Los griegos vuelven a confiar en Tsipras y dan a Syriza una amplia ventaja

Luz Sela/lainformacion.com/Atalayar

Pie de foto: Tsipras, en un acto de campaña, en la plaza Syntagma de Atenas.

Syriza gana los comicios en Grecia, con 145 escaños y reeditará gobierno con los Griegos Independientes.  Los conservadores de Nueva Democracia, segundos con 75 diputados. Los escindidos de Syriza se quedan sin representación.

El partido de izquierda griega, Syriza, ha sido el vencedor en las elecciones celebradas este domingo en el país. De acuerdo con el escrutinio, aún en marcha, la formación del exprimer ministro Alexis Tsipras lograría 145 diputados-teniendo en cuenta la suma de 50 que concede el sistema electoral griego al vencedor, cinco por debajo de los logrados en enero. "Delante de nosotros se abre la vía del trabajo y de la lucha", ha escrito Tsipras en Twitter, tras conocer los resultados.

Una multitud de seguidores esperaba a Tsipras en la sede central de su partido, para celebrar la nueva victoria. El presidente del Parlamento europeo, Martin Schulz, ha sido de los primeros en trasladar sus felicitaciones al líder de la izquierda griega. Mensaje al que se ha sumado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien se ha mostrado dispuesto a acompañar a Grecia en su "ambicioso plan de reformas". El presidente francés, François Hollande, ha interpretado la victoria de Syriza como un "mensaje importante para la izquierda europea". "Grecia experimentará un periodo de estabilidad con una mayoría sólida", dijo desde Tánger.

Tsipras: "Grecia es sinónimo de lucha y dignidad"

El primer ministro celebra un triunfo que, dice, pertenece a "las clases sociales del país que sueñan con un mañana mejor".  Confirma que gobernará con los independientes de ANEL, sus anteriores socios.

El primer ministro griego Alexis Tsipras, reelegido con clara ventaja en los comicios de este domingo, ha reivindicado los resultados de las elecciones como “un claro mandato” del pueblo griego por lo que, ha dicho, gobernará durante los próximos cuatro años. "Esta lucha la continuaremos durante cuatro años, porque hemos recibido un mandato para cuatro años", ha destacado.

En su intervención ante cientos de simpatizantes en Atenas, tras conocer los resultados, Tsipras ha apelado directamente a “la clase obrera” griega a quien, ha dicho, corresponde la victoria."Este resultado no pertenece a Syriza. Pertenece a las clases sociales del país, a la gente que lucha, que quiere un mañana mejor, y sueña con un mañana mejor", ha celebrado, “Grecia y los griegos son sinónimo de lucha y de dignidad”.

Tsipras ha confirmado además que reeditará gobierno con el partido de “Griegos Independientes” ANEL, su anterior socio. Dicho esto, el propio Kammenos subió al estrado en el que estaba hablando Tsipras, en la céntrica plaza Klafthmonos, y se fundieron en un abrazo, ante los aplausos.

"Quiero dar las gracias encarecidamente a los Griegos Independientes de Panos Kammenos, que unen sus fuerzas con nosotros (…) Mañana seguiremos juntos la lucha que iniciamos hace siete meses", añadió Tsipras. Un mandato, ha insistido Tsipras, que “ponga fin a la corrupción”.

Tsipras, que promete aplicar de la forma más justa posible las condiciones de un nuevo plan de rescate internacional, reconoció que "tenemos dificultades, pero un terreno sólido". "La salida de la crisis no vendrá de forma mágica, pero vendrá", prometió, gracias a la "lucha" de su futuro gobierno en favor de los más frágiles, "la protección social" y "la redistribución de la riqueza".

Nueva Democracia en segundo lugar

En segundo puesto, los conservadores de Nueva Democracia con75 diputados, uno menos. Su líder, Evangelos Meimarakis, ha asumido su derrota y ha felicitado a Tsipras por su victoria, al tiempo que le ha apelado para "formar el Gobierno necesario" con su partido como "pilar de estabilidad". En un mensaje tranquilizador a sus seguidores, Meimarakis ha destacado que Nueva Democracia "no ha sido destruida, no está acabada". Las encuestas de los últimos días vaticinaban un resultado muy ajustado, que parecían revalidar los primeros sondeos a pie de urna, con una victoria estrecha para Syriza sobre Nueva Democracia.

Según la televisión pública ERT, Tsipras formará de nuevo coalición con los nacionalistas Griegos independientes, con los que sumaría 155 escaños. La mayoría absoluta se fija en 151. Ambos líderes mantuvieron una conversación telefónica nada más conocerse la victoria de Syriza. "Desde mañana por la mañana, con Tsipras como primer ministro, procederemos a un gobierno que sacará a Grecia del memorando, de la austeridad y del desempleo", confirmó el líder de los independientes, Panos Kammenos.

