Trump veta la presencia de Zelenski en la cumbre de la OTAN para no enfadar a Putin

- Evitar el naufragio de las negociaciones Estados Unidos-Rusia sobre Ucrania
- Se celebrará una reunión OTAN-Ucrania en La Haya
Es la primera vez desde la invasión de Ucrania de febrero de 2022 que el presidente Volodimir Zelenski no ha sido invitado por la OTAN para estar presente y participar, en persona o por videoconferencia, en la cumbre que con carácter anual celebran los máximos líderes políticos de las naciones de la Alianza.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Ucrania, Heorhiy Tykhyi, ya ha confirmado que el mandatario ucraniano sólo ha sido convocado para acudir con su esposa a la cena de Estado oficial que los reyes de Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima, ofrecerán para agasajar a los jefes de Estado o de Gobierno de las 32 naciones aliadas y a otros invitados.

La velada está programada para dar comienzo a las 19:00 de la tarde del 24 de junio en el palacio Huis ten Bosch de La Haya, la tarde-noche anterior a la importante reunión matinal que congregará de los líderes nacionales de la Alianza, cuyo orden del día está centrado en acordar nuevas medidas sobre disuasión y, en especial, incrementar los presupuestos de defensa del 2 al 5 por ciento en 2035.
Para guardar las formas, a la cena oficial que recibe el apelativo de “informal”, además del matrimonio Zelenski, también han sido invitados los más fieles aliados de Estados Unidos y la OTAN en el Indo-Pacífico: los primeros ministros de Australia, Anthony Albanese; de Japón, Shigeru Ishiba; y Nueva Zelanda, Christopher Luxon, así como el recién nombrado presidente de Corea, Lee Je-myung.

Evitar el naufragio de las negociaciones Estados Unidos-Rusia sobre Ucrania
Por supuesto, también están convocados a la recepción real los máximos dignatarios de la Unión Europea: el presidente del Consejo, el portugués António Costa, y la presidenta de la Comisión, la alemana Úrsula von der Leyen. Mark Rutte y su equipo también han barajado la posibilidad de invitar a otros socios importantes como, por ejemplo, los presidentes de Emiratos y de Arabia Saudí, pero hasta el momento no hay confirmación oficial sobre si las invitaciones han sido cursadas.
Excluir a Zelenski de la cumbre de La Haya es una imposición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, al secretario general de la Alianza, el holandés Mark Rutte. El político de más alto rango de la OTAN la ha hecho suya y, de algún modo, el desaire al mandatario ucraniano “se intenta compensar con la invitación que le han cursado los reyes de Países Bajos, anfitriones de la velada”, confirman fuentes de la Alianza.

A pesar de que Zelenski ha alegado que si Ucrania no asiste a la cumbre de la Alianza de La Haya, “será una victoria para Putin”, la exigencia del presidente norteamericano de marginar de la reunión al líder ucraniano tiene su razón de ser desde la perspectiva de Washington. Por un lado, Trump no quiere hacer enfadar a Vladimir Putin, que podría romper las negociaciones que mantienen Estados Unidos y Rusia en Riad, la capital de Arabia Saudí, a la búsqueda de un alto el fuego previo a una paz duradera en Ucrania.
Por otro, la Casa Blanca argumenta que Ucrania no es miembro de la OTAN y, por tanto, su presencia no es obligada. En cualquier caso, la Administración Trump pretende evitar el naufragio del diálogo sobre el futuro de Ucrania, que desde mediados de febrero mantiene una delegación encabezada por el secretario de Estado Marco Rubio y otra rusa, presidida por el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov.

Se celebrará una reunión OTAN-Ucrania en La Haya
No obstante, la Alianza ha hecho un guiño a Zelenski y, en paralelo a la cena de gala del 24 de junio en el palacio Huis ten Bosch, la vicesecretaria general de la Alianza, Radmila Shekerinska, presidirá una cena de trabajo del Consejo OTAN-Ucrania, a la que asistirán los ministros de Exteriores de los 32 y el titular ucraniano, Andrii Sybiha. También se celebrará esa tarde-noche una cena de trabajo de los ministros de Defensa, para ultimar los flecos pendientes de la reunión del día siguiente, labor de mediación que asume el responsable de la cartera holandesa del ramo, Ruben Brekelmans.
El objetivo principal de la cumbre de la OTAN que se propone alcanzar el secretario general, Mark Rutte, es lograr un acuerdo de todos los miembros de la Alianza sobre el aumento del gasto en Defensa. La propuesta que ha puesto sobre la mesa goza de un amplio apoyo y pretende que cada uno de los 32 socios incremente sus dotaciones presupuestarias hasta al 5 por ciento de su PIB, con un 3,5 destinado a inversiones militares directas y un 1,5 encaminado a la financiación de infraestructuras materiales o ciber de apoyo.

España, por boca de la ministra Margarita Robles, ya expresó el 5 de junio que no era partidaria de tales aumentos, pero lo previsible es que el presidente Sánchez, en la reunión del 25 de junio, asuma la propuesta lo que apoya Estados Unidos y la amplia mayoría de países
En la reunión informal de ministros de Exteriores que tuvo lugar el 15 de mayo en Antalia, Turquía, ‒a la que no asistió el titular español, José Manuel Albares, sino el secretario de Estado de Exteriores, Diego Martínez Belío‒, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, confirmó a Mark Rutte que Trump “estaba de acuerdo en invitar a Zelenski… pero no a una reunión formal”, a diferencia de lo que ocurrió en Washington en 2024 con ocasión del 75º aniversario de la Alianza, con Joe Biden en la Casa Blanca.
El modelo que ha seguido Rutte ha sido el de la cumbre de la OTAN celebrada en Londres en diciembre de 2019 y en la que Trump asistió como presidente de Estados Unidos en aquel entonces y también el presidente Pedro Sánchez. A los mandatarios que habían acudido a la capital británica pero que no iban a participar en las reuniones de alto nivel, la Alianza propicio que la reina Isabel II les cursará una invitación para acudir a una recepción en el palacio de Buckingham.