La Guardia Revolucionaria iraní ataca “cuarteles generales de espionaje” israelíes en Erbil y objetivos vinculados al Daesh en el norte de Siria

Irán ataca Irak y Siria, elevando la escalada de tensión en Oriente Medio

Un edificio dañado tras un ataque con misiles lanzado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) contra Erbil - Foto de Kurdistan 24 / AFP
Un edificio dañado tras un ataque con misiles lanzado por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) contra Erbil - Foto de Kurdistan 24 / AFP

Los temores de que la guerra entre Israel y Hamás se expanda regionalmente continúan aumentado tras los recientes ataques iraníes contra unos “cuarteles generales de espionaje” israelíes cerca del consulado de Estados Unidos en la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí. 

Cuatro civiles perdieron la vida a consecuencia del ataque iraní, incluida una bebé de apenas un año y Peshraw Dizayee, un empresario kurdo propietario de varias empresas dedicadas a proyectos inmobiliarios en Kurdistán.

Uno de los misiles lanzados por la Guardia Revolucionaria iraní impactó contra la casa de Dizayee, matando también a su familia. Según los medios afines al régimen iraní, el trabajo del empresario kurdo era una tapadera del Mossad. También lo acusan de proteger y brindar apoyo a la agencia de inteligencia israelí en Erbil.

Las autoridades políticas tanto kurdas como iraquíes han condenado los ataques iraníes. El primer ministro kurdo, Masrour Barzani, calificó las acciones como un “crimen contra el pueblo kurdo”, mientras que el Gobierno iraquí convocó al encargado de negocios de Irán en Bagdad para expresar su rechazo hacia los ataques. Bagdad también aseguró que tomaría todas las medidas legales contra lo que tachó de “violación de la soberanía de Irak”.

Una manifestación frente a la oficina de las Naciones Unidas un día después de que varias zonas de la ciudad de Erbil fueran alcanzadas por misiles lanzados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán 
 - Safin HAMID / AFP
Una manifestación frente a la oficina de las Naciones Unidas un día después de que varias zonas de la ciudad de Erbil fueran alcanzadas por misiles lanzados por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán - Safin HAMID / AFP

Irán justificó sus acciones mencionando “las recientes atrocidades del régimen sionista, que provocaron el asesinato de comandantes de la Guardia Revolucionaria y del Eje de Resistencia”. A finales de diciembre, un ataque aéreo israelí asesinó al general Seyed Razi Musavi, asesor de la Guardia Revolucionaria en Siria.

No obstante, no es la primera vez que Irán ataca el Kurdistán iraquí. De acuerdo con Teherán, la region alberga grupos separatistas iraníes, así como agentes afines a Israel.

Mientras Irán ataca el Kurdistán iraquí, Turquía hace lo propio con las comunidades kurdas del norte de Siria, región que lleva bombardeando semanas aprovechando que el foco de atención internacional está puesto en Gaza.

Una de las ciudades más castigadas está siendo Rojava, donde los ataques turcos han dejado sin luz a la población local. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (SOHR, por sus siglas en inglés), 146 personas murieron el año pasado en el norte de Siria a consecuencia de los ataques turcos, que también han destruido infraestructuras civiles y militares.

En las últimas horas, la Guardia Revolucionaria iraní también lanzó ataques contra el norte de Siria, en concreto, contra objetivos vinculados al Daesh, organización terrorista que se atribuyó la responsabilidad del atentado durante la conmemoración del general Qassem Soleimani a principios de mes. 

Estos últimos acontecimientos, sobre todo el ataque contra un supuesto centro de espionaje del Mossad, aumentan aún más la tensión en Oriente Medio, así como los temores de que la guerra de Gaza se expanda, un escenario que los líderes internacionales y regionales tratan de evitar a través de la diplomacia. 

"En esta escalada de tensiones, Irán tiene que mover ficha”, indica Daniel Bashandeh, analista político. Bashandeh señala que, con el fin de evitar un choque directo, Irán llevará acabo acciones “dentro de su esfera de influencia”. “De esta forma, Irán demuestra que tiene capacidad de respuesta tras el último atentado y la muerte de uno de sus generales en Siria. Con ello, Irán quiere alejar cualquier amenaza de sus fronteras”, afirma. 

“A Irán le interesa mantener un estado de tensión constante para poder justificar su retórica revolucionaria y sobre todo mantener en alerta a la sociedad iraní: mantener el relato de enemigos y partidarios a través de una amenaza exterior”, explica Bashandeh.

Además del conflicto entre Israel y Hamás, hay que sumar los enfrentamientos entre el Ejército israelí y Hezbolá, las acciones desestabilizadoras de los hutíes en el mar Rojo, así como los ataques de represalia de Estados Unidos y Reino Unidos contra posiciones de los rebeldes yemeníes.