Turquía expresó este jueves su “preocupación” por la detención del líder del partido islamista Ennahda y expresidente del Parlamento de Túnez, Rachid Ghannouchi.
“Creemos que este tipo de acciones contra políticos representantes de diferentes segmentos de la sociedad no contribuye a la paz social de Túnez”, señala una nota del Ministerio de Exteriores turco publicada este jueves.
Ya el martes pasado, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, lamentó la detención de su “hermano” Ghannouchi en una entrevista televisiva y prometió intervenir a su favor ante las autoridades de Túnez y también ante las de Argelia.
Turquía se suma así a las voces de la Unión Europea y la Comisión Internacional de Juristas (CIJ), que ayer también protestaron por la detención del anciano líder islamista, que tuvo lugar el lunes pasado.
Varios miembros de Ennahda, que fue la principal fuerza parlamentaria durante la última legislatura, han sido detenidos o investigados desde que el presidente tunecino, Kais Saied, se arrogara plenos poderes en julio de 2021 y suspendiera el Parlamento.
Más de una decena de miembros del partido se encuentran en prisión provisional por supuestos delitos de corrupción y complot mientras otros, como Ghannouchi, tienen procesos abiertos.
Desde la llegada al poder de Erdogan, en 2003, Turquía ha mantenido especialmente buenas relaciones con los partidos en la órbita de los Hermanos Musulmanes, como es el caso de Ennahda en Túnez.