El jefe de los nacionalistas marroquíes acusa a Benkirane de “servir los intereses de los generales argelinos”

Por Rachid Elalamy
Foto: Hamid Chabat y Abdelilah Benkirane. Eran otro tiempos.
El primer ministro de Marruecos, el islamista Abdelilah Benkirane, que lidera el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), y el secretario general del nacionalista Partido Istiqlal (PI), Hamid Chabat, que es también alcalde de Fez y exlíder sindical, están al borde de la ruptura total, tanto en lo político como en lo personal. Los dos partidos y otras fuerzas gobernaron juntos durante la primera etapa del mandato de Benkirane. Después, el PI, que es un partido conservador y de centroderecha, se salió del Gobierno y se echó al monte. La decisión adoptada el 11 de mayo de 2013 por Chabat de abandonar el Gobierno encendió las tensiones en el seno del Ejecutivo de Benkirane. El rey de Marruecos, Mohammed VI, intervino e intentó convencer a Chabat de mantener a sus ministros en el cargo. Pero el monarca no lo consiguió. El PI acusó a Benkirane de monopolizar la toma de decisiones y de ser incapaz de “tomar en consideración la gravedad de la situación económica y social”. En noviembre de 2013, Benkirane formó un nuevo gabinete con otras tres fuerzas políticas: los berberistas conservadores del MP, los centristas liberales del RNI y los excomunistas del PPS. Menos de un año después, Benkirane y Chabat están a la greña un día sí y otro también. El más beligerante de los dos es el líder del PI y de facto jefe de la oposición parlamentaria al Gobierno de Benkirane. Chabat ha acusado al primer ministro de cosas tremendas, como, por ejemplo, de ser un agente del Mossad (servicios secretos israelíes) o de apoyar políticamente a los yihadistas que siembran el terror en Irak y Siria. Además, el PI y los socialistas de la USFP no descartan boicotear las elecciones municipales de 2015, porque consideran que no reúnen las condiciones para llevarse a cabo de forma transparente, y han impulsado un bloque antigubernamental en el Parlamento y en la calle. El último anuncio de Chabat fue una protesta en la parte marroquí de la frontera de Zouj Bghal con Argelia, para exigir su reapertura. Chabat cumplió su palabra el 21 de septiembre. Viajó a la ciudad de Uchda, que se encuentra a unos pocos kilómetros del puesto fronterizo, pero no pudo llevar a cabo su protesta, porque ésta fue prohibida por las autoridades por motivos de seguridad y orden público. Se tuvo que contentar con un mitin en una sala de Uchda.
Marroquinidad del Sáhara
La reacción de Chabat no se hizo esperar. El líder nacionalista acusó a Benkirane de “servir los intereses de los generales argelinos”, y defendió la marroquinidad del Sáhara occidental frente a Argelia, que apoya las reivindicaciones independentistas del Frente Polisario. “Recuperar el Sáhara occidental es la única vía para la realización de la integración magrebí”, aseguró Chabat. Tuvo palabras muy duras contra los dirigentes de Argel, y consideró que “los argelinos se merecen un presidente jóven y dinámico” como el rey Mohamed VI y no una persona mayor y enferma como Abdelaziz Buteflika. El secretario general del PI acusó a Benkirane de ser el responsable de la prohibición del acto reivindicativo ante el puesto fronterizo de Zouj Bghal. El dirigente del PJD Abdelaziz Aftati fue uno de los más fervientes defensores de esta prohibición. Antes de que el PI intentará manifestarse ante el puesto fronterizo, algunos medios argelinos denunciaron la iniciativa y pidieron firmeza a las autoridades de su país.
Petición a la ONU
Por otra parte, la representante especial del secretario general de la ONU, Ban Ki moon, para la cuestión de los niños y los conflictos armados, la argelina Leila Zerrougui, recibió una petición que circula por Internet para la apertura de una investigación internacional sobre el sufrimiento de los niños saharauis en los campamentos de refugiados controlados por el Polisario en Tinduf (Sáhara argelino). La iniciativa fue lanzada por la Asociación Forum de la Infancia, que tiene su sede en Rabat. Según esta ONG, “los derechos de los niños son, en primer lugar, el derecho a la educación, la salud y a un ambiente sano”. Este colectivo cree que los campamentos de Tinduf no reúnen estas condiciones, y denuncia los desplazamientos forzados de niños y adolescentes saharauis a Cuba. En este país del Caribe, los menores saharauis realizan estudios y reciben también formación militar y adoctrinamiento ideológico. Algunas familias saharauis y víctimas de esta práctica inhumana ya lo habían denunciado a la comunidad internacional. En España, estas denuncias tienen un escaso eco, porque las asociaciones de apoyo al Polisario subvencionadas por la administración pública y una parte de los medios han establecido un cerco mediático contra las tesis desfavorables al movimiento independentista saharaui liderado por Mohamed Abdelaziz.