El terrorismo y la democracia centran el debate en la cumbre de la Unión Africana

Por Mohamed Sahli
Foto: El presidente Mariano Rajoy en la cumbre de la Unión Africana (UA) en Malabo.
La 23ª cumbre de la Unión Africana (UA), que empezó sus trabajos el jueves de esta semana en Malabo (Guinea Ecuatorial), abordó cuestiones tan cruciales para el presente y el futuro de África como la paz y el desarrollo económico y social. El lema oficial de la cita guineana, que reunió a 54 países, fue ‘Agricultura y seguridad alimentaria’, una cuestión clave para un continente en vías de desarrollo como el africano, pero el terrorismo y la seguridad de los países estuvo en el corazón de muchos debates. Los jefes de Estado y responsables gubernamentales abordaron esta cuestión porque les preocupa. El terrorismo yihadista en sus diversas variantes es tan peligroso como las crisis alimentarias y ecológicas, los golpes de Estado, los problemas políticos, económicos y sociales y las catástrofes naturales. Boko Haram en Nigeria, el yidadismo en el Magreb y el Sahel, Centroáfrica fueron algunas de las cuestiones abordadas. El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que fue el único líder de la Unión Europea (UE) invitado a la cumbre, dejó muy claro en su intervención que la democracia y el respeto a los derechos humanos es el mejor antídoto contra los males económicos, sociales y políticos que golpean a África. Y uno de estos males es el terrorismo que utiliza la religión islámica como excusa, como instrumento para captar a muchos descontentos, pero tiene un objetivo político claro: implantar una dictadura criminal en la que los musulmanes serían las primeras víctimas. La democracia es un “proyecto compartido al que pueden contribuir todos los ciudadanos independientemente de su raza, sexo, ideología o religión, y con pleno respeto de los derechos humanos”, dijo Rajoy. Agregó el presidente español: la “combinación de paz, democracia y apertura económica” es lo que ha permitido a África seguir “creciendo con fuerza” mientras la crisis “golpeaba con fuerza al resto del mundo”. Rajoy, que se entrevistó con el dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, para pedirle que respete los derechos humanos en su país, estuve en la cumbre de la UA porque España tiene crecientes intereses económicos y políticos en África. Pero no olvidó que el continente con el que España es la frontera suroeste de Europa occidental necesita de una verdadera estabilidad. Y esta estabilidad pasa por el crecimiento económico, que necesita capitales del mundo rico y emergente, la justicia social y un verdadero sistema democrático. Muchos jefes de Estado africanos presentes en la cumbre que llegaron al poder tras un golpe de Estado deberían tenerlo en cuenta. Presidentes democráticos y honrados como el de Túnez, Moncef Marzuki, piensan lo mismo que Rajoy y lo dijeron en público. El genocida ruandés Paul Kagamé o el golpista de Burkina Faso Blaise Compaoré deslucieron la cumbre.
Unión por la paz
Dos países, Egipto y Guinea Bisáu, regresaron a la UA en la cumbre de Malabo. El presidente egipcio, Abdelfatah el-Sisi, que llegó al poder tras un golpe de Estado y ganó recientemente unas elecciones presidenciales que tuvieron poca participación, fue incomprensiblemente aclamado por los asistentes. La cumbre, que leyó un mensaje del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, manifestó su apoyo a la causa palestina y denunció las “acciones injustas” de Israel, que comparó con el apartheid de Sudáfrica. La UA se fijó un reto: “Hacer callar las armas de aquí a 2020”. El presidente de la comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma, subrayó que África tiene “necesidad de paz y seguridad”. Otros dirigentes políticos apuntaron en la misma dirección. Unos fueron sinceros. Otros, políticamente correctos. “Los africanos deben unir sus fuerzas por la paz”, declaró el argelino Smail Chergui, comisario para la Paz y la Seguridad. El presidente en ejercicio de la UA, Mohamed Uld Abdel Aziz, que es también jefe del Estado mauritano y exgolpista militar, hizo un llamamiento a todos los dirigentes africanos para que “se tomen en serio la seguridad del continente”, porque “necesitamos un continente sin conflictos”. El jefe de la diplomacia argelina, Ramtane Lamamra, destacó la necesidad de que África apoye la denominada Agenda 2063, que marca “la proyección del continente africano en los próximos 50 años”. Muchos dirigentes hablaron de paz, diálogo y desarrollo para resolver los graves problemas que sufre el continente africano. El tiempo dirá si la 23ª cumbre de la UA marcó un antes y un después en la evolución África, o fue simplemente un brindis al sol.