Marruecos reclama más atención para los países africanos menos desarrollados

- Implicación del rey de Marruecos
- Desarrollo de la vertiente del Sáhara Occidental
- Retos de los países de la Organización para la Cooperación Islámica
Marruecos lleva tiempo poniendo el foco en la necesidad de promocionar el crecimiento de los países africanos menos desarrollados. En consonancia con la iniciativa atlántica africana que busca potenciar la fachada atlántica continental, de la que el país norteafricano es parte muy activa, el reto es involucrar a países más desfavorecidos de zonas más depauperadas y afectadas por duros conflictos, como el Sahel, para que puedan tener acceso a la zona del Atlántico a través de la promoción de la propia vertiente atlántica y mejorar así sus economías y flujos comerciales.
Implicación del rey de Marruecos
El rey de Marruecos, Mohamed VI, señaló la necesidad de dedicar mayor cuidado e interés a los países africanos menos desarrollados miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI), con el fin de poder afrontar los diversos desafíos que afectan su proceso de desarrollo; precisamente en un discurso efectuado con motivo de la celebración de la 15ª Conferencia de la Cumbre de la OCI, celebrada a principios de mayo en Banjul, Gambia.
“En virtud de la pertenencia del Reino de Marruecos al continente africano y de los arraigados vínculos humanos y espirituales que caracterizan sus relaciones con sus países hermanos, queremos afirmar la necesidad de dedicar a los países africanos menos desarrollados, miembros de nuestra organización, mayor cuidado e interés, con el fin de poder afrontar los diversos desafíos que afectan su proceso de desarrollo”, indicó el monarca marroquí en su discurso dirigido a la 15ª Conferencia en la Cumbre de la OCI, como resaltó la agencia oficial de noticias de Marruecos MAP.
La alocución del discurso fue a cargo del ministro de Asuntos Islámicos de Marruecos, Ahmed Taoufik, durante la ceremonia de apertura solemne de la cumbre islámica, y en el mismo se aseguró que estos países son particularmente objeto de crecientes amenazas a su seguridad energética y alimentaria, así como a su crecimiento económico, lo que incide negativamente en su estabilidad y conduce al agravamiento de sus condiciones sociales y económicas.

Precisamente, se trata de favorecer el buen desarrollo económico y político de estos países para generar una mayor estabilidad y propiciar una mayor prosperidad económica. Una tendencia que serviría para evitar la proliferación de grupos desestabilizadores que generen situaciones complicadas y peligrosas para el continente africano y el mundo en general. Todo ello mediante una iniciativa que favorezca el acceso de estos países de zonas como el Sahel hacia al océano Atlántico para que estos puedan beneficiarse también de la actividad económica y de las rutas comerciales existentes, con miras a otros mercados como el europeo o el americano.
Naciones señaladas por su beligerancia y generación de conflictos a escala internacional, como Rusia o la República Islámica de Irán, llevan años tratando de influir en determinadas zonas de África en favor de sus intereses políticos y económicos a través de grupos afines o compañías militares privadas incluso, como el Grupo Wagner, vinculado al Kremlin y particularmente activo en zonas conflictivas como la del Sahel, afectadas por la acción también de grupos terroristas yihadistas y bandas criminales que se dedican a todo tipo de actividades ilegales como el tráfico ilegal de personas.
Se trata de aportar estabilidad y evitar conflictos que puedan derivar en confrontaciones mayores a nivel internacional. Sobre todo, en una zona ya muy inestable de por sí, con países como Mali, Burkina Faso o Níger que actualmente están regidos por juntas militares que recientemente efectuaron diversos golpes de Estado para echar al Gobierno legítimo establecido e instaurar gobiernos militares autoritarios mientras los panoramas nacionales están marcados por problemas políticos, sociales y económicos graves.
En este punto, Marruecos aboga por una cooperación clara Sur-Sur en consonancia con la Iniciativa de los Estados del África Atlántica de cara a la cooperación africana y la integración entre países ribereños del océano Atlántico bajo el objetivo de consolidar la paz, la estabilidad y la prosperidad económica regional.
“También anunciamos el lanzamiento de una iniciativa a escala internacional con el objetivo de permitir a los países del Sahel acceder al océano Atlántico”, indicó el rey Mohamed VI, quien hizo referencia, por ejemplo, al proyecto del Gasoducto Marruecos-Nigeria, que se inspira del mismo espíritu de solidaridad, ya que constituye un proyecto de integración regional, de despegue económico conjunto y de impulso de la dinámica de desarrollo en el litoral atlántico.

