Siria, entre la celebración y la incertidumbre tras la caída del régimen de Al-Assad

Después de 13 años de guerra civil, los rebeldes -parte de ellos islamistas- se han hecho con el control de ciudades clave en poco más de 10 días, poniendo fin a la longeva dinastía de los Al-Assad  
Una persona pasa por encima de una imagen del presidente Bashar al-Assad, después de que los rebeldes tomaran la capital y derrocaran al presidente, en Qamishli, Siria, el 8 de diciembre de 2024 - REUTERS/ ORHAN QUEREMAN
Un hombre pisa una imagen del presidente Bashar al-Assad, después de que los rebeldes tomaran la capital y derrocaran al presidente - REUTERS/ ORHAN QUEREMAN
  1. La caída de Al-Assad, una derrota para el régimen iraní
  2. Israel se hace con el lado sirio del Hermón y destruye almacenes de armas
  3. Las cárceles sirias, símbolo de la brutalidad del régimen 

La ofensiva liderada por los islamistas radicales de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) el pasado 27 de noviembre ha culminado con la caída de Bashar al-Assad en Siria tras décadas en el poder, marcando un punto de inflexión en la guerra y cambiando por completo el rumbo del país. 

El derrocamiento del régimen sirio pone fin a la larga dinastía de la familia Al-Assad tras 50 años en el poder y abre una nueva etapa en Siria marcada por la incertidumbre. El enviado especial de las Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ya ha pedido conversaciones urgentes en Ginebra para garantizar una “transición política ordenada” en el país, donde muchos temen que se repita un escenario parecido al ocurrido en Libia o en Irak tras la caída de los regímenes de Muamar Gadafi y Saddam Hussein.

Las conversaciones en Ginebra girarán en torno a la implementación de una resolución de la ONU, adoptada en 2015, que pide un proceso político liderado por Siria. La resolución también insta a establecer un órgano de gobierno de transición, seguido de la redacción de una nueva constitución y la celebración de elecciones supervisadas por la ONU.

Los insurgentes que se han hecho con el poder están liderados por el HTS, la organización rebelde más poderosa de Siria, junto con un grupo de milicias sirias respaldadas por Turquía denominado Ejército Nacional Sirio (SNA), cuyo objetivo principal es combatir a las fuerzas kurdas al norte de Alepo que se engloban dentro de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF). 

HTS, designado como grupo terrorista por Estados Unidos, Rusia, Turquía y otros países, se separó de Al-Qaeda en 2016. El grupo está dirigido por el comandante Abu Muhammad Al-Jolani, quien anteriormente lideró el Frente Nusra, la rama de Al Qaeda en Siria. 

Combatientes rebeldes en un automóvil, después de que los rebeldes tomaron la capital y derrocaron al presidente Bashar al-Assad, en Damasco, Siria, el 9 de diciembre de 2024 - REUTERS/ MOHAMED AZAKIR
Combatientes rebeldes después de tomar la capital y derrocar al presidente Bashar al-Assad - REUTERS/ MOHAMED AZAKIR

En una reciente entrevista con la CNN, la primera en muchos años, Al-Jolani expresó su voluntad de crear un gobierno basado en instituciones y un “consejo elegido por el pueblo”. Esta entrevista con el medio estadounidense representa un cambio radical con respecto a la retórica que utilizó el líder islamista durante su primera entrevista televisada en 2013 con Al Jazeera

Al-Jolani trató de tranquilizar a los civiles sirios, asegurando a los cristianos y otras minorías religiosas y étnicas que vivirán seguros bajo su gobierno. “Hubo algunas violaciones contra ellos [las minorías] por parte de ciertos individuos durante períodos de caos, pero abordamos estos problemas”, aseguró Al-Jolani, destacando que “nadie tiene derecho a eliminar a otro grupo”. “Estas sectas han coexistido en esta región durante cientos de años y nadie tiene derecho a eliminarlas”, afirmó.

El líder del HTS también pidió la retirada de las fuerzas extranjeras de Siria, país que alberga tropas de Estados Unidos, Turquía, Rusia e Irán, así como de milicias pro-iraníes como la libanesa Hezbolá. 

Por su parte, los rebeldes sirios respaldados por Turquía han lanzado una ofensiva en el área de Manbij, días después de apoderarse de un enclave controlado por los kurdos. 

Una de las grandes incógnitas tras la caída de Al-Assad está relacionada con la posible lucha por el poder entre HTS y el SNA, ya que, a pesar de haber sido aliados en algunas ocasiones, también se han enfrentando en el pasado.

