Su cercanía a los talibanes debe ser fundamental para jugar un papel mediador entre estos y los estadounidenses

Qatar se convierte en actor clave tras la salida de EEUU de Afganistán

PHOTO/REUTERS - El emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad bin Khalifa Al-Thani

La salida de Estados Unidos tras la toma de Kabul por parte de los talibanes deja una situación aún más complicada en la capital afgana. Semanas después de ver cómo los radicales se hacían con el poder, las tareas de evacuación no han terminado, pero el plazo fijado por el presidente estadounidense, Joe Biden, hace que desde este mismo martes todo proceso para evacuar haya llegado a su fin – al menos por parte de los norteamericanos –. En este contexto, surge la figura de Qatar, cuya posición mediadora puede ser fundamental gracias a su cercanía a ambas partes.

Según algunos informes, los talibanes habrían pedido a Qatar que brinde asistencia técnica civil en el aeropuerto internacional de Kabul, una vez que se complete la retirada militar por parte de las tropas del ejército estadounidense en la jornada del martes. Sin embargo, las autoridades qataríes no han comentado nada acerca de este asunto. Mientras tanto, las agencias internacionales de la ONU están pidiendo ayuda y apoyo al propio Qatar para entregar ayuda a Afganistán. Y es que, al fin y al cabo, casi el 40% de todos los evacuados fueron trasladados a través de Qatar, lo que se ganó muchos elogios por parte de Washington.

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El papel de Qatar en las evacuaciones refleja su posición como uno de los mayores apoyos de la base militar estadounidense más grande de Oriente Medio. Pero, al mismo tiempo, también su decisión hace años de albergar el liderazgo político de los talibanes en el exilio, le da una muy importante influencia sobre el grupo militante. Qatar también acogió las conversaciones de paz entre Estados Unidos y los talibanes que tuvieron lugar en el pasado. Ahora, los qataríes pueden ser de nuevo el puente que sirva de unión entre los talibanes y los norteamericanos, lo que parece ser fundamental ya que, de lo contrario, la situación en todo el país afgano puede convertirse en un infierno – peor de lo que ya de por sí es – para aquellos que se encuentran en su territorio.

El ministro adjunto de Relaciones Exteriores de Qatar, Lolwa al-Khater, reconoció los avances políticos logrados por Qatar en las últimas semanas, pero rechazó cualquier sugerencia de que los esfuerzos de Qatar tenían un objetivo puramente estratégico, como parecen tener todos los países en un emplazamiento tan ventajoso como el que ocupa Afganistán. Para algunos de los esfuerzos de rescate más sensibles en el país, Qatar llevó a cabo la operación con solo unos pocos cientos de soldados y su propio avión militar. En total, al-Khater dijo que Qatar aseguró el acceso al aeropuerto de Kabul para unas 3.000 personas y transportó por aire hasta 1.500 tras recibir solicitudes de organizaciones internacionales y verificar sus nombres.

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“Si alguien asume que solo se trata de ganancias políticas, créanme, hay formas de hacer relaciones públicas que son mucho más fáciles que arriesgar a nuestra gente en el terreno, mucho más fácil que tener noches de insomnio durante las últimas dos semanas, mucho menos complicadas que dedicar nuestro tiempo a cuidar a todos los niños y a todas las mujeres embarazadas”, dijo el ministro qatarí en unas declaraciones a Associated Press. En lo que se refiere a las negociaciones con ambas partes en el conflicto, ha manifestado que “hay puestos de control en el lado estadounidense, en el lado británico, en el lado de la OTAN, en el lado turco ... y tenemos que hacer malabarismos con todas estas variables y factores”.

La inmensa mayoría de gente que aún se encuentra en territorio afgano está desesperada por salir, incluidos los activistas de la sociedad civil, los que habían trabajado para los ejércitos occidentales y, por encima de todos, las mujeres que temen perder los derechos que tantos años y tanto esfuerzo les ha costado tener. Además, otros grupos armados representan una amenaza creciente. La semana pasada, un ataque de un terrorista suicida del ISIS mató a más de 180 personas en las afueras del aeropuerto de Kabul. La situación en la capital es cada vez más preocupante y Qatar parece ser una de las llaves para, al menos, intentar calmar las aguas y sentar a todas las partes en una mesa de diálogo.