Desarrollo de la vertiente del Sáhara Occidental
Precisamente, Marruecos promociona totalmente esta iniciativa de potenciación de la vertiente atlántica mediante un proceso de evolución de su propio costado atlántico, incluido el referente al Sáhara Occidental, territorio que el reino marroquí considera como parte de las denominadas provincias del sur.
Ante el conflicto planteado sobre el Sáhara Occidental desde la salida de España de la zona como potencia colonial, Marruecos plantea una fórmula de amplia autonomía para el territorio saharaui bajo soberanía marroquí respetando las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de desarrollar la zona en todos los ámbitos. Esta propuesta cuenta con el apoyo de muchos e importantes países como Estados Unidos, Israel, Emiratos Árabes Unidos, Alemania o la propia España, que la ven como la opción más seria, creíble y realista para solventar el diferendo saharaui. Todo ello ante la fórmula opuesta del Frente Polisario, que defiende la celebración de un referéndum de independencia, que cuenta con menos apoyos, entre los que se encuentra el de Argelia, gran rival político de Marruecos en el Magreb.
Este proceso de mayor desarrollo y promoción de inversiones en la vertiente atlántica nacional es muy beneficioso para otros países africanos que se pueden ver favorecidos por el desarrollo de esta región.

Retos de los países de la Organización para la Cooperación Islámica
El monarca marroquí manifestó que la última cumbre de la OCI llegaba en un momento en que varias regiones del mundo islámico se hallan todavía bajo el peso de tensiones político-militares y de disturbios que amenazan a la seguridad y que afectan negativamente las condiciones de vida en muchos de los Estados miembros de la organización, especialmente entre los africanos. En clara alusión a países que han pasado por episodios traumáticos como los citados golpes de Estado en Mali, Níger y Burkina Faso que dieron paso a juntas militares en el poder.
“Nuestra organización y sus instituciones especializadas están llamadas a redoblar sus esfuerzos e iniciativas dirigidas a dichos países, en el seno de un espíritu de fraternidad, solidaridad y sinergia entre los musulmanes, así como a beneficiarse colectivamente de los programas y planes de desarrollo que se aprueben en nuestras cumbres y reuniones”, insistió el monarca Mohamed VI, como recordó la agencia MAP.

Por otra parte, el rey alauí indicó que “la ampliación de los horizontes de la acción islámica común y el aprovechamiento de las potencialidades nacionales de nuestros países, requiere una evaluación realista y constructiva de los mecanismos de implementación del programa de trabajo de nuestra organización, así como mejorar el marco jurídico, con miras a su adecuación, para responder a las necesidades de nuestras sociedades en los ámbitos de la inversión y el comercio, permitiendo así a los sectores productivos la deseada integración y complementariedad económica”.
— Diplomacia_marroquí 🇲🇦 (@DiplomaciaM) May 5, 2024
El rey Mohamed VI subrayó que los países de la OCI no son inmunes a lo que ocurre alrededor, ya que afrontan grandes retos, como el de la seguridad. Precisamente, Marruecos también es un país muy reconocido por otras potencias como Estados Unidos, Francia o España como un socio muy fiable de cara a mantener la seguridad y estabilidad en el norte de África y el Sahel. El propio director general de Seguridad Nacional y Vigilancia del Territorio de Marruecos (DGSN-DGST), Abdellatif Hammouchi, ha protagonizado numerosas reuniones con los máximos responsables de seguridad y defensa de naciones como Estados Unidos, Francia o España de cara a coordinar mecanismos de seguridad y cooperación conjunta para actuar contra grupos yihadistas y bandas criminales que operan en la región y que desestabilizan la zona, con repercusiones en continentes cercanos, como Europa.