La caída de Al-Assad, una derrota para el régimen iraní

Por otro lado, otra de las preguntas que más se plantea estos días hace referencia al rápido avance de las fuerzas rebeldes, que han logrado hacerse con el poder de ciudades clave como Alepo, Hama o Damasco sin apenas resistencia. 

Destaca la poca ayuda que ha recibido el régimen de Al-Assad, actualmente exiliado en Rusia con su familia, por parte de sus aliados. Moscú está centrado con su guerra en Ucrania, mientras que Hezbolá y la República Islámica de Irán se han visto significativamente debilitados debido a su enfrentamiento con Israel. 

Personas ondeando banderas viajan en la parte trasera de un camión, después de que los rebeldes tomaron la capital y derrocaron al presidente Bashar al-Assad, en Qamishli, Siria, el 8 de diciembre de 2024 - REUTERS/ ORHAN QUEREMAN
 Qamishli, Siria, el 8 de diciembre de 2024, tras la caída del régimen - REUTERS/ ORHAN QUEREMAN

La caída de Al-Assad también representa una derrota para el régimen iraní, que ve cómo su llamado 'Eje de la Resistencia' pierde cada vez más poder e influencia en Oriente Medio. El ataque lanzado por Hamás el 7 de octubre ha provocado profundos cambios en el escenario geopolítico de la región. La guerra con Israel ha dejado a los principales grupos respaldados por Teherán, como Hezbolá, notablemente debilitados, lo que ha sido aprovechado por los rebeldes sirios para lanzar su ofensiva contra el régimen.

Soldados israelíes en vehículos militares mientras se reúnen cerca de la línea de alto el fuego entre Siria y los Altos del Golán ocupados por Israel, el 9 de diciembre de 2024 - REUTERS/ AMMAR AWAD
Soldados israelíes cerca de la línea de alto el fuego entre Siria y los Altos del Golán el 9 de diciembre de 2024 - REUTERS/ AMMAR AWAD

Israel se hace con el lado sirio del Hermón y destruye almacenes de armas

En medio de esta situación de caos en Siria, Israel ha decidido tomar el lado sirio de la cordillera del Monte Hermón para ampliar una zona de amortiguación desmilitarizada a lo largo de la frontera con Siria.

El monte Hermón tiene una gran importancia para el Estado judío, ya que ofrece una ventaja estratégica al proporcionar un terreno elevado que domina toda la región, lo que permite a Israel anticipar cualquier posible fuerza invasora con mayor antelación.

Soldados israelíes en vehículos militares mientras se reúnen cerca de la línea de alto el fuego entre Siria y los Altos del Golán ocupados por Israel, el 9 de diciembre de 2024 - REUTERS/ AMMAR AWAD
Soldados israelíes cerca de la línea de alto el fuego entre Siria y los Altos del Golán el 9 de diciembre de 2024 - REUTERS/ AMMAR AWAD

Asimismo, el Ejército israelí ha atacado una fábrica de armas químicas y varios almacenes de armas pertenecientes al régimen para evitar que caigan en manos de los rebeldes. 

De la misma forma, Estados Unidos ha confirmado varios ataques aéreos contra objetivos del Daesh en Siria tras la caída del régimen. Según el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) se han atacado más de 75 objetivos, incluidos líderes, operativos y campamentos del grupo terrorista para garantizar que no se aproveche de la situación.

Los ataques se produjeron después de que el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, describiera la caída de Al Assad como una "oportunidad histórica” para que el pueblo sirio “construya un futuro mejor para su país”.

Por su parte, el futuro presidente, Donald Trump, indicó que su administración no se involucraría en ningún conflicto en el país. “Siria es un desastre, pero no es nuestra amiga”, escribió Trump en Truth Social, donde también aseguró que Washington no debería involucrarse en los acontecimientos.

Las cárceles sirias, símbolo de la brutalidad del régimen 

A pesar del futuro incierto muchos en Siria y en el extranjero celebran la caída de Al-Assad después de décadas de opresión y dictadura. La brutalidad del régimen que durante la guerra civil gaseó a su propio pueblo se ha vuelto a poner de manifiesto después de liberar muchas de las cárceles.

La infame prisión de Saydnaya, denominada “matadero humano”, es uno de los símbolos de las torturas y violaciones contra los derechos humanos cometidos durante la era de Al-Assad. A pesar de que muchos de los encarcelados -la mayoría presos políticos e incluso niños- han sido liberados, se estima que muchos siguen atrapados bajo tierra en celdas ocultas.

En Sednaya decenas de personas fueron ejecutadas en secreto cada semana. Se estima que hasta 13.000 sirios fueron asesinados entre 2011 y 2016.