El gas y las tensiones dialécticas envenenan cada vez más las aguas del Mediterráneo oriental, mientras que la violencia, en sí misma, se ha convertido en una constante en la frontera entre Turquía y Grecia. Con este telón de fondo, Grecia ha celebrado su Día de la Independencia, al mismo tiempo que varios aviones de combate turcos violaban su espacio aéreo y cientos de refugiados sirios pasaban un día más en la frontera, con la esperanza de dejar atrás la violencia y el miedo al que han estado sometidos durante años.
La jornada ha estado protagonizada por una serie de desfiles y la celebración de una ceremonia militar en la ciudad de Kastanies, en la frontera turco griega. En este escenario, Turquía y Grecia han continuado con su batalla dialéctica, acusándose de ser los culpables de la escalada de tensiones que se ha ido produciendo durante las últimas semanas. Así, el ministerio de Asuntos Exteriores de Grecia ha culpado este miércoles al Gobierno de Turquía de poner en peligro la estabilidad en el Egeo y el Mediterráneo oriental. “Una vez más, con la falsa pretensión de actuar en nombre de la paz y la estabilidad en el Mediterráneo oriental, y utilizando argumentos sin fundamento, Turquía persiste en violar la legalidad internacional y desestabilizar la región”, ha asegurado este organismo a través de un comunicado de prensa.

El Gobierno griego ha respondido así a la presentación, a principios de este mes, por el representante permanente de Turquía ante las Naciones Unidas, Feridun Sinirlioglu, de un documento que contenía las coordenadas geográficas de algunas de las zonas marítimas en disputa, según ha informado el diario griego Ekathimerini. Estas coordenadas son fruto del acuerdo firmado entre Ankara y el Gobierno de Libia con sede en Trípoli el pasado mes de noviembre. Este documento firmado el 27 de noviembre trazaba la frontera marítima entre los dos países que se encuentran cerca de la isla griega de Creta.
Grecia ha acusado a Turquía de “construir un castillo de naipes ilegal”, al negarse a reconocer a la república de Chipre, estado miembro de la UE y de Naciones Unidas. “Turquía se niega a reconocer los derechos soberanos de las islas griegas, violando flagrantemente el derecho internacional marítimo”, subraya el comunicado. Ante esta situación, Grecia ha decidido “condenar la postura de Turquía” y “repudiar las entidades ilegales”.

“Grecia sigue adhiriéndose al derecho internacional como piedra angular de la paz y la estabilidad en el mundo”, han asegurado. Asimismo, la república helénica ha exigido a su vecina Turquía que respete “el derecho soberano de estas islas a la plataforma continental y a la zona económica exclusiva (ZEE)”, subrayando que los acuerdos “ilegales y nulos” no producen ningún efecto jurídico. “La persistencia en la violación de la legalidad internacional, con o sin mapas, no crea ni ley ni derechos y ciertamente se encontrará con la respuesta adecuada”, han concluido.
Estas declaraciones se han producido dos días después de que varios medios griegos informaran de que Turquía podría haber enviado su buque de prospección sísmica, el Oruç Reis, a las zonas cercanas a las islas griegas del Mar Egeo para seguir buscando gas. El buque Oruç Reis y su escolta naval compuesta por una fragata y dos barcos de apoyo navegaron hasta 50 millas náuticas al sureste de Kastellorizo, una isla del Dodecaneso frente a la costa suroeste de Anatolia, de acuerdo con estas informaciones. Grecia temía que este barco turco provoque un incidente internacional, por lo que decidió seguir de cerca los movimientos del mismo.
Durante la jornada de celebración del Día de la Independencia, varios aviones F-16 turcos violaron el espacio aéreo, al volar sobre la isla griega de Ro y otras islas del Egeo y sobre el territorio continental de Grecia sin autorización. Según un anuncio del Estado Mayor de la Defensa Nacional Helénica (GEETHA), estos aviones han volado un grupo de islotes griegos sobre las 9.25 y 9.28 (hora local) a una altitud de 14.000 y 13.500 pies respectivamente.

El líder de la mayor oposición de la Izquierda Radical de SYRIZA, Alexis Tsipras, aseguró este miércoles que el aniversario del día de la independencia tendría que ser usado para que los griegos se mantuvieran unidos contra las constantes agresiones turcas turca, tal y como ocurrió cuando se liberaron de la ocupación otomana en 1821. “Los hombres y mujeres griegos tendrán que mantenerse unidos en la defensa de nuestros derechos nacionales y el derecho internacional”, explicó Tsipras, haciendo alusión a la Guerra de Independencia de 1821 y describiéndola como “una fuente de inspiración en las luchas por la libertad y la justicia”.
Además, el ministro de Asuntos Exteriores griego, Nikos Dendias, acusó el pasado lunes tras mantener una reunión telemática con sus homólogos de la Unión Europea, que “Turquía estaba utilizando los migrantes para chantajear a Europa y así obtener beneficios políticos y económicos”. “Estas amenazas, que también van acompañadas de la difusión de noticias falsas, no serán aceptadas por nadie, y reiteramos la necesidad de aplicar estrictamente la declaración conjunta de la Unión Europea y Turquía firmada en marzo de 2016”, indicó Dendias.

En este contexto, más de 250 organizaciones de toda Grecia han emitido un comunicado en el que reiteran los peligros que se derivan de la actual situación en la frontera entre Turquía y Grecia. “Además de violar las leyes nacionales, comunitarias e internacionales, en medio de la pandemia, estos acuerdos también representan un gran peligro para la salud pública, debido al hacinamiento en los Centros de Recepción e Identificación (CIR) de Grecia y en los centros de detención del país”, subraya el comunicado. Erdogan decidió abrir las fronteras argumentando que la Unión Europea no había cumplido su promesa de asistir a los 3,6 millones de refugiados sirios que acoge. Mientras Europa está centrada en reducir el impacto del coronavirus, Erdogan sigue persiguiendo sus ambiciones, unos intereses en los que no hay hueco para los más de 35.000 refugiados que lo único que quieren es dejar atrás la incertidumbre y el miedo.