Estímulo de los estudios superiores

Consideremos un nuevo enfoque, arraigado en una antigua comprensión del propósito de la educación, en el que la experiencia desarrolla la conciencia crítica del estudiante y la capacidad que es parte integral del proceso de cambio social. Para ello, se propone un nuevo tipo de institución, la Universidad de Aprendizaje y Acción Participativos (UPLA), que respondería a la necesidad de desarrollo e innovación de la comunidad.
En la actualidad, pocos académicos de humanidades persiguen activamente el cambio social como parte inseparable de su investigación y como resultado intencionado de su trabajo. La mayoría de los científicos sociales se detienen una vez que son capaces de ofrecer explicaciones sobre las causas de los problemas sociales que deciden que son más importantes para el público. Algunos de ellos siguen detallando soluciones intrínsecamente descendentes basadas en su análisis de datos cuantitativos (normalmente) limitados recopilados a partir de cuestionarios y entrevistas extractivas. Gran parte de esta metodología de investigación crea las mismas actitudes que luego miden.
Ya se trate de una crisis de salud pública, de la respuesta a una catástrofe natural o de la estabilidad social y económica, nuestra capacidad de recuperación depende de un apoyo excepcional a las comunidades locales para avanzar en empresas más inteligentes y equitativas. La UPLA será un generador de proyectos de la población local que ésta gestionará para satisfacer las necesidades de toda la comunidad en materia de seguridad alimentaria, salud, medios de subsistencia, educación y otros sectores de la vida. Será un centro de planificación y ejecución para estudiantes y educadores de todas las procedencias que busquen una prosperidad sostenible y generalizada ayudando a la investigación y la acción impulsadas por la comunidad.
Una pauta esperanzadora que estamos observando en nuestro mundo es que las universidades exigen a los estudiantes que participen como voluntarios en organizaciones de servicios humanos. Las universidades tratan cada vez más de influir de la mejor manera posible en sus comunidades vecinas y más allá. Aun así, las ciencias sociales, aunque nazcan del viaje de la humanidad para mejorar el bienestar general, ven cómo la mayoría de sus practicantes no abrazan las identidades activistas de sus propias disciplinas, no sea que sus investigaciones sean tachadas de “tendenciosas” y dejen de ser vistos como científicos.
El péndulo de las ciencias sociales ha ido oscilando en las últimas décadas, junto con el ascenso global del conocimiento (desde la práctica) de que las prioridades y soluciones de desarrollo autodescritas por las comunidades son los factores más determinantes para la sostenibilidad. Por tanto, los datos etnográficos importan de verdad. Ha llegado la hora de la UPLA. Nuestra urgencia colectiva por el crecimiento generalizado, la seguridad y un nuevo amanecer medioambiental debe propiciar ahora la llegada de la UPLA.
Los estudiantes y profesores de la UPLA facilitarán el diálogo inclusivo sobre el diseño y la ejecución de proyectos locales (investigación-acción participativa). En el plazo de dos años, con un alumnado de 600 personas guiadas por 25 profesores, se habrán identificado cientos de proyectos en los sectores civil, público y privado y estarán listos para su ejecución, iniciativas que reinvierten y crean cohesión, transformando vidas y condados. Los graduados de la UPLA estarán empoderados y empoderarán, forjados a partir de la experiencia transformadora de remediar la disparidad social. Las humanidades de nuestro tiempo deben comprometer a las personas a descubrir y actuar.
UPLA ofrecerá las siguientes 13 ciencias sociales que tienen fuertes fundamentos en el servicio y el aprendizaje colaborativo y la investigación, y el avance de la participación de la comunidad: Educación de Adultos, Antropología, Economía Aplicada, Planificación Arquitectónica, Comunicaciones, Estudios de Desarrollo, Geografía, Psicología, Asuntos Públicos y Política, Salud Pública, Trabajo Social, Sociología y Estudios de la Mujer y de Género.
La UPLA será también un centro de educación internacional para que estudiantes y profesionales reciban formación en la aplicación de métodos de campo con personas de ciudades, pueblos, barrios y distritos -mujeres y hombres, jóvenes y mayores- para analizar colectivamente sus situaciones y oportunidades de mejorar sus medios de vida. A continuación, basándose en su información y consultando con expertos técnicos y socios, las comunidades locales cumplirán sus planes de acción autodeterminados.
Los métodos proceden de cientos de actividades de este tipo que existen en todas las disciplinas y sectores, y que reciben otros tantos nombres, figurando “participativo” en varios de ellos. Estos métodos son principalmente cualitativos y promueven la interacción y el intercambio de información. Ayudan a las comunidades a forjar visiones y objetivos, a definir plazos y a detallar presupuestos. Utilizan herramientas visuales que no requieren la alfabetización de los participantes, e iluminan realidades contextualizadas para que los beneficiarios puedan elaborar estrategias conducentes al éxito.
La UPLA será una casa del conocimiento de la gente que les ayudará a tomar decisiones sobre su futuro. Por lo tanto, no sólo podría informar adecuadamente los marcos de los compromisos mundiales, como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, sino también ayudar de forma espectacular a cumplirlos. La UPLA estará a la vanguardia de la iniciativa empresarial pedagógica que permite vías de comunicación globales para obtener amplias perspectivas de base en todas las naciones, una nueva y convincente forma de interacción para fortalecer la solidaridad.
¿Cómo establecemos la UPLA? Empezamos con las relaciones que tenemos, en los lugares donde vivimos. Hay muchos lugares ideales para UPLA en Estados Unidos. La pobreza implacable en el norte del estado de Nueva York, por ejemplo, ha dejado centros educativos abandonados, cuya renovación y uso podrían suponer un estímulo económico para esas comunidades.
Asimismo, aunque la Fundación del Alto Atlas ha colaborado con universidades marroquíes públicas y privadas para impartir talleres de desarrollo “aprender haciendo”, sería más productivo catalizar toda la investigación de programas académicos con la población local. Podríamos mejorar las condiciones de forma directa y cuantificable con un centro de la UPLA en el noreste del país, que lucha por materializar las oportunidades, hacia las montañas al sur de Marrakech, o al norte de Errachidia, donde se concentra la pobreza sistémica.
¿Hay funcionarios públicos y agencias, líderes corporativos y empresas, e individuos, que estén dispuestos a asociarse, a dedicar un edificio, a financiar la idea empresarial de una comunidad, a integrar o abogar por integrar la UPLA en los planes de reconstrucción nacionales y globales? Debemos hacerlo juntos para que estudiantes, profesores y comunidades logren sociedades sostenibles con plenas capacidades de investigación-acción.
El Dr. Yossef Ben-Meir es sociólogo y presidente de la Fundación Alto Atlas, con sede en Marrakech (Marruecos).