Andreas Lubitz recibió tratamiento psicológico por tendencias suicidas
Daniel Abascal/Agencias
La fiscalía de Dusseldorf, que está investigando al copiloto del avión de Germanwings que se estrelló el pasado martes en los Alpes franceses, Andreas Lubitz, ha afirmado que recibió hace varios años "atención psicoterapeútica por tendencias suicidas" durante un periodo prolongado.
En una nota este lunes, la fiscalía ha concretado que este tratamiento fue antes de obtener su permiso como piloto.
Sin embargo, ha descartado "especular" sobre cuáles fueron los motivos que llevaron a Andreas Lubitz a actuar de ese modo.
Lubitz estuvo de baja tras otras visitas al médico
Según ha añadido, la documentación médica incautada en la vivienda del copiloto no apunta a ninguna "enfermedad orgánica".
Desde entonces y hasta los últimos tiempos, Lubitz estuvo de baja tras otras visitas al médico, "sin que se atestiguaran tendencias suicidas o agresividad hacia extraños", ha puntualizado la nota, firmada por el fiscal Ralf Herrenbrück.
El viernes pasado, la fiscalía había revelado que Lubitz tenía un parte de baja roto en su vivienda que le eximía de ir a trabajar el día de la tragedia, si bien no especificó qué enfermedad le aquejaba.
Durante el fin de semana, varios medios han publicado informaciones sobre los problemas psicológicos del copiloto e incluso problemas de visión que podrían haber puesto en peligro su futuro como piloto.
Problemas de visión
El copiloto del avión de Germanwings Andreas Lubitz estaba buscando tratamiento para corregir problemas de visión que podrían haber puesto en grave peligro su carrera como piloto, según han informado dos fuentes oficiales cercanas a la investigación al 'The New York Times'.
Se desconoce la gravedad de este problema, y no se descarta que esta deficiencia de visión pudiera tener una causa psicológica, según el medio.
El accidente del avión de Germanwings que cubría la ruta entre Barcelona y Düsseldorf ocurrió el martes cuando se estrelló en los Alpes franceses.
Artículo premonitorio
El piloto holandés Jan Cocheret alertó hace dos meses sobre el riesgo de que un copiloto de un avión se encerrara en la cabina y no permitiera el regreso del piloto tras haber salido para ir al servicio, como sucedió en el fatídico vuelo 4U9525 de Germanwings que acabó con la vida de 150 personas.
En un artículo titulado '¿Me puedes abrir la puerta?', publicado en la revista holandesa especializada en aeronáutica 'Piloot en Vliegtuig', este piloto advirtió de que existe el peligro de que un copiloto decida cerrar la puerta blindada de la cabina y no volver a permitir la entrada de su compañero.
"Gracias a las puertas blindadas extraseguras, ya no es muy difícil que un piloto impida a su compañero que acceda a la cabina."Solo tiene que esperar a que tenga que satisfacer sus necesidades naturales para no volver a abrirle la puerta nunca", aseguró Jan Cocheret en su artículo, escrito en holandés y difundido por el portal belga 7 sur 7.
"Por desgracia, esta historia atroz se ha convertido en realidad", afirmó en su perfil de Facebook Jan Cocheret, que ahora trabaja en la aerolínea Emirates, el pasado 26 de marzo, dos días después de que se estrellará el Airbus A320 de Germanwings.
En su artículo, el piloto holandés exponía que suele preguntarse quién es el compañero que vuela con él en la cabina y si puede realmente confiar en él. "Yo me pregunto continuamente quién está a mi lado. ¿Cómo puedo estar seguro de que puedo confiar en él?", señaló.
"Tal vez le sucedió algo terrible en su vida que no está en condiciones de superar", aseguró, en un nuevo giro de su artículo que guarda similitudes con la situación del copiloto Andreas Lubitz, aquejado de problemas mentales y que, según la Fiscalía de Marsella, decidió provocar que el avión se estrellara en los Alpes.
Puerta de cabina cerrada
"Espero que después de ir al servicio nunca me encuentre delante de una puerta de cabina cerrada", escribió el experimentado piloto holandés. "Hay una manera de entrar en cabina, por medio de un código secreto, pero si la persona de dentro desactiva esta opción, no hay nada más que hacer que sentarse con los pasajeros y esperar a ver qué pasa", auguró, relatando una situación similar a la que sufrió el piloto de la aeronave de Germanwings.
El artículo sobre los riesgos en cabina que realizó hace dos meses el piloto Jan Cocheret guarda similitudes con la reconstrucción de los hechos facilitada la semana pasada por el fiscal de Marsella, Brice Robin, quien acusó al copiloto del avión de Germanwings, Andreas Lubitz, de haberse encerrado en la cabina para hacer que la aeronave se estrellara en los Alpes.
El fiscal aseguró que Lubitz aprovechó la ausencia del piloto para ir al servicio para hacerse con el control de la aeronave, impedir el regreso de su compañero y lanzar el aparato contra las montañas, con otras 149 personas a bordo.