Othmani un plan de reformas. La cuarta medida consiste por parte del Ejecutivo en elaborar medidas que recorten la burocracia y agilicen los procesos administrativos en un periodo de tiempo corto. En quinto lugar, el Gobierno se compromete a seguir por la senda de la descentralización administrativa y el equilibrio territorial del país. Finalmente, el Gabinete dirigido por El Othmani llevará a cabo un balance de los 100 primeros días de acción gubernamental una vez que se haya puesto en marcha el plan reformista. Algunos medios y comentaristas políticos consideran que el discurso crítico de Mohamed VI con motivo de la Fiesta del Trono podría convertirse en una hoja de ruta para el Gobierno de Rabat, que tiene que hacer frente a grandes retos políticos, económicos y sociales y no puede ignorar el creciente descontento popular, que en los últimos meses se ha plasmado en la crisis del Rif.

Pie de foto: El primer ministro de Marruecos, Saad-Eddine El Othmani.

Un país en la encrucijada

“Las orientaciones del Rey no pueden ser ignoradas por el Gobierno”, advierte un analista político, a juicio de quien, “Marruecos se encuentra en una encrucijada. O impulsa la transición a la democracia y moderniza y reforma las estructuras sociales y económicas y las instituciones, o se podría ver enfrentado a graves problemas de inestabilidad en un futuro cercano”. “Incontestablemente, el discurso real del 29 de julio de 2017, pronunciado por el soberano con ocasión de la Fiesta del Trono, ha puesto al Gobierno en estado de alerta”, señala un medio de comunicación digital. Por ello, según el diario ‘Akhbar Al Yaoum’, el Gobierno tiene que hacer frente a “sus responsabilidades y remediar los fallos que sufre la Administración y lastran el desarrollo socioeconómico”.  “El jefe del Gobierno está tranquilo y asegura que estará a la altura de las peticiones del discurso real”, señala el periodista Mohamed Younsi en el portal ‘le 360.ma’.

Comisión de Investigación

Por otra parte, según informaciones periodísticas, el pasado martes se celebró en el Palacio Real de Rabat una reunión de alto nivel presidida por Mohamed VI, en la que se presentó el informe realizado por la Comisión de Investigación sobre el desarrollo de Alhucemas. Esta ciudad es el epicentro del descontento popular en el Rif, y desde hace casi 10 meses se celebran casi a diario manifestaciones y actos de protesta contra la pobreza, la marginación, el desempleo, la corrupción y el autoritarismo de los gobernantes y cargos locales. En 2015, el Gobierno presentó el proyecto ‘Alhucemas, faro del Mediterráneo’, cuyo objetivo era impulsar el desarrollo económico y social, pero desde entonces el plan está semi paralizado. Esta situación fue criticada por Mohamed VI hace varias semanas ante el Consejo de Ministros. Según el diario ‘Al Akhbar’, en la reunión el monarca fue informado detalladamente por los miembros de la Comisión sobre las medidas que se han tomado para impulsar el proyecto de desarrollo en Alhucemas y su región.

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