El mariscal rebelde libio ha sido invitado a la capital francesa por el presidente Emmanuel Macron, uno de sus principales aliados dentro de la Unión Europea

Haftar llega a París para reunirse con Macron

REUTERS/PHILIPPE WOJAZER - Fotografía de archivo de Jalifa Haftar, en el Palacio del Elíseo en París, Francia, el 29 de mayo de 2018

Reunión de alto nivel en el marco del conflicto libio. El mariscal Jalifa Haftar, comandante en jefe del Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés), se encuentra de visita oficial en París, según ha informado el diario digital The Libyan Address. Se espera que se entreviste con el presidente francés Emmanuel Macron. Por el momento, ya ha mantenido un breve encuentro con el ministro de asuntos exteriores Jean-Yves Le Drian. 

El Gobierno francés ha expresado en más de una ocasión su apoyo político e institucional a la facción liderada por Haftar en Libia, con base en Tobruk. Las tropas del LNA a las órdenes del mariscal continúan luchando contra las milicias del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA, por sus siglas en inglés) de Fayez Sarraj, que resisten alrededor de Trípoli y de la ciudad cercana de Misrata. El GNA está reconocido oficialmente por Naciones Unidas y cuenta con el apoyo sobre el terreno de Turquía, que proporciona tanto guerrillas armadas como efectivos de su propio Ejército, y de Qatar.

La última vez que París y Tobruk expresaron su compromiso mutuo fue el pasado 3 de marzo, cuando una delegación compuesta por asesores y personal diplomático de Francia, Alemania e Italia acudió al encuentro del mismo Haftar en el cuartel general del LNA en Al-Rajama, cerca de la ciudad de Bengasi, la más grande de las que se encuentran bajo la zona de influencia de las tropas del mariscal. Unas semanas antes, el 12 de febrero, Christophe Farno, director del Departamento de Oriente Próximo y Norte de África del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, se reunió con el mariscal en el mismo emplazamiento. Según The Libyan Address, fue en ese momento cuando le fue remitida la invitación a Haftar para que visitase el país galo.

Francia, no obstante, no es la única que se ha posicionado del lado del mariscal. Otros actores internacionales destacados, como Rusia, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, respaldan a la Administración establecida en Tobruk, al este del territorio. En el país norteafricano, hay bastantes intereses en juego, tanto en materia económica como política. Por una parte, Libia alberga, en la parte más oriental de su litoral, grandes reservas de gas natural. Además, se prevén jugosos contratos para la reconstrucción del país una vez que la situación se estabilice.

Por otra parte, el papel de los grupos islamistas es otro de los grandes campos de batalla. El foco está puesto, de forma muy especial, sobre los Hermanos Musulmanes, que gozan de una gran influencia en las altas esferas del GNA. Es una de las razones, precisamente, por las que Trípoli tiene el apoyo militar de Turquía y el rechazo del resto de países, que ven como una amenaza la posibilidad de que Libia pueda reactivarse como un teatro de operaciones importante para las organizaciones que preconizan el yihadismo. No en vano, la Hermandad ha estado relacionada con algunas de ellas en bastantes escenarios con anterioridad.

A pesar de los intentos de Naciones Unidas por fomentar un alto el fuego permanente en el país, los combates continúan de manera sistemática alrededor de la costa occidental, donde el GNA lucha por mantener sus posiciones.