Israel ha anunciado que cerrará su único paso fronterizo con la Franja de Gaza, el cruce de Erez, como respuesta a los nuevos misiles lanzados contra Israel desde este enclave. Estos ataques forman parte de una sucesión de agresiones que llevan produciéndose a lo largo de esta semana, contribuyendo a una escalada de violencia preocupante que enquista, todavía más, un conflicto que ya cumple cuatro décadas.
A estos lanzamientos le han precedido nuevas confrontaciones entre las autoridades israelíes y palestinos en la Explanada de las Mezquitas. En este último mes, coincidiendo con la celebración del Ramadán y la Pascua judía, además de la cristiana, las tensiones entre la policía israelí y los palestinos de Jerusalén han estallado hasta el punto de que se han producido ataques violentos que han dejado decenas de heridos y detenciones.

En esta línea, estos disturbios han hecho sonar las alarmas a nivel internacional justo un año después de que una violencia similar provocase una confrontación militar de aproximadamente 11 días que enfrentó a Israel y al grupo Hamás. Según ha comunicado la unidad del Ministerio de Defensa israelí responsable de los asuntos civiles palestinos (COGAT), “tras los cohetes lanzados anoche desde la Franja de Gaza hacia el territorio israelí, se ha decidido que el próximo domingo no se permitirán los cruces a Israel de comerciantes y trabajadores gazatíes a través del cruce de Erez”.
Según han informado, los cohetes se habrían lanzado durante esta madrugada desde la Franja de Gaza y estaban dirigidos hacia el sur de Israel. Uno de ellos consiguió impactar en territorio israelí y otro no consiguió llegar a su destino, colisionando cerca de un edificio residencial en el norte de Gaza.

Asimismo, esta misma mañana se disparó un tercer cohete contra Israel. A pesar de estas ofensivas, el Ejército israelí no ha respondido, cambiando así la retórica que estaban empleando con los anteriores ataques en un intento de tratar de evitar la violencia, aunque el cierre del cruce de Erez supone un duro golpe económico para los habitantes de Gaza. De acuerdo con el COGAT, “la reapertura del cruce se decidirá de acuerdo con una evaluación de la situación de seguridad”.
Además, esta nueva actuación por parte de Tel Aviv se produce después de que el Comité Ministerial Árabe se reuniese en Jordania con el fin de condenar las agresiones perpetradas por las autoridades israelís contra los musulmanes que acudían a rezar a la mezquita de Al-Aqsa. Asimismo, los integrantes instaron a Estados Unidos a tomar cartas en el asunto, argumentando que estas agresiones “amenazan con iniciar un ciclo de violencia que amenaza la seguridad y la estabilidad en la región y el mundo”.

Al menos 200 personas han resultado heridas como consecuencia de las confrontaciones. De acuerdo con la Medialuna Roja palestina 57 personas resultaron heridas este viernes después de que la policía irrumpiese en el recinto de la Ciudad Vieja de Jerusalén. A su llegada, decenas de palestinos comenzaron a lanzar piedras hacia el Muro Occidental, el lugar más sagrado para el rezo de los judíos.
Esta escalada de violencia ha propiciado, del mismo modo, la condena por parte de las Naciones Unidas que ya ha exigido una investigación sobre la actuación de las autoridades israelíes. Así lo ha confirmado la portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Ravina Shamdasani, quien ha declarado que “el uso de la fuerza por parte de la policía israelí, que ha provocado lesiones generalizadas entre los fieles y el personal en el recinto de la mezquita de Al-Aqsa y sus alrededores, debe ser investigado con prontitud, imparcialidad, independencia y transparencia”.