Nueva ronda de diálogo entre Riad y Teherán
Las rondas de conversaciones entre Riad y Teherán para normalizar sus relaciones continúan adelante, esta vez en Jordania. En una sesión de diálogo organizada por el Instituto Árabe de Estudios de Seguridad de Ammán, expertos iraníes y saudíes se han reunido para reflexionar y discutir sobre la seguridad y la cooperación entre ambas potencias. Así, tras más de 6 años desde que rompieran sus relaciones diplomáticas, esta conferencia se ha convertido en la cuarta sesión de diálogo celebrada durante el 2021, y, según ha sostenido el director del Instituto Árabe de Estudios de Seguridad, Ayman Khalil; “hay previstas más reuniones para dar seguimiento a las recomendaciones emitidas” en estas conversaciones.
Tal como ha recogido Petra, la agencia oficial de noticias de Jordania, el encuentro se desarrolló bajo “una atmósfera de respeto mutuo” y en él se abordaron cuestiones relativas al mantenimiento de la seguridad de ambos territorios. De este modo, uno de los temas centrales de la reunión fue la reducción de la amenaza de los misiles y vehículos de lanzamiento de armas balísticas, así como la propuesta de medidas para aumentar la confianza mutua; especialmente en relación al programa nuclear iraní. Además, como muestra del interés por profundizar en las relaciones y fortalecer la estabilidad de la región, ambas potencias plantearon también la posibilidad de cooperar en el ámbito de la energía nuclear.
Sin embargo, tras el encuentro, ninguno de los dos países hizo declaraciones oficiales sobre lo tratado en las conversaciones, y, para más inri, Abdallah Al-Mouallimi, Representante Permanente de Arabia Saudí ante las Naciones Unidas, afirmó en una entrevista de video para el diario saudí Arab News que Teherán está tomando estas negociaciones regionales como un “juego”. "Nos gustaría impulsar estas discusiones hacia temas sustantivos que involucran el comportamiento del gobierno iraní en la región", declaró el diplomático saudí; "pero mientras los iraníes sigan jugando con estas conversaciones, no irán a ninguna parte".
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Arabia Saudí e Irán supondría un enorme impulso para la estabilidad de la región, ya que cada una de las dos potencias rivales lidera una de las ramas más importantes de la religión musulmana. Así, mientras que Irán se ha erigido como el principal representante chií, Arabia Saudí es el país suní por antonomasia, y ambas aspiran a convertirse en la potencia hegemónica del mundo islámico.
Estas distintas interpretaciones de la religión han valido a Riad y Teherán su enemistad en conflictos como el de Siria o el de Yemen, donde aún a día de hoy, Arabia Saudí lidera a la coalición árabe que lucha contra los hutíes. De hecho, cuando fue preguntado acerca de su enfrentamiento con Irán en el contexto de la guerra yemení, el diplomático saudí, Abdallah Al-Mouallimi, afirmó que el conflicto “ha demostrado ser intratable simplemente porque los hutíes continúan recibiendo un suministro continuo de armas y municiones de sus benefactores, particularmente Irán”.
No obstante, pese a que son muchos los motivos que fueron tensando las relaciones entre ambos países musulmanes, los vínculos diplomáticos se rompieron definitivamente en enero de 2016, cuando Riad ejecutó al clérigo disidente chií Nimr Baqr al-Nimr, provocando –como respuesta– el asalto y posterior cierre de la Embajada saudí en Teherán.
Ahora bien, el pasado mes de abril, después de casi 6 años sin relaciones formales, un encuentro celebrado en Bagdad puso en marcha de nuevo las conversaciones directas entre ambos. De este modo, con Irak como principal mediador en la normalización de las relaciones irano-saudíes, las reuniones y los diálogos –calificados, por el momento, de “exploratorios”– se siguen sucediendo, aunque hasta la fecha se producen en medio de mucho secretismo y sin ningún anuncio de resultados concretos sobre la mesa. Sin embargo, el hecho de que Ebrahim Raisi haya decidido continuar adelante con la estrategia de negociación y acercamiento a Arabia Saudí desarrollada por su predecesor moderado, Hassan Rouhani, es ya una muestra de voluntad.
