Los satélites meteorológicos anticiparon lo que iba a pasar. Las predicciones de los meteorólogos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) habían anunciado desde hace más de una semana que la borrasca Filomena iba a provocar una intensa tormenta de nieve en buena parte de España, como así ha sido.
Las previsiones de los profesionales de la AEMET se han basado en los resultados arrojados por los sofisticados algoritmos y modelos numéricos con los que trabajan día tras día, que se alimentan de forma continuada con los datos procedentes de estaciones terrestres, barcos y boyas marinas pero, en especial, con los que les aporta una de sus principales herramientas de trabajo, los satélites.
Repletos de sofisticados instrumentos y diseñados expresamente para dibujar la evolución de la meteorología y del clima a escala local, regional y global, estas plataformas pueblan el espacio en distintas órbitas y alturas, para que los técnicos puedan extraer conclusiones y efectuar sus predicciones con el mayor grado de acierto posible. “Incluso han llegado a calcular la acumulación de nieve, por ejemplo, en Madrid, y expresarla en centímetros”, señala el experto Rubén Vázquez.

En el viejo continente, EUMETSAT, la Organización Europea para la Explotación de los Satélites Meteorológicos que dirige desde el 1 de enero el británico Phil Evans, es la propietaria y la responsable de operar un total de siete plataformas con total dedicación meteorológica. Tres forman la constelación MetOp y cuatro la denominada Meteosat Segunda Generación (MSG), cuyos ingenios son rebautizados Meteosat cuando comienzan a prestar servicio. Estos últimos son archiconocidos por los ciudadanos del viejo continente debido a su frecuente mención por los hombres y mujeres que informan del tiempo en radio y televisión.
Los MSG observan en una docena de canales, cuatro en el espectro visible y ocho en el infrarrojo cercano, algunos de ellos con una resolución inferior a los dos kilómetros. Cuentan con la cámara SEVIRI, que es capaz de escanear la totalidad de la Tierra en 15 minutos o la mitad del hemisferio en cinco minutos. También incorporan el radiómetro GERB, que observa la totalidad de la Tierra cada cinco minutos en los espectros visible e infrarrojo y mide la radiación solar reflejada por la Tierra. Su forma de trabajo es por parejas, de tal modo que mientras uno capta imágenes del conjunto del planeta, el otro escanea Europa.

El resultado es que las imágenes que retransmiten a los servicios meteorológicos estatales de las naciones europeas ofrecen una alta calidad y un elevado grado de detalle. Con su análisis, agencias europeas como la AEMET española, Météo France, el Instituto Portugués do Mar e da Atmosfera o su equivalente alemán Deutscher Wetterdienst están en condiciones de elaborar predicciones meteorológicas en tiempo real, a corto o muy corto plazo y también modelos numéricos de predicción y de supervisión del clima de Europa, África y el Atlántico Norte.
Catalogados Meteosat-8, 9, 10 y 11, de forma cilíndrica y dos toneladas de peso, son los principales responsables de observar la atmósfera de la Tierra durante las 24 horas del día, lo que llevan a cabo desde 36.000 kilómetros de altura y siempre sobre la misma zona de la Tierra. El más viejo de los cuatro es el Meteosat-8 ‒en órbita desde agosto de 2002‒, que permanecerá activo hasta al menos 2022, salvo fallo técnico imprevisto. El más nuevo es el Meteosat-11, lanzado en julio de 2015 y del que se espera que continúe activo hasta al menos 2033, más de 50 años después de que el Meteosat-1 fuera puesto en órbita.

La Agencia Espacial Europea (ESA) y EUMETSAT ya trabajan de forma conjunta en los Meteosat Tercera Generación o MTG, que están dotados de 16 canales. En esta ocasión serán seis satélites de dos tipos diferentes, todos ellos construidos por la compañía franco-italiana Thales Alenia Space, con una aportación tecnológica clave de la industria espacial española en su diseño, desarrollo y fabricación, que porcentualmente supone el 12% de su valor.
Airbus Space Systems ha hecho realidad la protección térmica del satélite y del cableado del instrumento principal SEVIRI, radiómetro del que Airbus CRISA se ha responsabilizado de su Unidad de Control Funcional y SENER ha fabricado importantes conjuntos electrónicos. Y Alter Technology ha efectuado la selección, ensayo y aprovisionamiento de todos los componentes electrónicos.
GMV ha aportado el software del sistema d procesado operacional de los instrumentos y el apoyo técnico a sus usuarios; Indra ha suministrado el sistema de control y seguimiento de los satélites instalado en la estación espacial del INTA en Maspalomas (Gran Canaria), mientras que Thales Alenia Space España ha trabajado en la simulación de la cadena de transmisión de datos y ha aportado la electrónica para la transmisión de imágenes.

El programa de satélites Meteorológicos Operacionales (MetOp) es la contribución de EUMETSAT a un proyecto de cooperación con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), para supervisar la evolución del clima y aportar nuevas capacidades de detección para mejorar las previsiones meteorológicas.
La familia MetOp está formada por tres satélites emplazados en órbita polar sincronizada con el movimiento del Sol. Eso significa que su paso por un determinado punto de la Tierra ocurre siempre a la misma hora, aspecto clave para determinar la progresión de las temperaturas en uno u otro sentido. Para conseguirlo, en lugar de estar situados a 36.000 kilómetros de la Tierra como los Meteosat, todos están colocados a 830 kilómetros de altura, aproximadamente la distancia de Murcia a Santander.

Con un peso al despegue algo superior a las cuatro toneladas, MetOp-A, el primero de la serie, se lanzó en octubre de 2006, al que siguió el B en septiembre de 2012 y el C en noviembre de 2018. A bordo de cada uno de ellos viaja una amplia gama de instrumentos, sensores y cámaras para asegurar la obtención de datos de alta calidad para las previsiones meteorológicas a medio y largo plazo y el seguimiento del clima.
Con una vida media estimada entre 14 y 16 años, ya está en marcha una segunda generación o MetOp-SG, cuyo primer ejemplar debe volar al espacio en 2021 para garantizar la continuidad del suministro de datos mediante nuevas sondas atmosféricas, cámaras para obtener imágenes ópticas y sensores de microondas. El programa comprende seis satélites en dos distintas configuraciones (A y B) y su construcción fue asignada en 2014 a la multinacional europea Airbus. La mayor parte de las compañías españolas que participan en los MTG también lo hacen en MetOp-SG.

El control y seguimiento de la flota de satélites de EUMETSAT se lleva a cabo desde la ciudad alemana de Darmstadt, que alberga el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) de la ESA. Como organización intergubernamental de la que forman parte 30 naciones europeas, la representación española corre a cargo de la ya citada AEMET, perteneciente al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, cartera que encabeza Teresa Ribera.