Una África más fuerte alza la voz: el apoyo de África Central a la soberanía marroquí refleja un despertar continental

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Gráfico financiero Marruecos - Depositphotos
Esta semana, en Rabat, se ha transmitido un mensaje claro y contundente que señala un cambio significativo en la postura geopolítica de África.

En nombre de la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC), su presidente, Évariste Ngamana, reiteró el apoyo inquebrantable de los Estados miembros a la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara. No se trata solo de un gesto de cortesía diplomática, sino de una afirmación estratégica de un nuevo consenso africano. 

Las naciones de África Central —Camerún, República Centroafricana, República del Congo, Gabón, Guinea Ecuatorial y Chad— lo han dejado muy claro: la cuestión del Sáhara marroquí ya no es un tema ambiguo. Es una cuestión de legitimidad, estabilidad y visión compartida para el futuro del continente. Al alinearse con Marruecos, estas naciones están afirmando algo más importante: el rechazo de los discursos impuestos desde el exterior y el compromiso con soluciones africanas para los retos africanos. 

Este renovado apoyo es más que una postura sobre una disputa territorial. Es un respaldo colectivo a una visión continental audaz encabezada por Su Majestad el Rey Mohamed VI, basada en la cooperación, el desarrollo impulsado por las infraestructuras y la solidaridad panafricana. Las iniciativas elogiadas por el Sr. Ngamana, entre las que se incluyen el transformador puerto atlántico de Dajla y el gasoducto transcontinental Nigeria-Marruecos, no son simbólicas. Están remodelando el panorama económico y geoestratégico de África en tiempo real. 

No se trata de ambiciones abstractas. Son ladrillos de una nueva arquitectura de la unidad africana. Los proyectos liderados por Marruecos reflejan una diplomacia proactiva en la que las rutas comerciales, los corredores energéticos y las empresas conjuntas sirven de vehículos para la paz y la prosperidad. Se trata de la diplomacia del desarrollo en su forma más estratégica, basada en la acción y guiada por una visión que sitúa la agencia africana en el centro. 

En este contexto de futuro, el próximo Foro Parlamentario Marruecos-CEMAC, que se celebrará este viernes bajo el alto patrocinio del rey Mohamed VI, cobra una importancia fundamental. Lejos de ser una reunión protocolaria, el foro representa una plataforma institucional para el diálogo abierto y la colaboración económica concreta. Coorganizado por la Cámara de Consejeros de Marruecos y el Parlamento de la CEMAC, en colaboración con la principal organización del sector privado de Marruecos (CGEM), el foro tiene por objeto facilitar el comercio, la inversión y el intercambio de conocimientos en África Central y del Norte. 

El memorando de entendimiento firmado a principios de este año entre el Parlamento marroquí y el Parlamento de la CEMAC es igualmente significativo. Establece las bases para una diplomacia parlamentaria duradera, que traduce los valores compartidos y el respeto mutuo en una cooperación institucional duradera. 

Lo que Marruecos acoge no es simplemente una delegación de parlamentarios extranjeros, sino la llegada de líderes africanos con ideas afines que comparten una ambición continental. Se trata de una ruptura con los paradigmas obsoletos de la fragmentación y la dependencia, y un paso decisivo hacia una África autodeterminada, unida y orientada hacia el futuro. 

En un mundo cada vez más marcado por la volatilidad y los reajustes, África no puede permitirse ser reactiva. Debe afirmar su propia brújula estratégica. El apoyo unificado del bloque CEMAC a la integridad territorial de Marruecos es un hito en esta afirmación continental más amplia de la soberanía, no solo territorial, sino también intelectual, económica y diplomática. 

Es esta convergencia, entre la visión a largo plazo de Marruecos y el compromiso de África Central con un futuro compartido, la que señala algo profundo: el amanecer de un nuevo paradigma africano. Y esta vez la historia no la escriben para África, sino que la escriben los propios africanos. 

Said Temsamani, analista político