Miles de israelíes exigen un alto el fuego tras el asesinato de otros 6 rehenes en Gaza

Israel vive una de las jornadas más duras desde el inicio de la guerra en Gaza tras la recuperación de los cadáveres de seis rehenes en un túnel en la ciudad de Rafah, a tan solo un kilómetro de donde fue encontrado y rescatado con vida Farhan Alkadi la semana pasada.
A primera hora del domingo, el Ejército confirmaba la muerte de Carmel Gat (40 años), Eden Yerushalmi (24), el estadounidense-israelí Hersh Goldberg-Polin (23), Alexander Lobanov (32), Almog Sarusi (25) y Ori Danino (25), todos asesinados por Hamás poco antes de que las fuerzas israelíes encontrasen sus cuerpos.
The bodies of Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Hersh Goldberg-Polin, Alexander Lobanov, Almog Sarusi, and Master Sergeant Ori Danino were found and recovered yesterday.
— Israel Defense Forces (@IDF) September 1, 2024
They were all taken hostage on October 7 and were murdered by the Hamas terrorist organization while in captivity… pic.twitter.com/9VWYHNX0Ks
Según el Ministerio de Sanidad de Israel, los seis fueron asesinados “con varios disparos a quemarropa” el jueves o el viernes, aproximadamente entre 48 y 72 horas antes de la autopsia. Igualmente, de acuerdo con medios israelíes, el estado de sus cuerpos indicaba “un abandono sistemático”, incluida la falta de higiene durante un largo período de tiempo. También se hallaron indicios de lesiones previas sufridas durante su secuestro.
El hallazgo de los cuerpos sin vida de estos seis rehenes ha conmocionado profundamente a la sociedad israelí, inmersa en un trauma colectivo desde el 7 de octubre. El dolor y la tristeza han dado paso a la indignación y la rabia contra el Gobierno de Benjamin Netanyahu por todavía no haber llegado a un acuerdo de alto el fuego que permita el regreso de los 101 rehenes que todavía continúan en Gaza.
Al grito de “¡Ahora!”, miles de israelíes han inundado las calles de Tel Aviv y de otras ciudades en unas de las mayores protestas hasta el momento. Según el Foro de los Familiares de los Rehenes, más de 300.000 personas participaron en las manifestaciones en Tel Aviv y 500.000 en todo el país.

A las masivas protestas se le suma también una huelga general convocada por el sindicato israelí Histadrut en apoyo de los rehenes. Con el objetivo de paralizar la economía nacional, las oficinas gubernamentales y municipales han cerrado, así como las escuelas y muchos negocios privados durante la mañana. En este sentido, también el aeropuerto internacional de Israel, Ben Gurion, ha anunciado la suspensión de los vuelos durante dos horas.
Además de exigir al Ejecutivo un acuerdo inmediato, muchos han condenado la decisión de Netanyahu de mantener el control en el corredor de Filadelfia, una de las principales cuestiones que entorpecen un acuerdo de alto el fuego.

De acuerdo con las familias, votar a favor del corredor de Filadelfia y en contra del acuerdo para traer de vuelta a los rehenes “significa firmar una sentencia de muerte para los rehenes vivos que llevan 11 meses esperando volver a casa, y abandonar para siempre a los rehenes asesinados”.
A pesar de que muchos sostienen que la negativa de Netanyahu a retirarse contribuyó a la muerte de los seis rehenes, el primer ministro asegura que los recientes asesinatos es un motivo para mantenerse “firme” en el corredor de Filadelfia.
Tal y como explicó el primer ministro, una decisión así sería considerada “una recompensa para el terrorismo” y “enviaría un mensaje peligroso a Hamás de que matar a los rehenes vale la pena”, recoge The Jerusalem Post. “Esto conducirá a demandas de más y más concesiones que pondrán en peligro la seguridad de Israel”, añadió.

Asimismo, respecto a la falta de un alto el fuego, Netanyahu ha destacado que “quienes asesinan a rehenes no buscan un acuerdo”, culpando a Hamás por el estancamiento de las negociaciones.
Para alcanzar un alto el fuego, el grupo terrorista exige la retirada total de las fuerzas israelíes de la Franja de Gaza, así como la liberación de un gran número de prisioneros palestinos involucrados en ataques terroristas.
Como ha ocurrido desde el inicio de la guerra, Hamás ha utilizado la división en Israel para avivar el odio y dolor en el país, asegurando que los rehenes estarían vivos si Jerusalén hubiera aceptado la protesta de alto el fuego en julio.

Con el objetivo de infundir más rabia dentro de la sociedad israelí, un alto funcionario del grupo terrorista también señaló a AFP que “algunos” de los seis asesinados habían sido “aprobados” para ser liberados en un posible intercambio.
Cinco de los rehenes fueron secuestrados en el festival de música donde se estima que más de 300 jóvenes fueron brutalmente asesinados por Hamás, mientras que el Carmel Gat fue capturada en el kibbutz Be’eri.
Hersh Goldberg-Polin, uno de los rehenes más conocidos debido al incansable trabajo de sus padres, perdió una mano durante el ataque del 7 de octubre después de que Hamás lanzase una granada dentro del refugio donde se escondía. El grupo terrorista publicó un vídeo propagandístico del joven israelí-estadounidense en abril.

Eden Yerushalmi fue secuestrada mientras trabajaba como camarera en el festival. Durante el ataque, Yerushalmi llamó a la policía, suplicando que la encontrasen. Alexander Lobanov, padre de dos hijos, también trabajaba en el bar y, según testigos, fue secuestrado cuando trataba de evacuar a la gente del lugar. Lo mismo ocurrió con Ori Danino, miembro de una familia ultraortodoxa de Jerusalén, que fue tomado como rehén mientras conducía de regreso para ayudar a otras personas.
Almog Sarusis también decidió quedarse con su novia después de que esta recibiese varios disparos que finalmente provocaron su muerte. Poco después fue secuestrado por los terroristas y llevado a Gaza.

Carmel Gat, la única que no fue tomada como rehén en el festival, presenció como Hamás mataba a su madre en su casa antes de ser llevada a la fuerza a Gaza junto con su hermano Alon, su cuñada Yarden Roman-Gat y su sobrina Geffen. Alon y su hija de tres años, Geffen, lograron escapar de sus captores el mismo 7 de octubre. Los rehenes que fueron liberados en noviembre la describieron como su “ángel guardián”, ya que para sobrevivir al cautiverio les enseñó ejercicios meditación y yoga.