En su carrera por liderar la producción de vacunas en África, Marruecos se encuentra trabajando desde agosto del 2020 con el grupo farmacéutico estatal chino Sinopharm a través de un acuerdo multifactorial. En un primer momento el fin de este pacto residía en realizar ensayos clínicos de la vacuna en territorio marroquí, así como impulsar la transferencia tecnológica entre ambos países y juntar esfuerzos para crear una planta de fabricación de vacunas. Sin embargo, ahora Marruecos ha dado un paso más allá en pro de producir vacunas de la marca asiática en su territorio con el objetivo de reforzar su presencia internacional en este ámbito.
En este sentido, el rey Mohamed VI ha supervisado en el transcurso de los últimos días la firma de tres acuerdos con la empresa farmacéutica asiática para producir cinco millones de dosis de vacunas a través de una inversión de 500 millones de dólares. El desembolso responde a la estrategia marroquí por promover “la autosuficiencia y soberanía sanitaria para Marruecos”.

Además, con este proyecto el reino alauí pretende convertirse en un país líder en biotecnología tanto a nivel continental como internacional y contar con la capacidad de proveer a los países africanos de vacunas de coronavirus. Esta estrategia se engloba dentro del marco de lo que ya se conoce como “diplomacia sanitaria”, un tipo de cooperación en el cual el objetivo es proporcionar ayuda sanitaria al resto de países para hacer frente a la pandemia de la COVID-19.
En este contexto, esta inversión en las vacunas por parte de Marruecos permite al Reino profundizar en sus relaciones con el resto de los países del continente, especialmente en la zona del Sahel y África occidental. Ante esta situación, el primer ministro marroquí, Nasser Bourita, expresó que “el mundo eligió la diplomacia para encontrar soluciones a los desafíos de la epidemia”, y que, sin embargo, “ahora nos encontramos en medio de un mundo más desigual que nunca”.

En una conferencia ministerial, Bourita explicó que Marruecos “decidió sacar lecciones de la pandemia, lanzando un proyecto para la fabricación local de vacunas de coronavirus, así como otros tipos en beneficio de Marruecos y otros países africanos”. De esta forma, el lanzamiento oficial del proyecto se ha ejecutado tras la firma de dos acuerdos más en materia de cooperación de vacunas. Así, se ha creado un memorando de entendimiento sobre la preparación de capacidades de vacunación en Marruecos con “Recipharm” además de firmar un contrato más con la firma marroquí “Sutima” para la fabricación de la vacuna china “Sinopharma”.
De acuerdo con el responsable de la red marroquí para la defensa del derecho a la salud y a la vida, Ali Lotfi, será necesaria “la entrega y presentación oportuna de vacunas para brindar asistencia a los países africanos, especialmente con la prolongación de la pandemia, las restricciones necesarias para contenerla y el sufrimiento humano y económico que la acompaña”. Por otro lado, Bourita señaló que en una situación en la cual la vacunación y el acceso a ella debía haber sido igualitaria y equitativa, “algunos países recibieron más vacunas que todo el conjunto del continente africano”. Además, lamentó que el plan de vacunación en los países del hemisferio sur “no se reconoce en los países del norte”.

En esta línea, Bourita señala que el plan de producción de vacunas en Marruecos “no solo garantiza la soberanía sanitaria del país, sino que favorece la exportación de vacunas a otros países africanos”, reforzando de esta forma su papel como proveedor de seguridad sanitaria en el continente.
Así, Marruecos continúa trabajando por lograr beneficios públicos a nivel internacional a través del sistema de seguridad sanitaria. Junto a esto, Bourita sitúa al Movimiento de Países no Alineados, el foro de concertación política para los países del sur, en una posición primordial en esta situación para abordar estos desafíos sanitarios que afectan a un nivel global ya que no sólo servirá para enfrentar nuevas amenazas que han emergido en la pandemia, sino que “responderá a viejos desafíos centrados en el conflicto entre Israel y Palestina y la crisis de Libia”.
En este aspecto, el ministro destacó que “el Movimiento de Países No Alineados, basado en los valores de solidaridad internacional y justicia que estaban detrás de su establecimiento, tiene una característica especial que lo convierte en un catalizador para reformar el sistema global en la era post-COVID-19”.

Desde que Marruecos comenzó su campaña de vacunación el pasado enero, más del 12% de la población se encuentra vacunada de las dos dosis, convirtiéndose de esta forma en el país africano que más dosis ha administrado en el continente. Así, Marruecos ha conseguido superar en esta carrera sanitaria a países como Egipto, Argelia o Sudáfrica. Junto a esto, Marruecos ha enviado en los últimos días ayuda urgente a Túnez después de que el país alcanzase cifras dramáticas en la ocupación hospitalaria y en la incidencia acumulada de contagios entre la población tunecina.
En este sentido, Marruecos ha enviado asistencia sanitaria a Túnez a través de un conjunto médico compuesto por 100 camas de hospital, 100 respiradores y 2 generadores de oxígeno con el objetivo de ayudar al país a afrontar la preocupante situación sociosanitaria que atraviesa.