Mal día para Tebboune en Lisboa
Tebboune no podía imaginar semejante acogida por parte de la pequeña comunidad argelina de Lisboa. Le lanzaron tres huevos, uno de los cuales golpeó la puerta trasera de su coche, traído especialmente de Argel, y un grupo de argelinos residentes en la capital portuguesa corearon consignas hostiles al presidente de su país, ante el gran asombro de los funcionarios y habitantes de Lisboa. "Tebboune el defraudador traído de vuelta por los militares", "estado civil y no estado militar", "liberad a los detenidos...". Es la expresión de un pueblo harto que ya no quiere este régimen despótico. Un régimen que reprime todo impulso democrático, toda opinión libre y que encarcela diariamente a ciudadanos bajo la falsa acusación de "atentado a la seguridad nacional" o "atentado a la persona del presidente de la república" o "reunión desarmada", violando así la constitución que garantiza la libertad de manifestarse pacíficamente.
Una visita de Estado que empezó mal
A su llegada por la tarde al aeropuerto de Portela, donde no fue recibido por ninguna alta personalidad portuguesa, el presidente argelino se contentó con pasar la velada en compañía del personal diplomático argelino acreditado en Lisboa. Su actividad en la primera jornada de su visita de Estado se limitó a un encuentro con algunos miembros escogidos de la pequeña comunidad argelina en Lisboa. Ningún contacto con las autoridades portuguesas.
No fue hasta la mañana siguiente, en torno a las 10.00 horas, cuando comenzó realmente la visita de Estado con la solemne bienvenida de su homólogo portugués, D. Marcelo Rebelo de Sousa, en la Praça do Império (Plaza del Imperio), cerca de la sede de la Presidencia de la República Portuguesa. La ceremonia de bienvenida irá seguida de un encuentro cara a cara entre los dos jefes de Estado antes de que los debates se amplíen a las delegaciones de ambos países. La reunión con el anfitrión portugués terminó con una rueda de prensa en una sala en la que no había periodistas argelinos.
Tras dejar a su anfitrión, Tebboune se dirigió al ayuntamiento de Lisboa, donde se le entregaron simbólicamente las llaves de la ciudad. Una ciudad en la que sufrió la humillación más amarga de su vida cuando fue abucheado por la comunidad argelina y su coche recibió un huevo. Esto bastó para estropear una estancia deslucida que no estuvo a la altura de las expectativas del régimen argelino, horrorizado al ver que la visita de Estado no le aportó nada.
Hay que señalar que la prensa argelina, ya sea del sector público o privado, no fue invitada a acompañar al presidente en su viaje a Portugal. Esto se ha convertido en una costumbre con Tebboune que, sin embargo, mantiene buenas relaciones con los periodistas y jefes de prensa cuando era Ministro de Vivienda. Esto explica la escasa cobertura mediática de esta visita. La prensa argelina ni siquiera disponía del programa de la visita. Ni siquiera la cena ofrecida por el Presidente Marcelo Rebelo de Sousa fue anunciada por los medios argelinos. Ni siquiera el portal electrónico de la presidencia de la república. Bajo otros cielos, la ausencia de la prensa habría sido calificada de boicot que expresa un divorcio entre los medios de comunicación y la autoridad suprema del país. Este no es en absoluto el caso, y es impensable en un país donde la prensa está totalmente sometida al gobierno. Sin duda, esta ausencia viene dictada por los que toman las decisiones entre bastidores, por razones fáciles de adivinar.
El otro punto a destacar es el transporte del coche presidencial de Argel a Lisboa. A bordo del mismo viajó Tebboune durante esta visita. Según informaciones de fuentes próximas a El-Mouradia, este coche está especialmente equipado para Tebboune, que sufre una discapacidad en el pie desde la operación a la que se sometió en Alemania en 2020. Esta discapacidad es claramente visible en su caminar junto a su homólogo portugués. Así se pudo comprobar durante su visita a Turquía en mayo de 2022.
