Más de nueve millones de argelinos viven con menos de un dólar al día

Por Ahmed Brahim
Foto: Una mujer mayor pidiendo limosna en Argelia.
Argelia se enfrenta en 2014 al grave problema de la pobreza severa. Según estimaciones del Ministerio de la Solidaridad Nacional, la Familia y la Condición Femenina, casi dos millones de familias -1.932.000- viven en en una situación económica deplorable en estas momentos, es decir 304.000 familias más que en 2013. Además, un informe de la Liga Argelina de los Derechos del Hombre (LADDH) indica que más de nueve millones de argelinos viven por debajo del umbral de la pobreza. Esta ONG informó sobre este fenómeno en Argelia el pasado sábado con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Pobreza. Estos más de nueve millones de pobres viven con menos de un dólar al día. El secretario nacional de la LADDH, Houari Kaddour, explicó en una entrevista al diario francófono ‘El Watan’ que la sociedad tiene que “tomar consciencia” de la gravedad del problema, porque “la pobreza es un atentado a los derechos humanos. Todo niño, todo joven, hombre, mujer, tiene derecho a un nivel de vida adecuado en materia de salud y bienestar, alimentación, vestimenta, vivienda, cuidados médicos y servicios sociales”. Desgraciadamente, en Argelia, millones de personas en las zonas urbanas y rurales viven en condiciones infrahumanas, están sin trabajo o subempleadas, se alimentan y visten mal y malviven en casas que no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad. Hasta problemas como el buen funcionamiento del agua corriente en ciudades como Argel no están resueltos 52 años depués de que el país se independizara de Francia. Argelia es “la sexta potencia mundial en materia de producción de gas y el segundo país africano en producción de petróleo, después de Nigeria”, recuerda la LADDH. Sin embargo, en el Índice de Desarrollo Humano que elabora el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Argelia ocupa el lugar 93 sobre 187 países analizados.
Una economía de renta
El origen de tanta pobreza en un país tan rico como Argelia, según denuncia la LADDH, se encuentra en “la economía de renta” que reparte la riqueza en función de la vinculación que tienen los sectores sociales con la producción y exportación de hidrocarburos. Esta renta mal repartida queda en manos de unos pocos clanes dirigentes y algunos estratos medios. Sobre los 39 millones de habitantes que tiene Argelia, la riqueza de los hidrocarburos sólo beneficia a una parte minoritaria, y más de nueve millones de personas ni siquiera pueden sobrevivir y hacer frente a sus necesidades básicas. “El reparto de la renta no se hace sobre parámetros que garanticen la equidad”, afirma la LADDH, porque -agrega la ONG- “hay una segregación en la redistribución de la renta”. Las diferencias salariales y sociales varían en función de esa distribución desigual e injusta de la renta nacional procedente mayoritariamente de los hidrocarburos. Ocurre en muchos países en vías de desarrollo y emergentes, pero la característica argelina es que es una nación con un gran territorio, una población pequeña y unas riquezas enormes en gas y petróleo que jamás sirvieron para desarrollar Argelia de una forma equilibrada y fomentar una verdadera justicia social, sino para enriquecer a una minoría oligárquica civil y militar dividida en clanes a veces enfrentados y distribuir las migajas entre sectores de la población dependientes de la nomenclatura dirigente.