La inagotable ayuda de Emiratos Árabes Unidos sustenta el optimismo de Turquía y Siria
El terremoto de hace dos lunes no solo derrumbó cientos de edificios previamente martirizados por la guerra de Siria. Igualmente removió la conciencia de sus vecinos árabes, algunos de los cuales llevaban 12 años excluyendo a Bachar al-Asad. Por primera vez desde 2011, un avión saudí que transportaba toneladas de ayuda aterrizó en Alepo. Por primera vez desde entonces, un ministro de Relaciones Exteriores jordano llegó a Damasco. No mucho antes de eso, su homólogo emiratí lo volvió a hacer. De hecho, los Emiratos Árabes Unidos están liderando el proceso de descongelamiento de relaciones junto con el régimen sirio. Abu Dabi le ofreció 100 millones de dólares -una cuarta parte de lo que pide Naciones Unidas- y de hecho desplegó transporte aéreo humanitario.
Hasta el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, llamó por primera vez a Bachar al-Asad. Este, mientras tanto, accedió el martes a que la ayuda de la ONU pudiera entrar en la zona de Siria que no controla por tres pasos fronterizos, en lugar de uno. Al otro lado, en la provincia de Idlib, hierve la Siria que perdió la guerra, con sus desplazados, sus extremistas suníes en la órbita de Al-Qaeda, sus mujeres de negro de la cabeza a los pies y sus cascos blancos. Una representación de este servicio de rescate fue felicitada por el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, en la base de la OTAN de Incirlik, en su primera visita a Turquía.
El jueves, en su primer mensaje televisado tras el seísmo, el heredero de Hafez al-Asad admitió que “la escala del desastre rebasa los recursos disponibles”. Si bien ofrecía “una oportunidad” para plantar cara a “problemas acumulados”, como las sanciones. En realidad, Washington ya había dicho que permitirá durante tres meses las transacciones con objetivos humanitarios. Hasta en la Siria “rebelde” se admitía estos días que el actual limbo político ha dificultado las operaciones de rescate. Por no hablar de la anomalía de que los dos países unidos por la catástrofe, Siria y Turquía no mantengan relaciones. El caso es que la fragmentación y postración de Siria, prolongada por terceras partes y por el propio rechazo de Al-Asad a una negociación política, ha costado vidas.
Es en esta situación donde el apoyo de Emiratos se aprecia mejor. Un total de 76 aviones de carga con 2.535 toneladas de productos de socorro han volado a Siria, mientras que 42 aviones con 840 toneladas de ayuda han llegado a Turquía, lo que eleva a 118 el número total de vuelos con 3.375 toneladas de alimentos, suministros médicos y tiendas de campaña, como parte de la operación, hasta la fecha. Utilizando herramientas y equipos de búsqueda de primera categoría, las brigadas de rescate de los EAU siguen adelante con su misión de salvar a las personas atrapadas bajo los restos del naufragio.
Además, se construyó el hospital de campaña Sheikh Mohammed bin Zayed en el distrito de Reyhanlı, provincia de Hatay, Turquía, y comenzó a recibir a los heridos tras el terremoto que sacudió al país recientemente, como parte de la Operación “Caballero caballeresco / 2”. Saeed Thani Hareb al-Dhaheri, embajador de los EAU en Turquía, asistió a la inauguración del hospital junto con varios funcionarios turcos en presencia del Estado Mayor de la Brigada, el Dr. Sarhan al-Neyadi, comandante del Cuerpo de Servicios Médicos del Ministerio de Defensa de los Emiratos Árabes Unidos. El hospital cuenta con 200 camas, además de 20 camas de cuidados intensivos, dos quirófanos completamente equipados, dos salas de cuidados intensivos, laboratorios y una farmacia.
Asimismo, la ayuda que recibió Siria llegó más tarde y en cantidades más pequeñas que muchos otros donantes a Turquía. Sin embargo, decenas de aviones fueron enviados a Damasco, Alepo y Latakia a través de países amigos como Rusia, Irán, Irak, Argelia, Armenia, India, Bangladesh y Venezuela. Paradójicamente, mientras el terremoto mató a 6.000 personas en Siria, muchos más sirios murieron o quedaron atrapados en Turquía. Ankara ahora permite que los refugiados sobrevivientes regresen a su país, prometiendo recibirlos dentro de tres meses. Así, miles de sirios han cruzado la frontera sin obtener asilo en Turquía. Aunque 2.000 con los pies por delante, para ser enterrados.
El embajador Al-Dhaheri dijo que el hospital se abrió bajo la dirección de los líderes de los Emiratos Árabes Unidos para aliviar el dolor de las personas afectadas por el terremoto. Señaló que el hospital, construido en un tiempo récord, demuestra el enfoque y el entusiasmo de los EAU para brindar atención médica a los afectados por el terremoto y, al mismo tiempo, señaló que el régimen árabe está trabajando con las autoridades turcas para evaluar y determinar los requisitos necesarios para estas personas. El hospital fue construido en solo cinco días y está dirigido por un equipo de expertos emiratíes de todos los campos.
Es el segundo hospital que se abre del país del Golfo después de la inauguración del Hospital de Socorro de los Emiratos en el distrito de Islahiye de Gaziantep el 13 de febrero, que brinda diagnóstico y tratamiento básicos para las víctimas de animales terrestres. La asistencia humanitaria y médica es parte de la respuesta de emergencia tras el terremoto que devastó Siria y Turquía. Con una extensión de 40.000 metros cuadrados, el hospital cuenta con 50 camas y cuatro camas de cuidados intensivos y ha realizado tres cirugías mayores mientras continúa su trabajo humanitario para aliviar el dolor de las víctimas del terremoto. El Hospital de Campo İslahiye de los Emiratos Árabes Unidos en Gaziantep, Turquía, brindó apoyo médico y psicológico de emergencia a 174 víctimas de los recientes terremotos que afectaron a Turquía y Siria.
