La curva de contagios en Marruecos sigue ascendiendo. Según los últimos casos reportados por el portal covidmaroc.ma, en las últimas 24 horas el país norteafricano habría registrado 1.772 casos, y casi la mitad de ellos, 651 en la región de Casablanca-Settat.
Es en esta zona costera donde la COVID-19 ha tenido una mayor presencia con más de 5.000 casos. Por ello, las autoridades regionales han aumentado las medidas para evitar una mayor propagación del virus.
El portavoz de la Dirección General de Seguridad Nacional (DGSN, por sus siglas en francés), Boubker Sabik, dijo este marte que la Policía de Casablanca estaba llevando a cabo varios operativos policiales, entre los que se encontraban el allanamiento de 54 hoteles durante la última semana y de otros establecimientos turísticos. Todos estos lugares habían sido denunciados por no implementar las medidas sanitarias necesarias. Según la Policía, en los últimos siete días se han registrado 118 violaciones en establecimientos turísticos respecto a la implementación de medidas contra la propagación de la COVID-19.

Sabik, durante una conferencia de prensa celebrada en la prefectura de la Policía de Casablanca, dijo que “el Director General de Seguridad Nacional ha dado órdenes firmes en cuanto a la estricta aplicación de las disposiciones legales y organizativas relativas a las unidades turísticas, con el fin de hacer cumplir el estado de emergencia de salud pública y luchar contra la propagación de la pandemia”.
Para el adecuado funcionamiento de los hoteles, restaurantes y cafés se necesita que estos cumplan con las medidas destinadas a preservar la salud de los ciudadanos y seguir la aplicación rigurosa de las disposiciones de la ley relativas al ingreso y estancia en Marruecos, afirmó el portavoz de la DGSN.
La infección reportada de un funcionario en el distrito de Fida-Mers Sultan la semana pasada despertó todas las alarmas sobre las medidas tomadas por las autoridades locales para proteger a sus empleados de la propagación del virus.