La ensoñación de PLD Space a la sombra del Palmeral de Elche

Los Raules congregaron el 7 de octubre en su nuevo cuartel general de Elche a un elenco de autoridades civiles y militares y a un nutrido grupo de altos directivos del tejido espacial nacional, así como a potenciales inversores y clientes de sus servicios para, bajo el lema “Beyond” ‒Mas allá en español‒ anunciarles y mostrarles con toda pompa y circunstancias las ambiciones que hasta esa fecha habían guardado en el más absoluto secreto.
Desvelaron su empeño en desarrollar una familia de cohetes de grandes dimensiones y elevada capacidad de carga ‒nada menos que hasta 53 toneladas‒ así como su intención de poner a punto una cápsula espacial “Made in Spain” para viajar a la Luna. Son iniciativas muy semejantes a las que desde hace muchos años tienen en marcha Estados Unidos, China, Rusia e India, naciones con poderosas instituciones oficiales y grandes empresas espaciales que se alimentan con enormes presupuestos… que no es el caso de España.
Las autoridades políticas nacionales, regionales, provinciales y locales invitadas a la ceremonia, encabezadas por la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, se mostraban impresionadas, entusiasmadas, y aplaudían a rabiar cada una de las deslumbrantes propuestas que surgían de la chistera de Raúl Torres y Raúl Verdú.
La puesta en escena estuvo muy pero que muy bien organizada y ejecutada en todos los sentidos y fue posible seguirla en directo vía streaming, como fue mi caso. Sin recurrir a un presentador o presentadora de moda, los dos directivos de PLD y el presidente de la compañía, Ezequiel Sánchez, se fueron turnando en sus explicaciones, para que todo el interés del auditorio presencial y virtual estuviera centrado en sus planteamientos. Y lo consiguieron, vaya que sí.

Apuntando a la Luna
Uno tras otro, los tres principales responsables de PLD puntualizaron que dentro de diez años quieren tener a punto una familia de vectores espaciales pesados y superpesados, de los que proyectaron dibujos y espectaculares simulaciones bajo el nombre de “Miura Next”, que por si fuera poco serán recuperables y reutilizables Con ellos aspiran, en palabras de Raúl Torres, “a cubrir el cien por cien de la capacidad de lanzamiento comercial de cualquier país del mundo, exceptuando Rusia y China, que tienen sus propias dinámicas”. ¡Ahí queda eso!
Como guinda del pastel, Torres destapó, envuelta en una niebla artificial, la que parecía ser una maqueta a tamaño real, pero que afirmó que era un modelo de ingeniería de una astronave espacial tripulada “Made in PLD”, para llevar y traer astronautas a nuestro satélite natural ya que, aseguró: “Nuestra ambición es servir de empresa de transporte entre la Tierra y la Luna (…) más allá del año 2030”.
Bautizada Lince, la cápsula está concebida para acomodar cuatro o cinco astronautas en viajes cislunares, aunque también entra en sus planes otra para llevar cargas a una futura estación espacial. Raúl Torres anticipó que los primeros ensayos comenzarán el año que viene… si todo va bien. Y que en la primera misión del Lince viajarán tres maniquís repletos de instrumentos, que permanecerán tres días en órbita. Y que al regresar a Tierra amerizarán en el Atlántico o el Mediterráneo, en función de las condiciones climáticas.

Los profesionales del colectivo espacial español, conocedores de los titánicos retos tecnológicos, económicos y de talento que conlleva lo que veían sus ojos y escuchaban sus oídos, se quedaban estupefactos, alucinados, sin pestañear, ante la magnitud, complejidad y grandes inversiones de los proyectos planteados. Pero cortesía obliga, y lo que tocaba era dar parabienes, palmaditas a la espalda y mostrar alguna que otra sonrisa.
¿Realidad o ficción? En el sector es bien sabido el ardor, ímpetu e ilusión que transmiten Raúl Torres y Raúl Verdú, dos emprendedores que allá por 2011 fundaron una pequeña compañía, con la peregrina intención de lanzar cohetes al espacio y poner pequeños satélites en órbita, un proyecto en el que nadie o casi nadie creía. Con el paso de los años, Los Raules van camino de conseguir la meta que se propusieron, que consiste en hacer realidad el lanzador comercial Miura 5 de dos etapas de propulsión, que está en pleno proceso de desarrollo, y convertir a PLD en una importante compañía de servicios de lanzamiento.
Torres y Verdú, Verdú y Torres, son conocidos a escala nacional e internacional por su alta capacidad de liderazgo y sus grandes dotes de comunicación, que han confirmado con creces hace siete días en la presentación en Elche de sus nuevas iniciativas. Junto con Ezequiel Sánchez, conforman un trío que sabe vencer, convencer, formar equipo e inspirar a sus empleados, lo que se percibe en sus colaboradores y en el ambiente de trabajo que reina en PLD.

