Matanza de bisontes en Yellowstone
Las autoridades y las sociedades protectoras de animales norteamericanas han llegado a un acuerdo para reducir la cabaña de bisontes que puebla el parque nacional de Yellowstone, que se extiende en los estados de Wyoming y Montana, ejecutando a 900 ejemplares. Todos consideran que es una decisión tan lamentable como inevitable lo cual explica una decisión tan drástica.
El bisonte se ha revelado en los últimos años como la especie de bóvidos que se reproduce con mayor rapidez. Y es curioso porque hace cien años se temió por su desaparición. En los novecientos kilómetros cuadrados que abarca Yellowstone apenas quedaba un centenar de ejemplares. La brucelosis estaba acabando con ellos. Pero las medidas protectoras y la suerte cambiaron.
Actualmente, según un informe publicado por The New York Times, son 5.400 los ejemplares que pastan por aquellas praderas y dejan sin alimento a otras especies animales. Unos años atrás se recurrió a los lobos para diezmarlos, pero sin éxito: los bisontes son muy altos y demasiado astutos para dejarse matar por otros animales que apenas le llegan a la barriga.
Últimamente se han expandido por todo el parque e incluso por otras tierras del estado de Montana donde los ganaderos se quejan de que portan enfermedades. Apenas hay una experiencia reciente en situaciones similares. Ocurrió en el parque nacional del Gran Cañón del Colorado, en Arizona, donde se sacrificaron unas decenas dentro del propio parque, algo que algunos rechazan.
Los promotores de la decisión en este caso no quieren que la eliminación se lleve a cabo en el lugar de convivencia de la especie. Para sacrificarlos se abrirá un cupo para que los cazadores maten a una parte y al resto se les trasladará a centros protegidos donde los expertos arbitrarán formas de ejecución que no les causen sufrimiento físico.
Las razones argumentadas en una decisión tan polémica es que los bisontes son muy voraces cuando pastan y están poniendo en peligro el ecosistema del parque nacional más importante de los Estados Unidos. Su aumento es la causa del hambre que está exterminando a otros animales con menos recursos de supervivencia y se impone adoptar medidas dolorosas para mantener el equilibrio ecológico.