La Organización Mundial de la Salud ha anunciado la mutación de una nueva versión del coronavirus, una nueva variable bajo el nombre “Mo” que se habría detectado por primera vez en el mes de enero, en Colombia, según ha indicado el seminario Boletín Epidemiológico.
De acuerdo con The Guardian, “el alcance de la amenaza que representa el mutante (Mo) es altamente incierto, y depende de si los casos aumentarán significativamente en las próximas semanas y meses, especialmente en la presencia del mutante (Delta).) se está extendiendo rápidamente”.
Por el momento, funcionarios y científicos de salud pública se encuentran todavía realizando estudios sobre si esta mutante es más contagiosa o si puede causar enfermedades graves, que superen a aquellas que produjo la mutante delta.
Los primeros resultados del informe afirman que en el momento actual “no existen evidencias” de que la variante “Mo” supere a la “Delta” en nivel de contagios, advirtiendo, del mismo modo, que los riesgos de “escape inmunológico”, es decir, de resistencia a la vacuna en esta mutante pueda contribuir a futuras enfermedades.
Sin embargo, según The Guardian, parte de las preocupaciones que suscita la nueva variante radica que tiene la capacidad de mutar el cambio genético “P681H” que se había descubierto previamente en el mutante “alfa” y que es el que se ha relacionado con la rápida transmisión de contagios.
Hasta el momento, los síntomas de Mo son los mismos que han desarrollado otro tipo de variables: fiebre, tos seca y fatiga. A estos se les suma la pérdida del gusto y olfato, congestión nasal, dolor de cabeza y dolor de muscular.
En el instante que ha parecido la nueva variante, los expertos comenzaron a comprobar su respuesta a las vacunas a nivel mundial. En el caso de la Pfizer, científicos aseguran que los anticuerpos producidos por la vacuna pudieron neutralizar la variante. Sin embargo, aunque la neutralización fue efectiva indican que fue más débil.
Del mismo modo, la OMS confirmo que la nueva mutante tiene mutaciones que pueden desembocar en un riesgo de “escape inmunológico”, lo que evidencia la necesidad de realizar un estudio científico para comprender mejor sus características.