España, del éxito al desastre

PHOTO/La Moncloa - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, responde a las preguntas de la oposición durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados
PHOTO/La Moncloa - El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, responde a las preguntas de la oposición durante la sesión de control en el Congreso de los Diputados

Como ya ha sucedido otras veces, mientras dura una campaña electoral se ocultan los datos que, transcurrida aquella y certificados los resultados de las votaciones, emergen descarnada y atrozmente para los gobernantes que han de lidiar con una herencia con mucha más hiel que miel. 

Dice Pedro Sánchez, titular de la presidencia rotatoria de la Unión Europea que “España va como una moto”. Sugiere así que el país va como un tiro de bien, y que jamás los españoles han tenido un presente y un futuro tan esplendorosos. Sin embargo, parece que los datos, si no atendemos a las manipulaciones de Tezanos y sus émulos, distan mucho de un panorama supuestamente tan optimista. 

“Una pica en Flandes. La huella de España en la Unión Europea” (Ed.Debate), del exembajador de España ante la UE, Francisco Javier Elorza, describe minuciosamente cómo nuestro país ha pasado “del éxito al desastre” en el principal indicador, el de la convergencia real con Europa. Y resulta que, a tenor de los numerosos datos que se aportan en el libro, los cinco años largos de Pedro Sánchez al frente del Gobierno de España han situado al país al mismo nivel prácticamente en que lo dejó el dictador Francisco Franco cuando murió en la cama en 1975. Efectivamente, España va como una moto… seriamente averiada. 

La atrasada España estaba en 1985, fecha de nuestra adhesión de pleno derecho a la UE, en el 73% de la renta media de la misma. Subimos al 79% en 1992, fecha en que se produjo el mayor impulso de la economía española, espoleada tanto por los Juegos Olímpicos de Barcelona como de la Expo de Sevilla, ambos en 1992. La tendencia ascendente llegó a situar la renta per cápita de los españoles en el 103% de la media de la UE en 2007, poco antes de la debacle de la crisis financiera provocada por los chiringuitos norteamericanos, especialmente la quiebra de Lehman Brothers. La euforia llevó al entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero a anunciar que habíamos adelantado a Italia y que íbamos a sobrepasar a Francia. “Siempre vive de ilusiones el tonto de los coj…”, reza un adagio asturleonés, que le viene como anillo al dedo al presunto maestro de Sánchez en el arte del enjuague político. 

Zapatero, que se vino arriba espoleado por los supuestos intelectuales subvencionados de la ceja, llegó incluso a pedir butaca preferente en el G-7, el grupo de las supuestas mayores economías del mundo, convertido en G-8 por deferencia a una Rusia a la que entonces se creía reconducible e integrable entre las principales democracias liberales. El exagente del KGB, Vladimir Putin, todavía exhibía formas y maneras de aspirante a demócrata, aunque los más más avezados tratadistas del mundo eslavo ya advertían de adónde se terminaría dirigiendo el líder del Kremlin. 

Cuando Zapatero, nacido en Valladolid, aunque se diga leonés, le pasó el testigo a Mariano Rajoy en 2011, la renta de los españoles ya se había situado en el 92% de la media comunitaria, y aún bajaría al 90% en 2019 ya con el doctor Sánchez en el poder. La pandemia del coronavirus, que fue mundial y no solo una plaga que asoló a los españoles, significó un golpe brutal para España, que contrajo su PIB en un 11,3%, casi el doble del 6,4% de la media europea. Volvimos, pues, a alejarnos de Europa al situarnos en el 84,4% de la renta media de la UE. 

Dice el exembajador Elorza en su libro que semejante retroceso tiene también su lado positivo: que España sería nuevamente elegible para acceder a los Fondos de Cohesión, o sea al dinero que los más desarrollados de la UE otorgan a los más pobres para que lo inviertan bien y acerquen a los países que los reciben al nivel de bienestar y riqueza de los que aportan las dádivas. 

La “moto” española de Sánchez renquea tanto que ya estamos por detrás de países que se han incorporado más recientemente a la UE y están más cerca de llegar a la media de renta europea: Eslovenia (92%), República Checa (91%), Lituania (89%), Estonia (87%), y ya nos pisan los talones Polonia (80%), Hungría y Portugal (77%). 

Como diría un castizo, refiriéndose a Sánchez y su moto, es que van como locos…