Instaurada la calma en Siria, la Liga Árabe, que decidió reunirse de urgencia, ha puesto fin al aislamiento sirio tras casi 12 años de incertidumbre, indecisiones e inseguridad. La reunificación del mundo árabe precisaba de una decisión así. Aunque las condiciones para la aceptación de Damasco en la Liga no han sido del agrado de Bachar al-Asad, el jefe de Estado ha accedido por el bien, primero de su país, y segundo de la estabilidad de la región.
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, y el asistente del secretario general de la Liga Árabe, Hossam Zaki, presidieron el comité de la Liga Árabe en su sede de El Cairo. En la reunión los países miembros fueron personificados por delegaciones que estaban conducidas por los ministros de Relaciones Exteriores. Tras la reunión, los asistentes emitieron un comunicado donde se indica que Siria será parte de las reuniones y participará en las decisiones de la Cámara.

Pese a los acuerdos, el secretario general declaró que “este paso hacia delante no aseguraba que Damasco tuviera “relaciones normalizadas” con todos los países miembros”. En la próxima comisión del 19 de mayo será cuando Siria se estrene como miembro de la Liga desde que el 12 de noviembre de 2011 fuese expulsada.
Además, según Aboul Gheit, la restauración de la membresía de Siria no implicaba que los lazos bilaterales de todas las naciones árabes con Damasco se hubieran vuelto más amigables. “La crisis siria no se ha resuelto, insistió, al contrario. Sin embargo, permite la comunicación entre los (Estados) árabes y el Gobierno sirio para abordar todos los problemas por primera vez en años”.

La llegada de Siria de regreso al organismo fue “el punto de partida, no es el final del problema”, continuó, y señaló que dependía de las naciones individuales decidir si reanudar las relaciones con Damasco. Las declaraciones árabes emitidas después de las reuniones en Yeda el 14 de abril y Amán el 1 de mayo de 2023 fueron recibidas calurosamente por el Consejo de la Liga de los Estados Árabes.
Asimismo, el Consejo decidió establecer un comité ministerial compuesto por Jordania, Arabia Saudí, Irak, Líbano, Egipto y el secretario general de la Liga para monitorear la implementación de la Declaración de Amán, que exige una resolución “paso a paso” para la crisis siria.
Asad participó por última vez en una cumbre de la Liga Árabe en 2010. Según informó la agencia siria SANA, Hussein Arnous, el primer ministro de Siria afirmó el domingo que habían soportado 12 años de “campañas de desinformación y distorsión lanzadas por nuestros enemigos”. Las discusiones efectuadas el domingo, según él, manifestaron la “posición preeminente” de Siria tanto a nivel nacional como internacional. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria instó a la “cooperación árabe” y “un enfoque árabe efectivo y constructivo, basado en la comunicación, el respeto mutuo y los intereses árabes compartidos”.

Durante años, Siria ha estado sujeta a sanciones occidentales paralizantes. La más notable de ellas fue la Ley César de Estados Unidos en 2019, que impuso amplias restricciones a las personas, las empresas o los gobiernos para que no participaran en actividades económicas que respaldaran el esfuerzo bélico de Asad. El hecho hizo que toda la economía fuera intocable. Según la ONU, los sirios actualmente experimentan niveles de pobreza e inseguridad alimentaria nunca vistos. El Programa Mundial de Alimentos prevé que más de 12 millones de sirios, o más de la mitad de la población del país, experimenten inseguridad alimentaria para 2022.

En 2013, los líderes de la oposición asistieron a la cumbre del grupo en Doha, lo que provocó una furiosa respuesta de Damasco. El analista Fabrice Balanche describió a ArabNews que la decisión del domingo como una “victoria diplomática” para Asad y agregó que “el aislamiento regional de Siria está oficialmente roto”. Días después de que el ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, hiciera su primer viaje a Arabia Saudí, el príncipe Faisal bin Farhan realizó la primera visita oficial de Arabia Saudí a Damasco desde que comenzó la guerra en abril.
Detalles que hacen ver la buena fe de las naciones árabes en la búsqueda de relaciones correctas con el régimen sirio. Sin embargo, la foto de Asad con lideres europeos aun tendrá que esperar debido a que sería un gesto que tiraría por tierra toda la narrativa occidental de la última década.