Rusia y China llevan a cabo maniobras navales conjuntas

Vladimir Putin, presidente de Rusia, y Xi Jinping, presidente de China, sellaron hace más de tres años su asociación estratégica “sin límites” en una cumbre llevada a cabo días antes de que el mandatario ruso enviara decenas de miles de soldados a Ucrania en febrero de 2022 para iniciar la agresión rusa contra el vecino ucraniano.
Esta escenificación del fuerte vínculo ruso-chino sembró inquietud en el escenario internacional por si China acaba implicándose más de lo debido en la invasión rusa del territorio ucraniano en apoyo a Vladimir Putin, lo que hubiese desencadenado seguramente un conflicto a escala más global.
Por suerte, no se dio ese escenario y China ha mantenido una postura neutral ante esta cuestión, aunque con un apoyo tácito a Rusia y a sus veleidades expansionistas y anexionistas en cuanto al vecino territorio ucraniano.
Recientemente, los líderes de China y Rusia volvieron a reafirmar la alianza “a largo plazo” y “sin límites” entre ambos países, justo cuando la guerra en Ucrania continúa tras prácticamente tres años y medio.

Prueba de esta alianza son acciones políticas y militares en la misma línea que resaltan el estrecho vínculo existente entre ambos países, considerados regímenes autoritarios, tanto en el caso ruso, por el omnímodo poder del presidente Vladimir Putin, como en el caso chino, donde sigue rigiendo un sistema de partido único bajo el poderoso control del Partido Comunista de China.
El último ejemplo son las maniobras navales conjuntas proyectadas por Rusia y China en respuesta al despliegue de submarinos nucleares dispuesto por Estados Unidos, el principal enemigo político de ambos países en la búsqueda de la supremacía mundial.
De esta forma, Moscú y Pekín llevan a cabo ejercicios militares coordinados para desarrollar la cooperación de sus Fuerzas Armadas. En este último caso con maniobras dispuestas en el mar de Japón, según informó la Flota del Pacífico de la Armada rusa.
Estos simulacros navales llegan justo después del despliegue de submarinos atómicos estadounidenses. Desde la Flota del Pacífico se asegura que el destacamento naval ha incluido un gran buque antisubmarino ruso y dos destructores chinos, submarinos diésel-eléctricos de los dos países y un buque de rescate submarino chino.

Las maniobras forman parte de los ejercicios denominados “Interacción Marítima-2025”, que está previsto que finalicen este martes. Según la agencia de noticias rusa Interfax, los ejercicios navales ruso-chinos han incluido la programación de disparos de artillería, misiones antisubmarinas y de defensa antiaérea y operaciones conjuntas de búsqueda y salvamento en el mar.
Este episodio de maniobras navales conjuntas de Rusia y China llega después de que Donald Trump, presidente de Estados Unidos, ordenase este viernes el despliegue de dos submarinos nucleares en respuesta a lo que denominó declaraciones “altamente provocativas” del expresidente ruso Dimitri Medvedev sobre el riesgo de guerra atómica entre el país ruso y el gigante norteamericano.
Justo también en un momento en el que han aflorado críticas de Donald Trump a Vladimir Putin por no ceder ni un ápice en sus pretensiones en Ucrania, lo que está tensando la relación entre ambos presidentes, que se presumía más amistosa y de un mayor entendimiento de lo que se está comprobando ahora.
La comunidad internacional sigue en alerta ante este tipo de movimientos para que no haya una escalada de tensión mayor y para que los conflictos más localizados, como el de la guerra de Ucrania, en la que Rusia busca anexionar definitivamente territorios ucranianos que reclama por supuestas cuestiones históricas, no se expandan a un nivel más global que inmiscuya a más naciones, lo cual sería terrible y el preludio de un conflicto mundial.