Las alianzas habían marcado la campaña, en la que Tsipras no había descartado ninguna opción, salvo eso sí un "antinatural" acuerdo con Nueva Democracia.

Pie de foto: El líder del partido griego de extrema derecha Amanecer Dorado, Nikolaos Michaloliako

Los neonazis mejoran sus resultados

El partido más radical del espectro político griego, los neonazis de Amanecer Dorado han logrado en estas elecciones mejorar los resultados del mes de enero y mantenerse como tercera fuerza del Parlamento logrando 19 escaños, dos más que los pasados comicios.

Con un mensaje aún más duro y radical que en los últimos tiempos, el partido de Michaloliakos obtiene el apoyo del 7,2% de los electores griegos. Han aprovechado la crisis migratoria que vivie Europa para consolidar y reafirmar su discurso, a favor de la violencia racista, y en contra de la Unión Europea sigue calando en algunos sectores que apoyan sus ideas. "Es hora de que Grecia deje de acoger a los extranjeros y los devuelva a su patria", proclamó el líder ultraderechista en algunos de sus mítines.

"Si el gobierno no puede cuidar las fronteras, que se vaya. Cierren las fronteras (...), es necesario que las custodie el ejército", aseguraba. "Pueblo armado, nacionalismo", "Fuera de Grecia los extranjeros", "Grecia pertenece a los griegos", gritaban los simpatizantes del partido de ultraderecha.

El fracaso de los 'escindidos': Unidad Popular no consigue entrar en el Parlamento

La sección escindida de Syriza, Unidad Popular, no lograría entrar en la Cámara al conseguir un 2'81% de sufragios, frente al 3% en que se fija el umbral mínimo para la representación parlamentaria.

Ni el apoyo expreso del exministro de Finanzas, Yanis Vatroufakis, que el viernes había anunciado su voto para el partido, ha servido para que Unidad Popular, partido 'escindido' de Syriza lograse entrar en el Parlamento griego. El ala más radical del partido de la formación de izquierda, surgido en agosto para mostrar el rechazo frontal al tercer programa de rescate, no ha logrado convencer ni al 3% de electores, el umbral mínimo necesario para lograr asiento en la Cámara.

Pie de foto: El exministro de Energía y fundador de Unidad Popular, Panagiotis Lafazanis.

Fundado en agosto por 25 exmiembros de Syriza pertenecientes al Consejo de los Helenos, y liderado por el exministro de Energía de Tsipras, Panagiotis Lafazanis, el partido defiende un férreo criterio antiausteridad, con propuestas extremas como la retirada de Grecia de la zona euro y la vuelta al dracma como moneda nacional. Lafazanis había hecho este domingo un llamamiento a los griegos, en especial a los jóvenes, a decir un “gran no a la austeridad”.

"Nuestra prioridad en estas elecciones es la gente joven. Deben decir un gran no a la austeridad y a la frustración para que no tengan que abandonar Grecia", dijo a su salida del centro electoral.

Lafazanis, uno de los ministros más críticos con Syriza, desgranó hace unas semanas su programa electoral, un documento con el que perseguía esencialmente acabar con el acuerdo firmado con los acreedores para el rescate.

“Somos una alternativa realista” al acuerdo, dijo, en su primera comparecencia ante la prensa, en la que defendió para Unidad Popular el papel de una “fuerza política grande y decisiva”. Para ello, se apoyaba en el 62 por ciento de los griegos que habían votado 'no' en el referéndum de julio.

Entre sus medidas de programa estaba también una salida de los acuerdos firmados con los acreedores internacionales, la nacionalización bancaria, el impago de la deuda “ilegal” y la anulación de los recortes.

Jornada electoral de apatía

Las elecciones de este domingo han estado marcadas por la bajísima participación, con el 54'5% de votantes, nueve puntos menos que en enero, lo que se traduce en una abstención de récord. En algunos colegios votó apenas la mitad del censo.

La jornada electoral ha transcurrido en Grecia en un difícil equilibrio entre la normalidad y la apatía, por momentos la desilusión de los griegos, convocados por tercera vez a las urnas en menos de un año. Tsipras ha tratado de insuflar cierto aire de ilusión llamando a las urnas para dar a Syriza un "gobierno fuerte" con el que "romper con el antiguo régimen". "Los griegos no permitirán que otros decidan por ellos. Darán un mandato de continuidad con un gobierno fuerte que luche en Grecia y en el exterior para que el país siga con las reformas necesarias y rompa con el antiguo régimen", dijo tras votar en un colegio electoral en el barrio de Kypseli, en Atenas.