Lo primero es lo primero y se llama Miura 5
La fecha que eligieron para desgranar sus nuevos y ambiciosos proyectos no es casualidad. Aprovechando que se cumplía el primer aniversario del vuelo inaugural de su primer cohete, el Miura 1 ‒que se quedó cerca los 50 kilómetros de altura‒, Raúl Verdú dio a conocer el estado actual del Miura 5. Su puesta a punto está financiada con 40 millones de euros por el PERTE Aeroespacial y, a finales de 2025, tal y como figura por contrato, “el prototipo me lo tendréis que entregar con un lacito”, sentenció de forma amistosa la ministra Morant al cerrar el acto de Elche.
Se añade que hoy lunes, 14 de octubre, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, hace pocas horas que ha inaugurado en la ciudad de Milán el 75º Congreso Astronáutico Internacional, la mayor cita anual del ecosistema espacial global, al que concurre la flor y nata de las agencias, corporaciones, centros de investigación y empresas de los cinco continentes. Por las impresiones que he podido recoger, hasta la clausura del Congreso el 18 de octubre, los proyectos de PLD serán “la comidilla” de directivos, ingenieros, expertos, investigadores y académicos de todos los países.

Hay que tener en cuenta que la iniciativa de los patronos de PLD al descubrir sus asombrosos planes busca alcanzar varios objetivos de primer orden para la sostenibilidad de la empresa. Sin duda ninguna, pretende movilizar y conseguir fondos privados e institucionales de organismos oficiales del Gobierno español y de Europa. Por ejemplo, de la Agencia Espacial Europea (ESA) que en pocos meses hará pública una convocatoria para recibir propuestas en el marco del “European Launcher Challenge”, ELC. Además, el camino que han trazado conlleva que sus competidores alemanes, británicos y franceses más directos tengan que reaccionar.
Sin embargo, las iniciativas expuestas tienen visos de ser poco creíbles para pasar de las pantallas de ordenador a la realidad. Por no entrar en los inconmensurables aspectos tecnológicos, las inversiones para afrontar los procesos de desarrollo de la astronave Lince, la familia de cohetes Miura Next y sus infraestructuras terrenas asociadas son del orden de varios miles de millones de euros, algo fuera de lugar en España. No obstante, es posible que programas de cooperación internacional como el ELC de la ESA puedan aportar algo de financiación a ciertas partes de los ambiciosos proyectos.

En todo caso, las propuestas de PLD rayan, mejor dicho, sobrepasan lo inconcebible. Plantear planes faraónicos antes del vuelo inaugural del Miura 5, bajo mi punto de vista, queda fuera de lugar e incluso puede ser contraproducente de cara a sus potenciales inversores y clientes. Concentrarse en hacer realidad Miura 5 es su meta número uno. Los Raules lo saben.

No es razonable que PLD, como si fuera una gran corporación industrial de la talla de Airbus, Boeing, Lockheed Martin, Northrop Grumman o incluso Google o Amazon, distraiga recursos y tiempo en aventuras más que dudosas, e incluso irrealizables, salvo para cumplir las demandas de la ESA, en su caso. Sus esfuerzos deben concentrarse en lograr que Miura 5 despegue en plazo, sea fiable, tenga muchos clientes, resulte un éxito comercial y haga solvente a la compañía. Conviene recordar la frase que hizo famosa el gran torero Rafael Guerra (1862-1941), más conocido como “El Guerra”, que dijo: “Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible”. De todos modos… ¡Que os vaya bonito y mucha suerte!