Marruecos y Túnez compiten por el monopolio de la industria aeronáutica en el Magreb

Por Dunia Gattiui y Mohamed Sahli
Foto: La industria aeronáutica norteamericana y europea quiere expandirse en Marruecos y Túnez. 
 
Marruecos y Túnez hacen grandes esfuerzos para atraer capitales de América del Norte y Europa para la industria aeronáutica. Los dos países compiten por el monopolio de este sector industrial en auge en el Magreb. La industria aeronáutica en los dos países se dedica en la actualidad a la fabricación de algunos componentes de aviones en zonas francas. Pero la situación podría cambiar rápidamente y en cuatro años Marruecos podría fabricar íntegramente  su primer aparato. En Argelia, no hay inversores extranjeros en el sector aeronáutico, pero una compañía local se adjudicó un contrato con el gigante europeo Airbus. En  una entrevista periodística, Hamid Benbrahim El-Andalusi, presidente del Grupo de Industrias Marroquíes Aeronáuticas y Espaciales (GIMAS) y delegado del Grupo Safran en Marruecos, destacó las buenas perspectivas económicas para el sector. “Uno de los objetivos de GIMAS  es conseguir atraer las Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES) en el tejido industrial aeronáutico. Queremos que coexistan grandes grupos pero también PYMES, así como centros de formación y organismos gubernamentales. Queremos atraer las sociedades no europeas, aunque sean pequeñas, porque queremos abrirnos a nuevos mercados”, indicó este hombre de negocios marroquí. En este sentido, Marruecos negocia con una pequeña empresa francesa,  Ateliers de la Haute Garonne (AHG), y con el gigante estadounidense Eaton  su instalación en la zona Midparc de Casablanca. Después de la multinacional canadiense Bombardier, Eaton sería la segunda compañía norteamericana del sector aeronáutico presente en Midparc. La proximidad geográfica con los mercados europeos hace del Magreb, y sobre todo de Marruecos y Túnez, una región atractiva para la industria aeronáutica de los países avanzados. Marruecos y Túnez están dispuestos a dar facilidades fiscales y administrativas a los inversores que quieran deslocalizar parte de su producción en estos países. Los costos de producción, según un estudio de la consultora McKinsey, son mucho más bajos que en Francia: un 39% en Túnez y un 48% en Marruecos. La mano de obra es entre un 15% y un 20% menos elevada en Túnez que en Marruecos. “Desde el obrero hasta el ingeniero”, puntualiza Gaby López, presidente del  Grupo de Industrias Tunecinas Aeronáuticas (GITAS).
 
Ventajas fiscales
Los impuestos salariales son también más bajos que en Europa. Representan un 23% de la nómina en el caso de Marruecos y Túnez  y un 35% en Argelia. Y los impuestos sobre los beneficios son del 25,2% en Marruecos y del 15,2% en Túnez, señala la consultora PwC. Túnez ofrece a las grandes empresas aeronáuticas extranjeras la exención total del  impuesto sobre beneficios  durante los primeros 10 años de actividad en el país magrebí. Marruecos también ofrece exenciones de impuestos durante cinco años y autoriza la repatriación de beneficios. La empresa francesa LH Aviation prevé invertir 15 millones de euros y contratar a un centenar de trabajadores en Marruecos para construir dentro de cuatro años  80 aviones al año. Los aviones serán fabricados en una planta de 5.000 metros cuadrados en la zona industrial de Nouaceur, en la región del Gran Casablanca. “No es una política de deslocalización sino de utilizar a Marruecos como base de producción para el mercado africano y, sobre todo, magrebí”, explicó el presidente del consejo de administración de la empresa, Christophe Rémy. En Argelia, el Instituto Aeronáutico de Blida sigue formando ingenieros para la industria norteamericana y europea. En el sector privado, sólo existe una empresa, la Sociedad Magrebí de Mecánica de Precisión y de Mantenimiento Industrial (SOMEMI), con base en Taher, en la región de Jijel (noroeste del país). Su propietario es Zaim Bensaci, presidente del Consejo Nacional Consultivo para la Promoción de las PYMES.