A pesar de que las tendencias del último GTI 2020 son positivas, hay zonas a las que se debe prestar especial atención

Las tendencias del terrorismo en 2019

photo_camera AFP/JEWEL SAMAD - Personal de seguridad de Sri Lanka inspecciona los restos de una explosión

El número de muertes por ataques terroristas, de acuerdo con el Global Terrorism Index de 2020 que publica el Institute of Economics and Peace, desciende por quinto año consecutivo, desde que se alcanzase el pico en 2014. Es, sin duda, una tendencia remarcablemente positiva. Respecto a 2018, la cifra total de víctimas mortales por terrorismo se ha reducido en un 15,5%, situándose en 13.826. El GTI es un índice publicado anualmente por el IEP, un think tank ubicado en Sídney, Australia, que se nutre para elaborar estos índices, de los datos recogidos por el National Consortium for the Study of Terrorism and Responses to Terrorism (START) de la Universidad de Maryland.

Atalayar_Portada GTI 2020

Aunque la progresiva reducción del número de víctimas del terrorismo es una señal positiva, sigue siendo alarmante el hecho de que casi la mitad de las muertes se produzcan en un solo país: Afganistán. Aun ostentando esa primera posición, el país afgano ha conseguido reducir también su cifra total más de un 22%, manteniéndose pese a ello, junto con Nigeria, como los únicos países en los que el número de víctimas mortales por terrorismo supera el millar. Es reseñable también, que de los diez ataques más mortíferos de los que se han sucedido en 2019, seis hayan tenido lugar entre estos dos países, cuatro en Afganistán y dos en Nigeria. Siendo Sri Lanka el país en el que se llevó a cabo el ataque con más víctimas mortales, con 266.

Atalayar_Victimas por terrorismo

Si atendemos a la región del Sahel, en particular a los países que confluyen en la violenta área de las tres fronteras, Mali, Burkina Faso y Níger, observamos que su tendencia sí es muy preocupante. De hecho, es en Burkina Faso donde el número de muertos más ha ascendido, 507 más respecto a 2018, estando de la misma forma Mali y Níger entre los países cuyo número de muertos más ha aumentado respecto al año anterior. Otros países donde el terrorismo se encuentra al alza serían Mozambique, la República Democrática del Congo, Yemen o Camerún.

Atalayar_Países crecimiento terrorismo

Otro de los aspectos interesantes del GTI, es la medición del impacto económico del terrorismo, algo que desde que alcanzase su pico en 2014 se ha ido reduciendo significativamente en paralelo al descenso en la cifra total de víctimas mortales. En particular para 2019, el impacto económico, medido por el número de muertes, la pérdida de PIB o los daños a la propiedad, se ha reducido en un 25% respecto a 2018, volviendo a cifras inferiores incluso al año 2006. Afganistán vuelve a ocupar lo alto de la tabla de países cuya economía se ha visto más afectada por el terrorismo, siendo en este caso Siria el segundo y Nigeria, la tercera economía que más se ha contraído a causa del terrorismo. A estos tres países le siguen Mali y Burkina Faso, con un impacto del terrorismo del 1,9% del PIB, lo que da cuenta también de cómo está afectando la deriva violenta en la que están sumidos ambos países.

Atalayar_Impacto económico del terrorismo

Es importante valorar la situación en la que se encuentran los países más sacudidos por el terrorismo. Según el GTI de 2020, el 96% de las víctimas mortales por terrorismo se producen en países que se encuentran en conflicto, ya sea éste de guerra abierta o de menor entidad, lo que evidencia que el terrorismo se nutre de la inestabilidad e inseguridad preexistentes para consolidar su presencia. También cabe destacar que a diferencia del trienio 2014-2016, cuando el número de víctimas civiles fue muy superior al de fuerzas de carácter policial o militar, esa cifra se ha ido haciendo pareja, siendo incluso durante 2019 ligeramente superior la de las víctimas no civiles.

Finalmente, y dejando de lado el terrorismo de carácter yihadista que suele copar los grandes números, el GTI también atiende a los ataques terroristas de otra índole, como pueden ser aquellos con carácter político de extrema derecha o extrema izquierda. Aunque el número de incidentes es muy inferior al terrorismo yihadista, y está muy lejos de las cifras que alcanzó el terrorismo de extrema izquierda durante los años 70, en la considerada por muchos como la tercera ola del terrorismo, desde 2014 se ha visto cierto repunte del terrorismo de estas características. Especialmente en el caso del terrorismo de extrema derecha, que desde 2015 mantiene su actividad en torno al medio centenar de incidentes al año, su cifra más alta en el último medio siglo.

Como podemos observar llegados a este punto, a nivel general el impacto del terrorismo ya sea en vidas o en términos económicos, presenta una tendencia claramente positiva, quedando ambas cifras lejos de la situación en torno a 2014. Sin embargo, es necesario destacar las tendencias preocupantes de algunos países del Sahel o de Mozambique.
 

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