El Gobierno tratará de paliar la situación de la pandemia, que fomenta las revueltas sociales

Argelia comenzará la vacunación en enero

photo_camera PHOTO/AFP - Estudiantes argelinos con máscaras debido a la pandemia Covid-19

El presidente argelino, Abdelmajid Tebboune, ordenó al primer ministro iniciar las gestiones de cara a la adquisición de una vacuna contra la COVID-19. Así lo anunció a través de su cuenta de Twitter. En el mensaje, Tebboune incoaba a Abdelaziz Djerad  a “presidir inmediatamente una reunión con el comité científico encargado de hacer el seguimiento de la situación epidemiológica, para elegir la vacuna más adecuada contra el virus COVID-19 e iniciar el proceso de vacunación a partir de enero de 2021”.

Djerad ha declarado que Argelia evitará precipitarse y adquirirá la vacuna cuando tenga las garantías suficientes. Por tanto, hasta la fecha, Argelia no ha hecho acopio del material ni ha escogido la vacuna. Mientras los pacientes de COVID-19 reciben, generalmente, un tratamiento de hidroxicloroquina.

El presidente Tebboune envió el mensaje desde Alemania, donde se encuentra desde el pasado día 28 de octubre, cuando fue ingresado de gravedad en un hospital de Berlín tras dar positivo. Fue ingresado en Argel, sin embargo, su equipo médico le recomendó el traslado. Tebboune marchó hacia Alemania cuatro días antes de la consulta sobre la Constitución del país, e hizo su reaparición el pasado 13 de diciembre en un vídeo de cinco minutos en el que manifestaba su vuelta a Argelia "lo antes posible", visiblemente afectado por los efectos del virus. En la grabación Tebboune aseguraba que sigue "a diario, hora a hora, todo lo que está sucediendo en Argelia".

Tres días después del vídeo, el Gobierno argelino prorrogó 15 días el toque de queda nocturno y otras restricciones en 34 provincias, una decisión que se vio motivada por los estragos de la pandemia. Y es que Argelia, el primer Estado africano en reconocer caso de COVID-19, es uno de los países de la región más golpeados. Las cifras recogidas desde el inicio del virus alumbran un total de 95.200 contagiados y 2.666 muertos. En la jornada de ayer fallecieron 7 personas, según las autoridades. No obstante, la COVID-19 no es la única preocupación de los argelinos.

Caldo de cultivo para las protestas

El presidente Tebboune, de 75 años, cumplió su primer aniversario como presidente del país el 12 de diciembre. Fue elegido en sustitución de Bouteflika tras su abrupta salida tras las revueltas populares, surgidas contra su intención de volver a presentarse a los comicios pese a su deplorable estado de salud. Sin embargo, en Argelia continúa manteniéndose una gerontocracia que dirige los hilos del país. Es más, en caso del plausible fallecimiento del Tebboune, su sustituto habría sido Salah Gudjil, el presidente del Senado, de 89 años. Agudizando una dinámica en colisión con la edad media de Argelia, situada en los 29 años.

Atalayar_Tebboune

El cumplimiento del décimo aniversario de la Primavera Árabe, una serie de movimientos populares que alteraron el status quo de la región, sirve como catalizador de la falta de representación de la sociedad argelina en sus dirigentes. El caso argelino no fue uno de los más sonados entonces, a diferencia de países como Túnez, Egipto, Libia o Yemen, pues Bouteflika mantuvo el poder, pero el conflicto social se reactivó en 2019. Los impulsores del movimiento fueron estudiantes, erigidos en los representantes principales de la oposición al régimen.

Y es que el año pasado la sociedad argelina salió de nuevo a la calle para exigir reformas. Haizam Amirah Fernández, investigador principal de Mediterráneo y Mundo Árabe en el Real Instituto Elcano y profesor de RRII en IE University, asegura que “hay pocas dudas de que las movilizaciones –drásticamente reducidas durante la pandemia de Covid-19– retornarán en un plazo no lejano”.  

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