La RAM fortalece su presencia en África y apuesta estratégicamente por España

Redacción Atalayar
La compañía aérea marroquí Royal Air Maroc (RAM) quiere fortalecer su presencia en África y alcanzar 31 destinos en todo el continente, según informaron los responsables de la empresa en una nota de prensa. A partir del próximo 17 de junio, la RAM tendrá tres ofertas de vuelos por semana para la capital de Chad, Ndjamena. En diciembre, la RAM volará también tres veces por semana de Casablanca -la capital económica de Marruecos- a Abuja, la capital de Nigeria. La compañía marroquí utilizará aviones Boeing 737 de nueva generación para cubrir esas nuevas líneas aéreas. Con Nigeria, la RAM ya ofrece un trayecto aéreo de Casablanca a Lagos, que en el marco de su nueva programación, reforzará a partir de junio con un vuelo cotidiano en lugar de cinco por semana. Además, la emblemática compañía aérea del Reino Alauí potenciará la línea de Casablanca a la capital de Ghana, Accra, con un vuelo diario en vez de cinco a la semana. La RAM aumentará su oferta aérea en Londres, ofreciendo 14 vuelos semanales en lugar de 10. Dicho reforzamiento de los vuelos en los aeropuertos londinenses de Heathrow y Gatwick permitirá a los pasajeros de las rutas de Lagos, Abuja y Accra disponer de unas mejores oportunidades de conexión con el Reino Unido, donde vive una importante comunidad de Nigeria y Ghana. La apuesta africana de la RAM es un objetivo estratégico para su futuro, según aseguran los responsables de la compañía marroquí.
Es por este motivo que el pasado mes de marzo, la RAM tomó la decisión de ofrecer “menús africanos” a los clientes que lo deseen. La oferta de la RAM se realiza en los vuelos que van de Casablanca a Nueva York, Montreal (Canadá) y Yeda (Arabia Saudí), y poco a poco se ampliará a otras rutas aéreas entre Europa y África. La ruta europea hacia el continente africano constituye el grueso de la actividad de la aerolínea marroquí. El menú africano que los pasajeros pueden elegir no tiene coste alguno para el cliente y está inspirado en la gastronomía marroquí, pero tiene ciertos “toques africanos”, según fuentes de la compañía. La aerolínea marroquí es una empresa de titularidad pública que atraviesa dificultades económicas debido sobre todo a los precios impuestos por las compañías de bajo coste que vuelan a Marruecos desde que el país magrebí liberalizó el sector aéreo. La situación del negocio aéreo en Marruecos es bastante delicada para la RAM, porque algunos destinos turísticos importantes como Fez, Marraquech y Tánger están controlados por las aerolíneas de bajo coste. Esta situación es reconocida por el propio director general de la RAM, Driss Benhima.
En Europa, después de Francia, España es el segundo país estratégico para la RAM. Tanto es así que la compañía marroquí, a finales de 2012, se planteó el reto de reforzar su posición en España y situar el mercado español al mismo nivel que el francés. Los responsables de la RAM quieren conseguir en 2016 medio millón de pasajeros en el mercado español. Por eso mismo, la RAM ha reforzado líneas como las de Rabat-Madrid y Tánger-Madrid. El vuelo entre Tánger y la capital de España tiene especial importancia, porque, además de un carácter turístico, tiene una naturaleza económica, porque la gran ciudad marroquí del Estrecho es una urbe pujante donde se han instalado grandes empresas como la multinacional francesa de la automoción Renault. Tánger tiene también un puerto muy importante –Tánger MED- y una zona franca en plena expansión. Por estos motivos, muchos inversores españoles se han instalado en esta ciudad. En 2013, se abrieron nuevas rutas entre Marruecos y ciudades españolas como Las Palmas, Sevilla, Bilbao y Valladolid y a finales del años pasado la Isla de Tenerife firmó un convenio con el Gobierno marroquí y la RAM para incrementar la cooperación bilateral en materia turística y, en ese marco, los vuelos entre Casablanca y dicho territorio canario. La estrategia de la RAM es dar un impulso al turismo español en Marruecos, que ronda el millón de personas, y facilitar los viajes de los marroquíes residentes en España -unos 800.000- a su país de origen.