Tsipras vuelve a tomar la batuta de los ajustes

El exprimer ministro recibía mientras las duras críticas de su otrora mano derecha, el exministro de Finanzas Yanis Varoufakis, quien le acusaba de “anular la voluntad del valiente 62% del pueblo griego”, con la convocatoria electoral. En su opinión, los comicios han tenido como propósito la “legalización de la capitulación de Grecia”. "Hemos demostrado que podemos abrir caminos incluso cuando no los hay", había defendido antes Tsipras.

El Gobierno habrá de acometer ahora las severas exigencias de Bruselas, comprometidas en el programa para el tercer rescate, que supondrá una ayuda de 86.000 millones de euros en los próximos tres años. Entre esas reformas se incluyen mofificaciones en el impuesto sobre la renta, que pasará del 11 al 15% el baremo impositivo de los ingresos anuales inferiores a 12.000 euros y  del 33 al 35% para los superiores. Por otro lado se reducirá el gasto militar, y se prolongará una tasa especial sobre la actividad de los armadores. En pensiones, el ejecutivo debe ahorrarse el equivalente del 0,25% del PIB en 2015, y el 1% en 2016.

Iglesias felicita a Tsipras

Entre las felicitaciones llegadas a Atenas ha estado la del secretario general de Podemos. Pablo Iglesias se ha convertido en un apoyo fundamental para Tsipras y de hecho no dudó en interrumpir su participación en la campaña catalana para acudir, el viernes, al mitin de cierre de su "amigo Alexis". 

En su intervención, Iglesias destacó a Tsipras como "un león que ha defendido a su gente y que ha dado la cara por Grecia". "Los griegos no van a querer volver al pasado ni arrodillarse ante Alemania, con Alexis Tsipras van a tener un león que va a defender a su gente a pesar de las dificultades", destacó.

El apoyo a Syriza provoca divisiones en el seno de la formación emergente, ya que varios dirigentes, en especial los procedentes de Izquierda Anticapitalista, han expresado su apoyo a Unidad Popular, partido escindido que reniega de las medidas de austeridad impuestas en el tercer rescate.

También el secretario general socialista, Pedro Sánchez, se ha sumado desde España a las felicitaciones. En un mensaje en Twitter, Sánchez ha confiado en que la victoria de Tsipras sirva para abrir "un período estable  que permita modernizar Grecia y un futuro de crecimiento económico con justicia social".  No obstante, en un mensaje posterior, le ha advertido de la necesidad de reflexionar sobre los futuros pactos.

El destino trazado del nuevo Gobierno: las reformas que manda Bruselas

Las urnas han validado a Tsipras para acometer los ajustes del controvertido tercer rescate.  Las reformas han de garantizar una estabilidad financiera, hoy en entredicho.

Pie de foto: El primer ministro heleno, Alexis Tsipras, con la canciller alemana, Angela Merkel.

Las urnas de este domingo en Grecia son más un examen para el exprimer ministro, Alexis Tsipras, que un auténtico voto por un programa político. Sea cual sea el resultado, y esto es básicamente que Syriza gane o que lo hagan los conservadores de Nueva Democracia, la política económica del nuevo gobierno está ya trazada: un programa de rescate, el tercero, que supondrá 86.000 millones de euros a lo largo de los próximos tres años.

El programa aprobado a mediados de agosto condiciona de forma estricta el destino de los griegos durante los próximos años. De forma inmediata, se prevén más de 15 reformas de gran envergadura entre las "medidas prioritarias", cuya elaboración o votación en el Parlamento ha sido fijada por los acreedores "de aquí a octubre de 2015". Sólo si Grecia cumple con dichas reformas recibirá los fondos prometidos por sus acreedores internacionales.

El programa de ayuda de los acreedores se divide en tres tramos, un primero, de 26.000 millones, fraccionado en dos pagos, (uno de ellos, desembolsado ya en agosto y que permitió al país cumplir con los compromisos inmediatos, otro, para pagos internos, sueldos y pensiones). Una vez superada la primera revisión del programa que se prevé para el mes que viene y antes del 15 de noviembre, el Eurogrupo realizará el pago de un segundo tramo, por valor de 15.000 millones de euros, que servirá para sanear la situación del sector bancario.

Para ello, los griegos habrán de superar un programa de severos ajustes, requisito para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) participe finalmente en el rescate. “El FMI mirará este asunto de cerca y nosotros también en octubre y ojalá podamos asegurar que la deuda sea sostenible hasta entonces y dar más garantías si fuera necesario para que el Fondo se puedea sumar” al programa en otoño, dijo entonces el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

Lo primero que deberá hacer el nuevo Parlamento griego será rectificar el presupuesto de 2015, para incluir las nuevas reformas de las pensiones y el impuesto sobre la renta, y las modificaciones de la fiscalidad de los agricultores. Para estos, el impuesto sobre la renta aumentará progresivamente de aquí al año próximo del 13% al 26%.

