Macron y Sunak escenificaron la reconciliación tras las turbulencias de la era post-Brexit

La causa migratoria encauza las relaciones entre Francia y Reino Unido

PHOTO/KIN CHEUNG via REUTERS - El primer ministro británico, Rishi Sunak, y el presidente francés, Emmanuel Macron, acordaron un nuevo pacto para detener la migración ilegal a través del Canal después de una cumbre en París el 10 de marzo de 2023 con el objetivo de superar años de tensiones por el Brexit

Francia y Reino Unido suturan la herida abierta por el Brexit. El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió la semana pasada en el Elíseo al primer ministro británico, Rishi Sunak, en la primera visita oficial a París de un inquilino del 10 de Downing Street desde que lo hiciera Boris Johnson por última vez en 2019. Los líderes escenificaron el reencuentro entre ambos países cinco años después del referéndum que accionó la traumática salida de Reino Unido de la Unión Europea. 

Las tensiones han sido una constante en la era post-Brexit. La crisis bilateral se agudizó en septiembre de 2021 tras el anuncio del Aukus, el acuerdo militar firmado esta misma semana que fue gestado in péctore por la anglosfera para proporcionar submarinos nucleares a Australia con el objetivo de contrarrestar la creciente presencia militar de China en el Indo-Pacífico. Las fricciones salieron a flote porque Francia ya se había colocado como suministrador armamentístico de Australia, pero la aparición en escena de Estados Unidos y Reino Unido apartó de la ecuación al Elíseo. Los contratos firmados quedaron en papel mojado.

Los submarinos no estarán listos hasta dentro de dos décadas, pero la mera firma del acuerdo supuso un revés para las aspiraciones de Francia en el Indo-Pacífico, una región en la que ha visto perder su influencia de un plumazo a manos de sus propios aliados. Consciente del agravio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo una conversación telefónica con Macron horas antes de presentar públicamente el proyecto para mantenerle al tanto. La aparente sintonía a ambos lados del Atlántico ha servido para reconducir parcialmente la situación, pero el Elíseo no ha olvidado el gesto, ni ignora el papel que jugó entonces Reino Unido. 

Aukus

El Aukus no ha sido el único frente en el que han colisionado sus intereses. Los derechos de pesca en el canal de la Mancha también han envenenado las relaciones franco-británicas en el último lustro. Las tensiones alcanzaron su clímax en 2021, cuando las Armadas francesa y británica desplegaron buques de guerra en Jersey durante un conato de enfrentamiento entre barcos pesqueros. El asunto no llegó a mayores. 

Con todo, la crisis migratoria es quizá el expediente que más distancia sus agendas. El Gobierno británico ha destinado unos 130 millones de euros al Elíseo desde 2015 para reforzar los controles en el canal, pero el número de migrantes que zarpa de las costas francesas para llegar a Reino Unido no ha hecho más que aumentar. Menos de 300 personas indocumentadas llegaron a Reino Unido tras cruzar el canal de la Mancha en 2018. En apenas cinco años, el volumen que llega a las costas británicas ha crecido de forma exponencial. En 2022, fueron más de 45.000 personas, según los datos oficiales. 

“Si somos sinceros, la relación entre nuestros países ha tenido sus dificultades en los últimos años”, reconoció Sunak en una rueda de prensa posterior al encuentro con Macron. “La reunión de hoy marca un nuevo comienzo”. El presidente francés recogió el guante: “Tenemos que arreglar las consecuencias del Brexit. Probablemente algunas de esas consecuencias se subestimaron, pero tenemos que arreglarlas”. 

Rishi Sunak

Las estadísticas sacan los colores al Partido Conservador, en el Gobierno desde la agónica victoria del ‘Sí’ en el referéndum del Brexit. Los tories hicieron del control de las fronteras uno de sus principales argumentos para la salida. Pero están lejos de cumplir sus promesas. Entre otras cuestiones, porque la salida de la UE dejó a Reino Unido sin marco legal para gestionar la migración. El tiempo apremia para Sunak, que está en la obligación de resolver el problema si quiere sobrevivir después de los comicios de 2024. 

Su sintonía con Macron resultó evidente durante su tête à tête en el Elíseo. Los dos son inusualmente jóvenes para su cargo (Macron tiene 44 años; Sunak, 42), destacan por su marcado perfil neoliberal y comparten una carrera de éxito en el sector de las finanzas. Los dos trabajaron como como banqueros de inversión, y llegaron a amasar una gran fortuna en el sector privado, antes de dar el salto a la arena política. Los dos gobiernan, además, dos países que experimentan en la actualidad huelgas multitudinarias y fuertes convulsiones sociales. Hablan el mismo idioma, se entienden. 

Nada que ver con la amarga relación que mantuvieron en su día Macron y Boris Johnson. Se despreciaban el uno al otro. La efímera Liz Truss ni siquiera tuvo tiempo suficiente para conocer en profundidad a Macron, aunque dijo de él que no sabía si era “amigo” o “enemigo”. Con Sunak es distinto.

Por eso no sorprendió que alcanzaran una batería de acuerdos en materia migratoria. Cerraron la construcción de un nuevo centro de detención de migrantes en la zona de Dunkerque, un nuevo centro de mando con los equipos concentrados en un mismo área, un refuerzo de 500 de agentes para patrullar las playas y más drones y tecnologías de vigilancia. La financiación corre a cargo de Reino Unido, que aportará más de 540 millones de euros a Francia durante los próximos tres años. Pero Macron no dio luz verde a que los solicitantes de asilo británicos fueran devueltos a suelo francés, como exigía Sunak. Para el Elíseo es una línea roja. El presidente francés dejó claro que esta cuestión tendría que decidirse en una negociación en la que el resto de los miembros de la Unión Europea tenga voz.

Canal de la Mancha

Más allá del dosier de la migración, otro de los motivos de peso que ha facilitado el acercamiento bilateral es su condición de aliados occidentales, reforzada tras la invasión rusa de Ucrania. Aunque la ayuda militar británica a Kiev es muy superior a la francesa, Macron ha dado por amortizada la ventana del diálogo con Putin y las concesiones diplomáticas a Rusia. A esto se suma que Francia y Reino Unido son las dos únicas potencias nucleares de Europa, con asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. 

El acercamiento con Francia por parte de Reino Unido se interpretó como un acercamiento con los Veintisiete en su conjunto. Macron felicitó a Sunak por el "nuevo comienzo” auspiciado por el denominado acuerdo marco de Windsor, firmado hace dos semanas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que ponía fin a una amarga disputa entre Londres y Bruselas a cuenta de las normas comerciales post-Brexit en Irlanda del Norte. 

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