El miércoles, el presidente iraní, Ibrahim Raisi, inició una gira por tres naciones africanas con el objetivo de fortalecer los lazos políticos y económicos de Teherán con la región ante las sanciones de Estados Unidos y la rivalidad global.
Raisi viajó a Uganda para reunirse con su homólogo, Yoweri Museveni, y discutir la posibilidad de profundizar los lazos bilaterales. Su encuentro se produjo después de que él sostuviera una reunión con el presidente de Kenia, William Ruto, durante la cual trataron temas de interés común y firmaron varios acuerdos de cooperación. Posteriormente, Raisi visitó el jueves Zimbabue, donde se reunió con el jefe de Estado, Emmerson Mnangagwa, y buscó impulsar la colaboración en los ámbitos económico, político y cultural.

Según los informes, el presidente iraní expresó su voluntad de aumentar la cooperación con Kenia y otras naciones africanas, así como de impartirles conocimientos técnicos y científicos, según el medio de comunicación Al-Arab. Además, criticó a Occidente por explotar los recursos naturales de África y se posicionó como un amigo sincero y un verdadero socio en el desarrollo del continente.
En un clima de reconciliación y comunicación entre El Cairo y Teherán que pretende normalizar los lazos diplomáticos y promover el intercambio turístico y cultural entre ambos países, Egipto no expresa oposición ni resistencia alguna a la presencia y expansión de Irán en el continente africano. Esto está en línea con una tendencia más amplia de las naciones árabes a disminuir las tensiones y hostilidades con la República Islámica.
Los conflictos y crisis de la región del Sahel y el Sáhara, que suponen una amenaza para la estabilidad y la seguridad de los países vecinos, especialmente Marruecos, que mantiene diferencias históricas y territoriales con Argelia, han hecho que Argelia se perfile como un aliado estratégico de Teherán para reforzar su posición e influencia en el norte de África.
De acuerdo con el medio árabe, los analistas consideran que Irán puede sacar provecho de la rivalidad y la competencia de las grandes potencias por el control y el acceso a los recursos y los mercados económicos en África, y está buscando desempeñar un papel complementario y subordinado apoyado por los grupos sectarios que ha fomentado y financiado en algunos países africanos, y la red de contactos e influencias de Hezbolá dentro de la diáspora libanesa en el continente para establecer alianzas económicas que le faciliten el camino para incrementar su presencia e influencia política y social en África, lo que le permitirá en una etapa posterior crear y organizar milicias, capacitarlas, proveerlas con armas y convertirlas en instrumentos similares a los que dispone en Oriente Medio, como las milicias afines en Irak, Hezbolá en Líbano y los hutíes en Yemen.
Los esfuerzos de Irán para fortalecer los lazos internacionales se perciben como un esfuerzo por disminuir la presión y el aislamiento que las sanciones económicas de Estados Unidos han impuesto al país. Junto con el viaje que realizó a varias naciones latinoamericanas en junio, esta es una de las giras que ha realizado Irán para ampliar sus lazos y buscar apoyo político y económico.