La bloguera y activista Lina Ben Mehnni ha fallecido este lunes a la edad de 36 años en Túnez. La joven padecía una enfermedad crónica que se agravó en los últimos meses. Con frescura, coraje y valentía relató la realidad de su país durante la dictadura de Zine el Abidine Ben Ali en su blog titulado A Tunisian Girl, que actualizó por última vez este domingo. Su testimonio en árabe, inglés y francés por la geografía más recóndita de Túnez contribuyó a que el mundo y el conjunto de los tunecinos descubrieran la realidad de su país. Por su labor antes, durante y después de la caída del régimen, Ben Mehnni se convirtió en uno de los símbolos no solo de la Revolución de los Jazmines, sino de la Primavera Árabe en su conjunto.
Además, Ben Mehnni fue la primera persona en informar tras el inicio de las revueltas desde Sidi Bouzid, la localidad del vendedor de frutas Mohamed Bouazizi, célebre por haber desencadenado con su inmolación la chispa de la revolución que acabó derrocando a Ben Ali tras más de 23 años en el poder. Durante todos estos años, la joven siguió implicada en el periodismo más combativo defendiendo la igualdad de la mujer, el laicismo, la libertad de prensa y, en fin, la democracia y los derechos humanos. A pesar de sus problemas de salud, no dejó nunca de escribir y participar en movilizaciones y campañas públicas. En 2011 Ben Mehnni publicó un libro titulado ‘Tunisian Girl, blogueuse pour un printemps árabe (Ceux qui marchent contre le vent)’.
La joven, licenciada en Lingüística e Inglés y profesora visitante en la Universidad de Túnez, fue premiada en España con el Premio Internacional de Periodismo de El Mundo. Su nombre sonó como candidata para el Premio Nobel de la Paz de 2011. Para consuelo de quienes la respetaron y quisieron, Ben Mehnni ha podido ver a su país celebrar elecciones libres y cómo la democracia liberal está echando raíces. Este martes se celebrará en París un homenaje en su memoria. Las redes lloran desde primera hora de la mañana la pérdida de una persona comprometida que se convirtió en símbolo de las ansias de libertad y dignidad de una nueva generación de ciudadanos árabes y que se ha marchado en la flor de la vida.