La ministra de Asuntos Exteriores González Laya firmó en Dakar un acuerdo entre España y Senegal para acabar con la crisis migratoria en Canarias

Las relaciones España-Senegal: más allá del acuerdo de repatriación

photo_camera REUTERS/CHRISTOPHE VAN DER PERRE - La ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, en una reunión con la ministra de Asuntos Exteriores de Senegal, Aissata Tall Sall, durante su visita a Dakar, el 22 de noviembre de 2020

La semana pasada, la ministra de Asuntos Exteriores González Laya firmó en Dakar un acuerdo entre España y Senegal para acabar con la crisis migratoria en Canarias. Una gran parte de los cayucos con destino a las Canarias salen desde Senegal, por lo que la colaboración estrecha con este país es esencial para poder acabar con el problema de la inmigración irregular. En dicho acuerdo se reactivan las repatriaciones que, desde la crisis de la COVID, estaban paralizadas por el cierre de fronteras. Las islas Canarias no se enfrentan a una crisis migratoria similar desde la Crisis de los Cayucos en 2006. A raíz de la crisis de 2006, España refuerza significativamente su cooperación operativa en materia de lucha contra la inmigración irregular y el tráfico de personas, con Senegal, habiendo sido un socio clave para acabar con la crisis. Dicha colaboración en materia de formación y dotación de capacidades por la Policía Nacional y Guardia Civil española a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado senegalés, ha sido crucial para que, desde 2009 a 2017, no haya salido ni una sola patera desde Senegal hasta las islas Canarias. Si la situación ha empeorado de manera tan drástica, ha sido debido al impacto que la crisis sanitaria ha tenido para las economías de África occidental. 

Instrucción con miembros de operaciones especiales senegaleses en 2015

En Dakar, España cuenta con dos embarcaciones permanentes de la Guardia Civil y un helicóptero de la Policía Nacional. Periódicamente se desplaza también un buque oceánico y un avión de patrulla marítima. A raíz del repunte en las embarcaciones que salen de Senegal, España va a aumentar el número de efectivos y equipos sobre el terreno, trasladando un buque oceánico con 25 efectivos y un avión de vigilancia marítima con 15 efectivos, para reforzar la seguridad marítima de la zona. 

Aunque este acuerdo parece haberse firmado con el objetivo de acabar con la inmigración, las relaciones diplomáticas, militares y económicas entre España y Senegal son cada día más estrechas. La parte que menos ha resonado del acuerdo es el convenio sobre la Seguridad Social, que supondrá una mayor protección a los trabajadores senegaleses y que incentivará la inmigración regular, con contratos temporales y en origen. Esta iniciativa consolida aun más las relaciones económicas entre los dos países. De acuerdo con los datos del ICEX, Senegal es el segundo cliente de la región de África subsahariana para España, después de Sudáfrica. Cada año, la balanza comercial y el volumen de exportaciones crece, por lo que, a finales del año pasado, se decidió crear la Cámara de Comercio de España en Senegal, operativa desde 2020. También en 2019, el Gobierno decidió aumentar la cooperación al desarrollo en Senegal un 125%, de 50 millones de euros en el periodo de 2014 a 2017 a 128 millones en el periodo de 2019 a 2023. Esta cooperación se articulará a través de líneas de créditos para la creación de microempresas y una ayuda cuyo destinatario principal serán las iniciativas relacionadas con el desarrollo productivo agrícola, el proceso de descentralización y la creación de infraestructuras de saneamiento y agua potable en los lugares con población más vulnerable. En el plano cultural, España aprobó en 2019 la creación del Instituto Cervantes en Dakar, que supone una ampliación del Aula Cervantes, operativa en el país desde el año 2010. 

Prácticas del equipo de visita y registro del patrullero 'Centinela' en 2015

En el plano militar, las autoridades senegalesas piden ayuda a España regularmente para reforzar o generar las capacidades militares de sus fuerzas de seguridad en el marco de un acuerdo de Seguridad Cooperativa entre los dos países. El entrenamiento se centra en actividades de combate y preparación en la lucha contra el terrorismo, así como en el adiestramiento en misiones diversas, como tareas búsqueda y rescate o la reconstrucción de infraestructuras. Esta cooperación en el plano militar comenzó en 2014 dentro de la estrategia de Diplomacia de Defensa española, cuando los ministros de Defensa de ambos países firmaron un acuerdo de cooperación para reforzar la seguridad en la zona. Cada año se despliega a militares especializados para formar a los soldados senegaleses en diferentes áreas (logística, vigilancia marítima, reconocimiento sobre tierra, etc.). Aparte de la formación enmarcada en el ámbito de la seguridad cooperativa y las acciones de diplomacia de Defensa, España ha exportado a los países del G5 Sahel y a Senegal, el concepto de los Grupos de Acción Rápida. Inspiradas en el GAR español (Grupos de Acción Rural), que fueron las unidades más capacitadas en la lucha antiterrorista sobre el terreno contra ETA de los años 80, estos grupos se adaptan mejor a las necesidades específicas de seguridad que tienen los países del Sahel. El concepto de los GAR ya se exportó exitosamente a Irak, dotando de capacidades a las fuerzas y cuerpos de seguridad iraquíes en su lucha contra Daesh y Al-Qaeda. En Senegal, este proyecto tiene como objetivo la formación y el equipamiento de Unidades de Acción Rápida que se adapten mejor a las necesidades específicas de seguridad que tienen los países de la región. En estos Estados, las amenazas híbridas y transfronterizas hacen que las diferencias entre seguridad exterior y seguridad interior se difuminen. Por ello, los GAR-SI cubren de una manera más eficiente las demandas de seguridad, teniendo en cuenta la orografía y capacidades reales de los cuerpos. Este proyecto está gestionado por FIIAPP, financiado por la Unión Europea, y liderado por la Guardia Civil española, junto con la Gendarmería francesa, Carabinieri de Italia y la Guarda Nacional Republicana de Portugal. Desplegados en Dakar desde 2017, el programa se ejecutó satisfactoriamente, convirtiéndose la unidad del GAR-SI senegalés en una unidad plenamente operativa con su base de operaciones cerca de la frontera maliense. 

Migrantes llegan a bordo de un barco de rescate marítimo al puerto de Arguineguín en la isla de Gran Canaria, España, después de ser rescatados en el océano Atlántico

Por otro lado, España cuenta también sobre el terreno con dos aviones T21 y 65 miliares del destacamento Aerotáctico Marfil del Ejército del Aire en Dakar, para contribuir al transporte de las misiones EUTM-Mali, la Fuerza Conjunta del G5 Sahel, MINUSMA y, principalmente, a la Operación Barkhane. Hasta abril de 2020, España contaba también con un destacamento en Gabón que fue restructurado, concentrando todas las operaciones en la base senegalesa. España desplegó por primera vez el destacamento Marfil en 2013, para colaborar con Francia en la Operación Serval que posteriormente fue absorbida por la Operación Barkhane de lucha contra el yihadismo en la región del Sahel. 

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