Igualmente pasará del 11 al 15% el baremo impositivo de los ingresos anuales inferiores a 12.000 euros. Para los ingresos superiores a este umbral, el baremo subirá del 33 al 35%. Por otro lado se reducirá el gasto militar, y se prolongará una tasa especial sobre la actividad de los armadores.

En cuanto a las pensiones, deberá ahorrarse el equivalente del 0,25% del PIB en 2015, y el 1% en 2016. Del lado del IVA, habrá un nuevo aumento en octubre después del operado en julio, con la supresión de los baremos reducidos en ciertas islas y un incremento para los hoteles.

Todos los dispositivos que permiten una jubilación anticipada, en ocasiones a partir de los 50 años, serán suprimidos de aquí a 2021. Además se generalizará el marco actualmente en vigor, que prevé una jubilación después de 40 años cotizados y con una edad de jubilación fijada en los 67 años. Los fondos de pensiones suplementarios quedarán integrados en el sistema ETEA, una Caja unificada de seguros auxiliar.

Puesta en marcha del programa de liberalizaciones

Grecia deberá igualmente establecer su plan para liberalizar varios sectores, permitiendo la apertura de farmacias por parte de gente ajena a la profesión, autorizando la venta de medicamentos sin receta en las grandes superficies, y ampliando las categorías de negocios autorizados a vender pan. Igualmente está previsto autorizar las rebajas en cualquier período del año, y abrir las profesiones de ingenieros y notarios. En el mercado de servicios básicos, el Gobierno habrá de modificar las reglas del mercado eléctrico y reformar el del gas para reducir en un 25% las cuotas de mercado.

Además, el próximo gobierno se compromete a presentar de aquí a octubre un calendario para cerrar la licitación en curso para los puertos del Pireo y Tesalónica, de la compañía ferroviaria TRAINOSE y de la empresa gerente de la red de ferrocarriles, ROSCO.

Las autoridades helenas deberán acometer una ambiciosa reforma de la administración que incluye, por ejemplo, nuevas medidas para agilizar los juicios administrativos, designar a los miembros del a junta del consejo fiscal y diseñar su plan para la devolución de impuestos y reclamaciones de pensiones. También pendiente de reforma está la agencia de estadística, un proyecto con el que se prevé dotarla de mayor independencia. El gobierno griego se ha comprometido además a introducir modificaciones en su legislación penal para sancionar las prácticas corruptas, como la evasión fiscal o el fraude. Igualmente, la legislación habrá de contemplar duras sanciones al contrabando.

La situación de los bancos es otro de los asuntos prioritarios. La estabilidad sigue en entredicho y la liquidez aún no está garantizada. Las autoridades habrán de comprometerse especialmente con el programa de reformas para evitar la morosidad en la devolución de los préstamos.

El nuevo gobierno griego habrá de presentar un plan para la gestión de los créditos de dudoso cobro, que perjudican los balances de los bancos. Dicho plan aumentaría la posibilidad de llevar a cabo ejecuciones hipotecarias. La amnistía fiscal propuesta desde febrero a los contribuyentes que paguen sus impuestos pendientes será menos generosa.

Garantizar la estabilidad del sistema financiero

Grecia ha celebrado elecciones en un escenario en que sigue vigente el control de capitales instaurado para proteger al sistema bancario griego del pánico que sacudió al país ante la convocatoria del referéndum del 5 de julio, en un momento en que la salida del euro era un riesgo real.

Desde el 29 de junio, los griegos sólo pueden retirar un máximo semanal de 420 euros por persona el cajero automático. Los giros al extranjero no están autorizados, salvo para cubrir gastos médicos, estudios y viajes. Tampoco pueden efectuarse libremente transferencias al extranjero.

Para pagar a los proveedores o al personal de otros países, dentro de unos límites establecidos, deben hacer una solicitud a una comisión bancaria. En agosto, el plazo de respuesta a estas solicitudes era de media de 18 días.

"Todas las empresas que pueden han abierto, como nosotros, cuentas en el extranjero para facilitar sus transacciones", comenta Christos Papadimitriou, directivo de la empresa familial homónima, con sede en Kalamata (sur) y que exporta vinagre balsámico a unos treinta países. "Para aquellas que no han podido, y para las que importan muchas materias primas, la situación sigue siendo muy difícil", añade.

"Yo conozco empresas a las que no le han respondido desde hace más de un mes. Al principio salimos adelante pidiendo a los clientes que nos debían dinero que pagaran directamente a los proveedores, a los que no podíamos girarle el dinero", explica Papadimitriou.

Como consecuencia de esta situación de vulnerabilidad del sistema financiero, el volumen de negocio del comercio al por menor bajó un 12'7% en junio, julio y agosto.