La presidenta de la Comisión Europea acompaña al mandatario francés en un desplazamiento crucial para los intereses de la UE

Macron y Von der Leyen aterrizan en China para distanciar a Xi Jinping del Kremlin

photo_camera PHOTO/EU COMMISSION - El presidente francés, Emmanuel Macron, recibe en el Elíseo a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen

Emmanuel Macron está en China. El presidente francés ha aterrizado a primera hora de la mañana del miércoles en Pekín en compañía de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para iniciar una visita oficial de tres días que los llevará a reunirse con el todopoderoso presidente chino, Xi Jinping, y su recién nombrado primer ministro, Li Qiang, en un contexto todavía marcado por la guerra en Ucrania y la alianza manifiesta entre Pekín y Moscú. El tándem europeo intentará convencer a Xi de que utilice su influencia sobre la Rusia de Vladímir Putin para detener la invasión. 

Macron será el segundo mandatario europeo en verse las caras con el presidente chino después del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien insistió a Xi en su visita a Pekín de la semana pasada que conversara con Zelenski sobre su propuesta de paz. A diferencia de Sánchez y el canciller alemán Olaf Scholz, el inquilino del Elíseo invitó a la presidenta de la Comisión a un desplazamiento que se adivina crucial para calibrar el enfoque de las relaciones de la Unión Europea con el gigante asiático en los próximos meses. Xi les recibirá el jueves. 

Con la asistencia de Von der Leyen, Macron pretende proyectar una imagen de unidad de acción en el seno de los Veintisiete, reforzar su perfil como líder político del continente –un liderazgo vacante desde la retirada de Angela Merkel– y, de paso, mandar un toque de atención a Scholz, señalado por su proximidad a Pekín tras permitir la entrada de capital chino en el puerto de Hamburgo –ciudad en la que el actual canciller alemán fue alcalde–, que decidió viajar en solitario a Pekín unas semanas después de que Xi revalidara sin oposición la secretaría general del Partido Comunista de China (PCCh), la lanzadera para certificar su tercer mandato al frente del país. 

Von der Leyen, por su parte, ya marcó posiciones antes del viaje. La alemana se mostró especialmente crítica con el papel de China en su discurso de hace una semana en Bruselas. “La forma en que China siga reaccionando a la guerra que libra Putin será un factor decisivo para el futuro de las relaciones entre la UE y China”, avisó la presidenta de la Comisión, consciente de los intereses económicos del gigante asiático en el continente y del papel que puede jugar la institución que preside a la hora de modular esas variables. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha puntualizado este miércoles que la Unión Europea necesita y quiere desarrollar “un compromiso constructivo con China para resolver los desafíos globales”. 

El Alto Representante para Política Exterior de la UE visitará Pekín los próximos días 13, 14 y 15 de este mes. Justo una semana antes, Macron y Von der Leyen tendrán tres días para reconfigurar sus relaciones con la nueva plana mayor del Gobierno chino tras el levantamiento de las severas restricciones implementadas en el marco de la política Covid cero. Unas restricciones que han mantenido aislada a China en estos tres últimos años y de las que ahora se trata de recomponer a marchas forzadas. 

En un detalle que simboliza las buenas relaciones a ambos lados del Atlántico a pesar de las discrepancias sobre algunos aspectos de fondo, Macron mantuvo una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, antes de despegar con destino Pekín. “Los dos jefes de Estado hablaron de su voluntad común de comprometer a China para acelerar el fin de la guerra en Ucrania y participar en la construcción de una paz duradera en la región”, precisó el Elíseo en el comunicado. 

Xi Jinping Vladímir Putin

“El interés de China es que no haya una guerra que dure”, aseguró Macron en su primera llegada a China más de tres años después. El inquilino del Elíseo cree que a Pekín no le interesa suministrar armas al Ejército ruso para su ofensiva en Ucrania porque la acción le convertiría en cómplice de una violación flagrante del derecho internacional. China es “uno de los pocos países, si no el único” que podría tener un impacto decisivo en el conflicto de Ucrania, “en un sentido o en otro”, reconoció un asesor del presidente galo antes de la visita en declaraciones recogidas por el diario Le Monde. 

El temor a que China sigua la senda de Irán y envíe armas a Rusia “ha sido expresado por muchos y nosotros también lo expresamos”, matizó Macron. Pero el discutido jefe de Estado francés, que atraviesa sus horas más bajas desde su reelección en abril del año pasado por la polémica reforma de las pensiones, que ha sacado a las calles a cientos de miles de manifestantes en su contra, dijo también que no amenazaría con imponer sanciones porque “amenaza nunca es una buena manera de comprometerse”. Por el contrario, Macron quiso referirse en buen tono al polémico borrador de 12 puntos redactado por la diplomacia china que contempla el detenimiento de las hostilidades en Ucrania: “Se trata de una voluntad de responsabilidad y de intentar construir un camino hacia la paz”. 

Para Macron, el diálogo con China es “esencial”. China puede “desempeñar un papel importante” en la resolución del conflicto dada su “estrecha relación con Rusia, que se ha reafirmado en los últimos días”, remarcó en alusión a la visita oficial de Xi a Moscú a mediados de marzo. El mandatario chino y el presidente ruso Vladímir Putin sellaron su “amistad sin límites” en un recibimiento con pompa y boato en los pasillos del Kremlin. Macron pidió que no se reedite una “lógica de bloques” ante la preocupación por las futuras relaciones entre China y Occidente. 

Más en Política