Redacción Atalayar/Agencias
Pie de foto: Garita de puesto avanzado donde fue atacado el militar español fallecido en el Líbano
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha dicho este jueves que está «probado» que la muerte del militar español Francisco Javier Soria en Líbano fue por «fuego israelí» y ha resaltado que el Gobierno israelí le ha garantizado la «máxima colaboración» para «extraer las conclusiones que sean oportunas».
«Es probado que el soldado español murió como consecuencia de un bombardeo israelí que era consecuencia a su vez del ataque con cohetes por parte de Hezbolá, que causaron la muerte de dos soldados israelitas y siete heridos», ha dicho García-Margallo en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Exteriores de la UE.
Esta es la conclusión que se desprende, según Margallo, de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU celebrada este miércoles y de la información posterior difundida por Naciones Unidas.
«Es probado también que 30 granadas cayeron en la zona azul, en la zona neutral, zona de separación de los contendientes y es probado también que el soldado español estaba en una posición fija», ha resaltado el jefe de la diplomacia española. «Es prematuro sacar cualquier otra conclusión y por eso hemos pedido una investigación en Naciones Unidas y la colaboración del Gobierno israelí en la buena marcha de esa investigación», ha agregado.
Margallo ha explicado que el propio Gobierno israelí ha reconocido ante la ONU que «uno de los morteros disparados por ellos había causado la muerte al soldado español» y que «lamentan haber causado un incidente con Naciones Unidas y que van a investigar este tema».
«A partir de ahí, hay que esperar cómo avanza la investigación. El ministro de Asuntos Exteriores israelí me garantizó la máxima colaboración de su Gobierno en esta investigación para extraer las conclusiones que sean oportunas», ha señalado el jefe de la diplomacia española.
Durante la reunión de este jueves dedicada a Ucrania, los ministros de Exteriores de la UE han dado su pésame a Margallo por la muerte del soldado español y han acordado discutir la situación en el sur del Líbano en su reunión de febrero o marzo.".

García Margallo ha abundado en que "en todo estos conflictos, hay un riesgo, es evidente que una zona de inestabilidad como la que existe en aquel área, existe y es una zona de riesgo, y, por ello, hay que valorar el sacrificio y el esfuerzo que los españoles y las españolas están haciendo en colaborar para el mantenimiento de la paz". Con todo, el ministro de Exteriores ha reconocido que la zona de 'línea azul' donde se encontraba el soldado fallecido "es perfectamente conocida por todas las partes que actúan en el Líbano y en Israel, es una zona establecida hace mucho tiempo y perfectamente situada, detectada, conocida y señalizada". Sobre la petición de posibles responsabilidades, ha adelantado que "no hay que pedir nunca la carreta antes que los bueyes, lo que hemos pedido y hemos conseguido es que Naciones Unidas que es al que corresponde haga una investigación completa, exhaustiva y urgente, y hemos pedido a Israel que colabore". "Cuando se produzcan los resultados de esta investigación, será la hora de esclarece si, cuándo y a quién hay que exigir responsabilidades. Pero vamos a dejar que siga. Nuestra labor en estos momentos, aparte de atender, por supuesto, a la familia de nuestro compatriota muerto, es que la investigación se ponga en marcha, que se sustancie lo más pronto posible y que sea completa. Y será el momento de establecer responsabilidades", ha concluido.

Llegan a Córdoba los restos mortales
El féretro del cabo Francisco Javier Soria, fallecido ayer en un bombardeo israelí en el sur del Líbano, llegó este jueves al aeropuerto de Córdoba después de que fuera repatriado esta misma mañana desde Beirut.
Dos soldados y un almirante del mismo contingente que el militar español, la Brigada «Guzmán el Bueno» X de Córdoba, vinieron desde España para acompañar al féretro.
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, presidió el acto oficial de recepción de los restos mortales del mlitar, que se realizó en el aeropuerto de Córdoba y posteriormente fueron trasladados a la base militar de Cerro Muriano, en la sierra cordobesa. Previamente recibió el féretro en la base de Morón de la Frontera en Sevilla.

El cabo Soria, de 36 años, murió el miércoles en el sur del Líbano en el marco de la escalada de la violencia entre Israel y el grupo chií Hizbulá.
Su muerte se produjo a las 11.30 horas después de que el Ejército israelí respondiera con cuatro granadas de mortero y un centenar de disparos de artillería (155 mm.) a un ataque previo con cohetes de la milicia chií Hizbolá, que se saldó con dos militares israelíes muertos.
Las mismas fuentes militares informan de que en el momento del contraataque israelí el militar español se encontraba en su puesto de la posición avanzada 4-28 de la misión de la ONU (Unifil), cerca de Ghayar, aldea atravesada por la denominada «Blue Line» que divide Israel y el Líbano desde el año 2000.
Tras el ataque israelí una ambulancia del contingente español se desplazó desde el cuartel de Marjayún, a unos 20 kilómetros, pero no pudieron hacer nada para salvar la vida del cabo Soria, casado y a la espera de tener su primer hijo. Estaba destinado en el Regimiento de Infantería Mecanizada «Córdoba 10», de la Brigada «Guzmán el Bueno» de Cerro Muriano (Córdoba).
Pérdida de masa encefálica
«No se pudo hacer nada. Tenía una pérdida de masa encefálica por impacto de metralla. La ambulancia decidió permanecer en la zona a la espera del cese de las hostilidades. La ONU pidió ese cese tal y como hace siempre cuando hay hostilidades entre las partes», informan.
Desde que España desplegara en 2006 las tropas en esta misión de la ONU han fallecido 13 militares nacionales, siendo el de ayer el primero por fuego israelí.
Actualmente las tropas españolas en el Líbano alcanzan los 580 efectivos con el siguiente reparto: 20 en el cuartel general de la ONU en Naqura; unos 360 en la base «Miguel de Cervantes» de Marjayún; y dos posiciones avanzadas dependientes de Marjayún con un centenar de efectivos en cada una, la del ataque de ayer en Ghayar (4-28) y otra cercana a Kaferkela (9-64). La misión de la ONU se compone de unos 10.274 efectivos de 36 países (sin EE.UU.).
Israel conocía la posición
Fuentes militares expertas en el Líbano coinciden al subrayar que todos los actores de la zona (Ejército israelí, Ejército libanés y la milicia Hizbolá) son perfectos conocedores de la lozalización de las posiciones de la ONU.
No obstante, resaltan cómo las milicia Hizbolá -catalogada de terrorista por la UE- aprovecha las posiciones de la ONU para atacar desde zonas muy cercanas con cohetes anticarro fundamentalmente. Algo que podría haber desatado el ataque israelí que, «o bien calcularon mal, algo improbable; o no quisieron valorar que allí se encontraba una posición de la ONU».