Dos ataques con misiles de crucero en menos de 24 horas provocan el primer cierre prolongado en la Perla del Mar Negro, el puerto más importante de Ucrania y uno de los objetivos estratégicos de esta guerra

Odesa bajo el toque de queda por los ataques aéreos

Maria Senovilla - PHOTO/MARÍA SENOVILLA – El monumento dedicado al Duc de Richelieu, uno de los símbolos de Odesa, permanece protegido tras un muro de sacos de arena ante la posibilidad de que se produzcan más ataques en la ciudad

María Senovilla, enviada especial en Odesa (Ucrania)

Los cientos de odesitas que paseaban por los alrededores de la Estación de tren este viernes por la tarde, pudieron ver, atónitos, como un misil de crucero pasaba sobre sus cabezas en medio de un atronador silbido. Dibujó una trayectoria en perfecta línea recta hacia el oeste, y diez segundos más tarde se escuchó el impacto.

Las caras de todos los que se quedaron mirando al cielo durante esos pocos segundos reflejaban una mezcla de sorpresa e incredulidad. Muchos de ellos agarraron por el brazo a sus hijos y apresuraron el paso, dispersándose en distintas direcciones. Otros tardaron varios minutos en reaccionar. No hubo carreras, pero el silencio lo envolvió todo.

El misil tuvo que impactar a más de 15 kilómetros, por el tiempo que transcurrió hasta que se escuchó la detonación. Pero las sirenas antiaéreas se activaron en toda la ciudad. Dos horas después el alcalde de Odesa decretaba un toque de queda prolongado, desde el sábado hasta el lunes, al estilo de los que se imponían en la ciudad de Kiev en los peores días del asedio.

PHOTO/MARÍA SENOVILLA – El humo envuelve una calle del centro de Odesa, horas después del bombardeo con misiles a la refinería de la ciudad

RUSIA INTENSIFICA LOS ATAQUES EN EL FRENTE SUR

Era el segundo ataque en menos de 24 horas. Al filo de la medianoche del jueves, el Ejército de Vladimir Putin lanzaba otros tres misiles intercontinentales desde Crimea que impactaban en la localidad de Krasnoselka, muy cerca de la capital. A pesar de la distancia, las explosiones se escucharon con claridad en todos los barrios de Odesa.

El Gobernador de la región, Maxim Marchenko, informaba al día siguiente de que había muertos y heridos, entre ellos un joven ucraniano de 27 años. Por su parte, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, el general Igor Konashenkov, precisaba que se había destruido “un centro de entrenamiento de mercenarios extranjeros y numerosos vehículos militares”. El centro estaba ubicado en la costa del estuario Kuyalnitsky, muy cerca de la estación de tren de Kulindorovo, al norte.

Estos bombardeos llegan después del que tuvo lugar sobre la refinería, el pasado domingo. Y son los primeros ataques contra Odesa en los que se emplea este tipo misiles de precisión y de largo alcance –pueden recorrer más de 1.000 kilómetros– conocidos como kalibr.

A diferencia de la artillería que se ha disparado en otras ocasiones desde los barcos que Putin tiene apostados en el Mar Negro, los kalibr se lanzan desde tierra. Concretamente desde la península de Crimea, anexionada por Rusia el 18 de marzo del 2014.

PHOTO/MARÍA SENOVILLA – La parte residencial del barrio donde se encuentra la refinería de Odesa, el día del bombardeo por parte del Ejército ruso a esta infraestructura

 

CAMBIO DE PARADIGMA

El portavoz del Ministerio de Interior de Ucrania, Vadym Denisenko, ha declarado esta misma mañana que "no se puede descartar que los próximos objetivos del agresor [Rusia] sean Odesa y Kiev", lo que supondría un paso atrás en la desconcertante estrategia de Vladimir Putin en esta guerra.

Tras el anuncio de que iba a replegar sus tropas hacia el este y concentrar la ofensiva en la región del Dombás, no se entiende ahora que vuelva a mirar hacia estas ciudades –que no pudo tomar semanas atrás–. 

El Gobernador de Mikolaiv, Vitaly Kim, también se ha pronunciado en este sentido advirtiendo de que el Ejército ruso se está reagrupando en el frente sur. Visiblemente preocupado, Kim alertaba de que han visto una preocupante cantidad de vehículos militares en las carreteras aledañas a Jerson –la única ciudad que los rusos tienen completamente controlada en estos momentos–.  

Estas fuerzas de refresco estarían entrando por tierra, desde Crimea, y posicionándose a las puertas de Mikolaiv. Un movimiento que sólo tiene dos explicaciones: que Putin esté preparando un repliegue "seguro" hacia la zona este del país, o que esté gestando una contraofensiva más potente contra Mikolaiv.

PHOTO/MARÍA SENOVILLA – La parte residencial del barrio donde se encuentra la refinería de Odesa, el día del bombardeo por parte del Ejército ruso a esta infraestructura

LA RESISTENCIA 

El frente de combate de Mikolaiv es el que contiene por tierra a las tropas rusas en su avance hacia Odesa, a tan solo 135 kilómetros de distancia. Aquí las Fuerzas Armadas ucranianas estaban logrando avances considerables, haciendo retroceder varios kilómetros las posiciones enemigas. 

Sin embargo, con el aumento de los bombardeos que han recibido esta semana –algunos de ellos en pleno centro de la ciudad, a la hora en la que la población civil hacía sus compras– podría peligrar esa estabilidad lograda.

En Odesa, antes de comenzar este toque de queda prolongado, la ciudad le ha dedicado un minuto de silencio a las víctimas. Un silencio que se va a alargar durante todo el fin de semana, y que supone un nuevo parón para la economía local que se había reactivado en los últimos días con la reapertura de sus comercios locales. 

Serán dos días cargados de incógnitas a la espera de los próximos movimientos de Putin, que ha demostrado ser impredecible. Y es probable que las Fuerzas Armadas ucranianas aprovechen también para reorganizar su estrategia de cara a una posible contraofensiva rusa contra el eje Odesa-Mikolaiv.