Parece que llega el momento de la normalización total de los vínculos entre dos países considerados socios y vecinos históricos como Marruecos y España. Después de meses de encontronazos políticos y divergencias, el rey Mohamed VI ha invitado al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a la cena de ruptura del ayuno coincidente con el Ramadán de este mismo jueves con el objetivo claro de certificar la normalización de relaciones diplomáticas entre el Reino y la nación española.
Con motivo de la celebración del Iftar este jueves, la cena con la que se termina el preceptivo ayuno correspondiente al Ramadán, Mohamed VI y Pedro Sánchez se verán las caras tras la invitación cursada por el monarca alauí, como informó el medio Rue20 y como confirmó el ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares.
“El Iftar es la principal celebración del día durante el mes sagrado de los musulmanes por lo que invitar a un extranjero a participar supone una muestra de amistad”, como señaló el medio El País, que informó sobre la invitación realizada por Mohamed VI a Pedro Sánchez para que este acuda a Rabat y se celebre esta Reunión de Alto Nivel entre los dos máximos mandatarios de ambos países.
Este hecho relevante llega después de que Pedro Sánchez enviase una carta a Mohamed VI en la que reconocía la propuesta marroquí de amplia autonomía del Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí como la propuesta “más seria, realista y creíble” para arreglar el contencioso saharaui que dura ya más de 40 años después de que acabase la época colonial española en el territorio. Mohamed VI expresó el gran valor que para Marruecos tenía esta misiva enviada por el presidente español teniendo en cuenta la gran importancia que tiene la cuestión saharaui para el reino alauí.

Se especulaba con una inminente visita de Pedro Sánchez al Reino y va a efectuarse en principio este mismo jueves tras la invitación del monarca marroquí, algo que varió las agendas diplomáticas porque el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, iba a visitar Marruecos el pasado 1 de abril, viaje que se suspendió para posponerlo y englobarlo ya dentro de la visita presidencial de Pedro Sánchez, una vez que se había empezado a normalizar las relaciones entre ambas naciones.
Según informó el diario El País, el presidente del Gobierno de España tenía en su agenda marcada una reunión con el nuevo líder nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, este jueves también y se prevé que, por lo tanto, Pedro Sánchez viaje a Marruecos ya por la tarde para encontrarse con Mohamed VI.
El encuentro entre el rey de Marruecos y el presidente del Gobierno de España en una reunión al máximo nivel sería la escenificación definitiva de la vuelta a la normalidad en cuanto a los vínculos diplomáticos entre el país norteafricano y el europeo. Este importante colofón llega después de varios gestos de acercamiento que se han producido derivados del reconocimiento español al plan marroquí de amplia autonomía para el Sáhara Occidental bajo soberanía del Reino, el cual el Gobierno español calificó como el más serio, realista y creíble. Tras este movimiento político se produjeron otros gestos como la vuelta de la embajadora marroquí a Madrid.

Todo ello frente a la otra propuesta de referéndum de independencia del pueblo saharaui defendida por el Frente Polisario, que cuenta con escasos apoyos en el plano internacional, entre los que se encuentra el de Argelia.
La relación entre España y Marruecos se resquebrajó principalmente por la acogida del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en territorio español en abril de 2021 para ser tratado de una importante afección respiratoria en un hospital de Logroño. Marruecos denunció la falta de información por parte española respecto a este asunto y de cooperación de un país considerado socio y aliado y se sucedieron episodios que tensaron más la relación como la entrada masiva de miles de inmigrantes irregulares en Ceuta provenientes de territorio marroquí o la retirada de la embajadora del Reino en España.
La situación se fue reconduciendo gracias a gestos previos como el nombramiento de José Manuel Albares como ministro español de Asuntos Exteriores en sustitución de Arancha González Laya, marcada por el caso Ghali. Un José Manuel Albares que aplicó un perfil más cercano a Marruecos. Y también como los mensajes conciliadores lanzados por el rey de España, Felipe VI, considerando la buena vecindad y cooperación de dos naciones aliadas como España y Marruecos.
Detrás de estas quejas marroquíes subyacía el hecho de que el Reino echaba en falta el apoyo español a la iniciativa de Marruecos para solventar el problema del Sáhara Occidental; sobre todo, después de que importantes potencias como Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos, Alemania o Reino Unido hubiesen dado soporte a la fórmula marroquí de autonomía para el territorio saharaui.

El gran impulso lo dio el pasado Gobierno estadounidense de Donald Trump que apoyó en diciembre de 2020 la propuesta de autonomía del Sáhara Occidental bajo soberanía marroquí a cambio de que el Reino estableciese relaciones diplomáticas con Israel siguiendo la estela de los Acuerdos de Abraham sellados en septiembre de 2020 por los que diversos países árabes como Emiratos o Bahréin establecieron relaciones diplomáticas con el Estado israelí bajo el auspicio norteamericano. El posterior Ejecutivo de Joe Biden ha continuado con este apoyo estadounidense a la propuesta de Marruecos, coincidiendo con el buen acogimiento que ha tenido la iniciativa marroquí en el plano internacional. El reino alauí siempre ha defendido la negociación entre las partes enfrentadas para llegar a una solución política bajo los postulados de la Organización de Naciones Unidas entendiendo su propuesta de autonomía como la más realista y favorecedora de un progreso social, político y económico de la región y la propuesta se va asentando en principio como la más apoyada internacionalmente.