La investigación sobre la entrada del líder del frente Polisario, Brahim Ghali, a España continúa avanzando. Tras conocerse la imputación de la exministra Arancha González Laya, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, desde Nueva York ha defendido la postura del Ejecutivo tras afirmar que la acogida de Ghali respondió a razones humanitarias: “hicimos lo que debimos, dar una respuesta a esta cuestión humanitaria, y lo hicimos como debíamos que era cumpliendo con la ley”, agregaba.
“Dimos una respuesta humanitaria a una persona que estaba a punto de morir”, continuaba defendiendo el presidente ante los periodistas. Al referirse a la investigación, Pedro Sánchez afirmó “ya veremos en que queda”.
Con la imputación de la exministra Arancha González Laya, aceptada ya por el juez instructor del caso, Rafael Lasala, la acusación popular ha demandado la comparecencia de la ex vicepresidenta Carmen Calvo y de la jefa del Gabinete del ministro de Interior, Susana Crisostomo.
El objetivo de estas demandas responde a poder identificar la autoridad concreta que dio la orden de entrada del líder del Polisario en territorio nacional, sin ser identificado con su documentación real, ya que Ghali habría entrado con una identificación falsa, con el fin de que el líder pudiera entrar sin levantar sospechas.
Sin embargo, la entrada de Ghali no tardo en descubrirse, ingreso que además estaría prohibido según la legislación de fronteras comunitaria, que impide el acceso como norma general de una persona a territorios de la Unión Europea sin la correcta autorización.

En el hospital de Logroño Ghali tampoco aportó su identidad real y una vez prestó declaración ante la Audiencia Nacional consiguió salir del país sin aportar un pasaporte, según señala un documento remitido al juzgado.
Según el sumario del caso, Lasala sospecha que el exjefe de Gabinete de González, Camilo Villarino, facilitara la entrada de Ghali sin cumplimentar el pertinente trámite aduanero. “Quien lo tiene que saber ya lo sabe”, escribía a través de un mensaje Villarino sobre la entrada de Ghali. Junto a esto, en su anterior comparecencia, Villarino afirmó que la jefa del gabinete de Carmen Calvo le llamó para confirmar la supuesta entrada.
La entrada de Ghali a España, sin la consulta previa de Marruecos, y su posterior ingreso en un hospital de Logroño provocó una crisis diplomática entre ambos reinos que tardó meses en resolverse. Con la destitución de Laya y Calvo del Gobierno, Marruecos acogió el gesto como un paso cercano a la reconciliación. Así lo evidenció el rey de Marruecos, Mohamed VI, en su discurso del Día del Trono quien afirmó sus deseos de “seguir trabajando con el Gobierno de España y con su presidente, Su Excelencia el Sr. D. Pedro Sánchez”.
El presidente español agradeció las palabras del monarca y subrayó que “de toda crisis surgen también oportunidades y esta creo que es una gran oportunidad para redefinir esas relaciones, los pilares sobre los que se sustentan y en ese sentido no puedo más que agradecer y reconocer las palabras del Rey de Marruecos”.